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Caracteristicas de Personalidad del Mexicano

Enviado por   •  1 de Noviembre de 2018  •  2.433 Palabras (10 Páginas)  •  522 Visitas

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Notemos que el común denominador de estas tres formas de manejo laboral es uno solo: el trabajo como servidumbre. Y deduzcamos lo que esta situación implicó en la formación. Y ya en los albores de la época industrial, muchas empresas nacieron como extensiones o derivaciones de las haciendas. La mentalidad del hacendado se resumía en este principio: "Yo soy el dueño; yo soy el que sabe; yo tengo el poder. A ustedes les toca obedecerme en todo. Si lo hacen, me encargo de ustedes, pero,

¡cuidado con oponerse y rebelarse!" De aquí la cultura de tratar siempre de quedar bien con el de arriba. Y en el ámbito político la tradición del partido dominante ha reforzado este servilismo. La escuela, por su parte crea un clima autoritario en el que no coincidir con el profesor es estar contra él y atraerse su mala voluntad. Y para rematar, la legislación laboral mexicana es tan protectora del trabajador que propicia el infantilismo.

Mucho nos queda a los mexicanos del 2000 del prejuicio novohispano de que el trabajo manual es servil y de que el hombre de clase elevada no trabaja, sino que vive de sus rentas, si no es que legisla manda y guerrea.

Para comprender al mexicano en el ámbito laboral, hay que distinguir entre el empresario o directivo y el personal que labora bajo la dirección de estas personas. La perspectiva del trabajo y los logros que obtienen son diferentes, pero desde luego se da una interacción entre unos y otros.

El análisis previo de este libro nos da un perfil característico del mexicano, que por supuesto se refleja en el trabajo. La dependencia en algunos casos, el individualismo en otros y la autoevaluación de muchos son elementos presentes en las relaciones laborales. Explican la escasa motivación para el trabajo de grupo y el excesivo deseo de conquistar poder y estatus a través del influyentísimo y del recurso económico. "Mantener la propia estima es, según creo, la más poderosa necesidad del trabajador mexicano. Dada su intensidad, puede no ser sólo buscada directamente sino bajo máscaras distintas: sexualidad, dinero, etcétera."

Muchos mexicanos ven en el trabajo sólo un medio para subsistir Solicitar empleo "de lo que sea" es la petición más escuchada; se busca trabajo, es decir dinero. Por otra parte, muchas organizaciones en México tienen los mismos conflictos: competencia interna excesiva que se traduce en entorpecimiento de labores, envidias y actos desleales a la empresa.

En las organizaciones mexicanas —dice Horacio Andrade en un análisis de la cultura organizacional de nuestro país— "hay una fuerte lucha por el poder y las áreas suelen convertirse en feudos que compiten entre sí, por lo que la colaboración y los trabajos interdepartamentales son poco frecuentes. El trabajo en equipo es prácticamente inexistente e incluso se llega a dar muchas veces una competencia por sobresalir y obtener logros individuales, aunque para ello se tenga que recurrir al boicot de los demás”.

También encontramos exceso de parloteo del personal y exceso de celebraciones que se realizan no trabajando y que obviamente repercuten en baja productividad. Unido a esto hallamos el alcoholismo que encuentra un campo propicio en los festejos.

En México existen oficialmente un número considerable de días no laborales. Además, en muchas empresas se otorgan días de descanso obligatorio como "conquistas sindicales": se festeja o se le da el día al trabajador en su onomástico, se festeja el día del santo del jefe, el día del compadre, el día de la madre, el aniversario del sindicato, de la empresa, etcétera: el trabajador mexicano festeja hasta el día de pago (quincenal o semanal) y todos estos "acontecimientos" se celebran brindando.

Pareciera que estamos demasiado necesitados de compañía. A este respecto, en una encuesta realizada por el Centro de Estudios Educativos, A.C., en 1982,5 se encontró que el estado anímico emocional de más de la mitad de los mexicanos es negativo o muy negativo (53%) y sólo en el 13.4% es positivo.

Este estado anímico se compone, según los autores de la encuesta, Narro Rodríguez y Hernández Medina, del estado físico y psicológico que logra el equilibrio de la persona y que la hace sentirse tranquila, satisfecha de sus logros, valorada por los demás, interesada en las cosas, como si marcharan viento en popa y a total satisfacción.

Este estado anímico poco positivo, refleja o confirma la percepción evaluativa que ya se ha mencionado. Entonces pareciera que estar con amigos le permite al mexicano "ser alguien".

Por otra parte, se registran altos índices de ausentismo, de impuntualidad y de accidentes y de enfermedades de trabajo; así como una alta rotación de empleos. Todo ello síntomas de la misma enfermedad.

Si el mexicano desprecia a la muerte porque es "muy macho" y porque al fin y al cabo se tiene que morir, ¿por qué respetar las normas de seguridad e higiene y de protección a la salud?

Su actitud resignada y fatalista ante la vida, su percepción distorsionada del tiempo, unida a su sentido mágico-religioso de los acontecimientos, le hace aceptar cualquier eventualidad de esta naturaleza, incluso el desempleo temporal o permanente a causa de incapacidades físicas, parciales o totales.

La poca estimación de sí mismo también contribuye a su desprecio por la muerte, al igual que sus frecuentes inasistencias. Falta porque no se siente útil o valioso; llega tarde por lo mismo. Este desprecio a sí mismo se revierte en desprecio a los demás.

Pese a que los mexicanos somos tan amigables y buscamos la compañía de otros, la actitud desconfiada, insegura y dependiente impide la participación colaboradora en los grupos de trabajo. Muchos mexicanos se mantienen con reserva y a la expectativa, posiblemente por haber sido engañados y manipulados por siglos; pues se ha abusado de su actitud servicial. Por otra parte, se muestran cautelosos hacia el dirigente y hacia los compañeros. 82.3% de los encuestados por el CREA, cuando se les preguntó si se puede confiar o no en la gente, dijo que es mejor proceder con cautela; 52.4% siente que ahora la gente está menos dispuesta a ayudar a otros; 58.14% no pertenece a asociación o grupo alguno.

Eso significa que pese a la necesidad de compañía no hay participación grupal, difícilmente se logra integrar buenos equipos de trabajo; por la falta de compromiso, uno nunca puede estar seguro de lograr algo en grupo o con la participación de todos.

El concepto de lealtad al grupo se limita a la protección mutua en caso de cometerse indisciplinas, errores

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