ENSAYO SOBRE Discurso del Método, Descartes
Enviado por Rebecca • 19 de Febrero de 2018 • 2.696 Palabras (11 Páginas) • 1.044 Visitas
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Charles Darwin expuso en su libro La expresión de las emociones en los animales y en el hombre su observaciones acerca de cómo los animales (especialmente los primates) tenían un extenso repertorio de emociones y que ésta manera de expresar las emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.
Por lo que las emociones han cumplido una función primordial cuando de supervivencia se trata. Son una valiosa herramienta para adaptarnos a nuestro núcleo social.Incluso la naturaleza dota de características física específicas a los bebés, con la finalidad de provocar emociones, como la ternura, en los adultos de la especie para que estos quieran satisfacer sus necesidades básicas.
Históricamente, no podemos negar la cantidad de ejemplos de guerras, invasiones y traiciones que se han llevado a cabo por una falta de control de las emociones. Algunos sobrevivientes del la Segunda Guerra Mundial afirman que el pueblo alemán estaba enterado de las deportaciones y desapariciones de judíos, que eran sus vecinos y conocidos.Pero no reaccionaban al respecto, porque había un resentimiento hacia este pueblo, porque se tenía la creencia de que “todos los judíos eran ricos”.En algunas ocasiones, tras desaparecer la familia judía, alemanes invadían sus casas y se quedaban con sus pertenencias.
No podemos negar la influencia de las emociones en nuestra conducta, aún cuando podemos razonar y controlar nuestras emociones, en pos de un fin mayor, no podemos negar que la mayor parte del tiempo, el ser humano reacciona.
La Razón debe regular las emociones
De lo antes dicho podemos inferir la importancia de la emociones en el raciocinio. Pero ¿Qué pasa con la razón? Filósofos como Kant, llegaron a la reflexión que actuar conforme a las emociones por encima del raciocinio, no permitía que el sujeto se abriera a la reflexión, lo cual enferma al hombre. “La emoción –escribe Kant– obra como el agua que rompe su dique; la pasión, como un río que se sepulta cada vez más hondo en su lecho […] La emoción debe considerarse como una borrachera que se duerme; la pasión como una demencia, que incuba una representación que anida en el alma cada vez más profundamente”
Estudiar las emociones ha sido un reto para la ciencia. En cambio, los científicos pudieron estudiar la razón, empezando por investigar cómo funciona la memoria, el proceso de la percepción, la atención, y nuestras capacidades cognoscitivas.Así fue posible hacer grandes descubrimientos en esta área. Pero el concepto de emoción ha sido algo demasiado imperceptible; no hay nada más subjetivo para nuestra percepción que la de una emoción.
La razón difícilmente gobierna las emociones. Si bien, no se puede actuar por instinto, considerarte un ser puramente racional es ilógico. Desde un punto de vista filosófico, la razón trabaja de la mano de las emociones.Por ejemplo, el amor. Si lo vemos desde un punto de vista puramente racional, mecanicista y científico, podemos decir que este sentimiento es tan solo una conjunción de reacciones químicas, ligadas a otros estímulos, como la alimentación, el deseo de preservar la especie y heredar nuestros genes. Nuestro cerebro segrega hormonas que actúan como neurotransmisores, como la norepinefrina, la dopamina y la feniletilamina que resultan en sensaciones placenteras, creando una especie de “adicción”, provocando que el cerebro busque repetir la “dosis”, estando cerca de la “causa”. Científicamente hablando, nos enamoramos con el único fin de “crear vínculos que permitan procrear y cuidar a la descendencia”, bajo esta lógica, no buscaríamos pareja, iríamos a algún laboratorio a encontrar a alguien genéticamente compatible, saludable y con las mejores características físicas, sin importar si nos agrada o saber sus gustos y/o aficiones.Sin embargo, no es así.Nos enamoramos más allá de la procreación por motivos que están más en el plano racional, que en el meramente emocional-instintivo, a pesar de lo complicado que pueda ser entender y convivir con otro ser humano.
¿Razón y emoción deben de estar separados?
La fuerte división que permanece vigente en nuestra cultura entre cuerpo y alma o mente, entre razón o pasión, entre el cerebro y el corazón, tiene un origen histórico. Tuvo que haber pensadores que formularon y fundamentaron teorías y unos portavoces que estuvieron de acuerdo con estas ideas y las difundieron. Podemos rastrear el “árbol genealógico” de estas ideas a partir de la entrada del cristianismo en el pensamiento griego, luego con el renacimiento, llegando a su pináculo con el Barroco y en especial con la filosofía de Descartes, que no solamente divide el mundo en dos áreas, la mental y la extensa, sino que también plantea el problema Cuerpo-mente, situando al hombre como punto de partida de cualquier reflexión.
Toda investigación desde el punto de vista Cartesiano, empezaba presentando al individuo, como mente,como razón y dejar como algo separado el cuerpo y las pasiones y“Este es el error de Descartes: La separación abismal entre el cuerpo y la mente, entre el material del que está hecho el cuerpo, medible, dimensionable, operado mecánicamente, infinitamente divisible, por un lado, y la esencia de la mente, que no se puede medir, no tiene dimensiones, es asimétrica, no divisible; la sugerencia de que el razonamiento, y el juicio moral, y el sufrimiento que proviene del dolor físico o de la conmoción emocional pueden existir separados del cuerpo. Más específicamente: que las operaciones más refinadas de la mente están separadas de la estructura y funcionamiento de un organismo biológico". (Damasio. 1996)
¿Entonces puede existir una relación biológica, y psicológica, entre tener emociones, reconocerlas, expresarla y tomar decisiones, planificar el futuro, razonar, en fin?
3ª) Regla de la síntesis: hay que volver a unir mediante alguna cadena de deducciones las afirmaciones simples obtenidas tras el análisis, para conocer la relación lógica que las une en la afirmación compleja.
En los últimos años ha habido una tendencia a reivindicar la emoción frente a la razón, dejándoles de ver como dos entes separados, antagonistas, sin relación alguna, cuya influencia, afecta la una a la otra. Conceptos como el de inteligencia emocional poco a poco empiezan a ser más comunes en el ámbito científico, reconociendo que el ser humano es un ser integral, que razona y siente al mismo tiempo.
Las emociones hacen posible que el ser humano sea un ser sociable, que sea capaz
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