Ensayo de tanatología sobre la muerte y los aztecas.
Enviado por tomas • 29 de Abril de 2018 • 4.226 Palabras (17 Páginas) • 562 Visitas
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Una fobia es un miedo que se caracteriza por ser irracional, es decir, es un miedo infundamentado, que no sigue al instinto o a la razón del individuo. Las fobias también se distinguen por ser miedos tan intensos que pueden llegar a causar problemas en la forma y estilo de vida. Y finalmente, hay que decir el último rasgo característico e imprescindible de las fobias es lo que las causan: el surgimiento de una fobia se da a partir de un evento traumático, lo cual crea una huella emocional negativa en el individuo, haciendo que en el futuro se evoquen sensaciones negativas al recordar el evento de forma directa o indirecta.
¿Se pueden superar los miedos?
Es de admirar como el ser humano a través del pasar del tiempo ha querido e intentado (y muchas veces logrado) resolver problemas que lo aquejan, todo por un bienestar y comodidad mayor. Entonces, con todas las tecnologías y conocimientos que ahora poseemos ¿Podremos algún día eliminar el miedo? Posiblemente, pero sería algo negativo el hacerlo, porque el miedo es algo esencial del ser humano, que, valga la redundancia, nos da humanidad y nos hace mejores cada día, además de que el miedo nos ayuda a entendernos mejor y tiene funciones de supervivencia sin las cuales no tardaríamos en perecer.
Por más útiles que sean los miedos, muchas veces también tienen sus lados perjudícales (sobre todo los miedos inculcados), por lo que hay llevar cierto control sobre ellos, y para esto hay que aprender a “superarlos”. Superar un miedo no es algo muy fácil, pero tampoco algo imposible de lograr; primero hay que aceptar el miedo sin vergüenza alguna, luego sería útil saber qué causó ese miedo, para al final, de manera paulatina ir confrontando al miedo (por ejemplo, si se le tiene miedo a las arañas, ir de poco en poco para acariciarlas o sólo verlas sin asustarse).
¿Cuál es el mayor miedo de una persona?
Un día, estando en la clase de Lectura, la profesora nos hizo realizar una actividad algo peculiar, pero divertida: pararse ante el resto del grupo y decir cuál es nuestro miedo más grande. Suena vergonzoso ¿Verdad? No lo fue tanto, el ambiente inspiraba más confianza que inseguridad. Fácilmente afirmo que mínimo eran 20 miedos distintos (éramos alrededor de 50 en el grupo), pero había tres miedos que era muy constantes entre nosotros: el miedo a la muerte y al fracaso. Podíamos deducir que el miedo al fracaso era porque nuestros padres respondían negativamente ante estos durante la infancia o nos condenaban por cometer uno; pero de inmediato podíamos ver que el miedo a la muerte era un poco más complejo, ya que eran diversos los orígenes de cada uno para poseer este miedo, y por eso, en éste ensayo analizaremos: ¿Por qué le tememos a la muerte? Y todo lo que esto implica.
La muerte
Todos, a partir de cierta edad, sabemos qué es la muerte: no necesitamos muchas explicaciones, la muerte es el final de nuestra vida física (posiblemente también la espiritual). Suena triste el dejar por fin éste mundo, y hay una gran incertidumbre por no saber que hay después de la muerte, pero no debe pasar de eso, un pequeño sentimiento de tristeza e incertidumbre, no debemos comenzar a temerle a algo tan normal y natural como lo es la muerte, es como temerle a la reproducción, a la alimentación, etc., finalmente son procesos normales y naturales que cumplen una función en la naturaleza. Pero bien, debemos que entender muchas vece este tipo de miedos son inculcados o provocados (como ya se mencionó antes), y en especial la muerte, dónde ya no solo en el hogar, sino que en la sociedad actual (medios de comunicación, opiniones públicas, etc.) nos genera un especial miedo por la muerte más que por otra cosa. Pero bien, para dejar de temerle a la muerte, primero hay que intentar comprenderla completamente, por lo que primero hay que saber qué es.
¿Qué es la muerte según la biología?
La ciencia es la encargada de darle respuesta a la mayoría de fenómenos naturales que ocurren en el mundo y el universo en general. Son tantos y tan diferentes los fenómenos entre sí que la ciencia se ha tenido que dividir en tres grandes categorías: la física, la química y la biología.
La biología es la encargada de estudiar y la vida y todo lo que ésta implica, por ende, debe estudiar la muerte. Según la biología, la muerte es un proceso natural por la que todo ser vivo debe pasar, en la que su cuerpo deja de realizar funciones vitales (como respirar, bombear sangre, etc.). A esto proceso se le han dado variadas significaciones entre algunos científicos, como Carl von Linneo (1707-1778) quien dice que la muerte existe por una imposición de la sabiduría divina, y que Dios lo hace porque debe haber un equilibrio, en éste caso entre la muerte y la proporción poblacional de las especies vivas. A diferencia de Linneo, Jean-Baptiste Lamarck (1744-1829) dice que un cuerpo vivo ésta muy limitado en su tiempo de duración, y que así como tenemos la vida, estamos predispuestos a perderla. También están las significaciones de Claude Bernard (1813-1878), quien dice la vida y la muerte coexisten armónicamente y que amabas se necesitan entre sí para existir; y finalmente ésta el significado que da August Weismann (1834-1914) que la muerte no es algo predestinado u obligado por Dios o alguna fuerza superior, ni tampoco es por una dualidad con la vida, sino que es inevitable porque en el mundo hay muchas causas externas que tarde o temprano nos conducirán a una muerte prematura o “natural”.
Es evidente que incluso entre la ciencia hay distintas opiniones sobre el significado de la muerte, en la que algunos, subjetivamente, aluden la muerte a algo relacionado con Dios o una especie de equilibrio.
En teoría, la ciencia es objetiva, y para ellos no hay cosas “buenas” o “malas”, sólo objetos de estudio, por lo que la muerte la consideran imparcialmente como algo normal que no se puede ver como algo perjudicial; es más, esta imparcialidad a veces se llega a romper al adjudicarle a la muerte una utilidad con respecto a la selección natural y la evolución.
Con todo lo anterior hay poco que decir: que la comunidad científica al ser objetiva carece de “sentimientos”, y por lo tanto, un científico como profesional no puede expresar una especie de miedo o temor hacia la muerte, más sin embargo, si puede afirmar y deducir lo que la causa y sus repercusiones en un entorno dónde habitan en una armonía natural varias especies, donde hay una dependencia de cada una con otra para sobrevivir.
¿Qué es
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