Ensayo sobre globalizacion.
Enviado por Ensa05 • 4 de Junio de 2018 • 3.344 Palabras (14 Páginas) • 457 Visitas
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La globalización en México también ha traído consecuencias en lo económico, lo político, en lo social y en lo cultural. En lo económico, por ejemplo: debido a que ante las nuevas reglas de competencia las empresas se ven llamadas a "buscar formas para aumentar sus ventajas comparativas", las primeras líneas de acción que se han tomado han sido la reducción de los niveles salariales, la modificación de las reglas del mercado laboral, la reducción de las cargas fiscales para los inversionistas y productores, y su aumento para los consumidores. Según Ruíz (2014) el problema económico es que México depende de su relación con la globalización, no avanza solo, es parte de la economía mundial y ella se caracteriza por el libre mercado, un ejemplo de esto es la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Para México, participar en el TLCAN sería asumir cinco ventajas, según Padua (1999) y Leiva (2011):
- No quedar marginado de los procesos de integración y producción
- Acceso permanente de sus exportaciones a los mercados de los cuales firmara tratado
- Mejorar su capacidad de negociación con otros bloques comerciales
- Competir en igualdad de circunstancias con otras regiones
- Elevar la productividad de la economía nacional
Con esto, México reduciría el costo de las materias importadas, facilitaría el acceso a la tecnología adecuada para incrementar la productividad, competitividad y empleo. Aunque esto no fue del todo posible ya que los problemas de desempleo en el país se incrementaron.
Los principales indicadores macroeconómicos muestran una caída en el crecimiento del empleo, así como un deterioro en la calidad de vida de los mexicanos debido a los problemas de los mercados externos e interno y la incapacidad del gobierno para identificar la dimensión y las causas de la crisis (Martínez, 2011). Esta crisis como ya se mencionó, se debe a mercados externos, como el de E.U.A., ya que la economía de México depende mucho de éste y en parte al modelo económico actual, por su dependencia externa, por el peso que tienen las grandes trasnacionales en los sectores económicos más importantes, además que dicho modelo se ha sustentado en la precariedad y flexibilidad del trabajo.
Si bien es cierto que existe una clase social que no necesita trabajar, la mayoría de la población tiene que hacerlo o depende de alguien que sí trabaja; quien no trabaja es señalado, excluido socialmente y puesto en una situación de gran vulnerabilidad. Uno de los problemas que más preocupan a los trabajadores del país es la incertidumbre por obtener y conservar un empleo, debido al deterioro del mercado laboral, además de bajos salarios y pérdida de prestaciones sociales, las cuales se han visto cuestionadas por la apertura económica y la mayor integración de México al mercado mundial. Actualmente, en el contexto del neoliberalismo, se atraviesa uno de los momentos más difíciles para los asalariados, el cual viene acompañado por una crisis económica recurrente que repercute en la expansión del número de desempleados y facilita la imposición de condiciones laborales contrarias al interés de los trabajadores (González, 2004). Otro aspecto que afecta el mercado laboral en México y la economía en el país es el trabajo informal, ya que quienes laboran dentro de este marco son la evasión del pago de impuestos, reglamentaciones y prohibiciones, así como la corrupción burocrática. Se sabe que estas “empresas” informales tienen ventaja sobre las formales, sin embargo desempeñan sus labores en condiciones inadecuadas e incumplimiento de la ley laboral.
Sería lógico suponer que una de las aspiraciones fundamentales de los trabajadores informales estaría centrada en su incorporación a la economía formal. Es decir, explotación, desempleo y empleo en condiciones precarias se reducirían a simple problema de voluntades entre empresario y trabajadores para incorporarlos en una actividad cuyo respeto a sus derechos será garantizado. Esta posición conduce a una idea equivocada, la cual señala que el problema esencial para los trabajadores es la creación de empleos y la búsqueda del respeto de sus derechos por medio de la exhortación a la buena voluntad del contratante para que procure el cumplimiento de la legislación del trabajo. Se oculta la lucha entre capital y trabajo por la búsqueda de un empleo en donde la explotación esté incorporada a una normatividad. Uno de los motivos que desencadenan este problema es la falta de estudios de la sociedad mexicana, que no permite su integración al mercado laboral, ya sea por la falta de recursos para concluir sus estudios o bien, por las normas sociales del lugar donde se radica.
En México, en el 2007, el Programa Sectorial de Educación 2007-2012 estableció como meta un 30% de cobertura de educación superior en jóvenes de 18 a 24 años, en el VI Informe de Gobierno del Presidente Felipe Calderón se indica que esta cifra ha quedado superada. Según los datos proporcionados en el informe, hay un 32.8%, aunque en esta cifra no se hace la distinción entre estudiantes del rango de edad para estar en ese nivel (19 a 23 años) y los que tienen mayor o menor edad. La población que ingresa a las universidades públicas en México es de clase media y baja; el ingreso familiar de un estudiante de licenciatura en la UNAM, en promedio es de 2 a 6 salarios mínimos (García, 2012)
En México, la distribución de los estudiantes se realiza desde el bachillerato, en un sistema parecido al SiSU, al menos en la zona metropolitana de la Ciudad de México. En 1996, 9 instituciones de nivel medio superior firmaron un acuerdo para aplicar un solo examen mediante el Concurso de Ingreso a la Educación Media Superior (COMIPEMS) y distribuirse a los aspirantes. Los aspirantes llenan un formato y seleccionan cuantas opciones deseen. Cada institución participante establece los criterios de admisión: puntaje mínimo en el examen y promedio general del nivel precedente. Los bachilleratos de la UNAM (preparatoria y Colegio de Ciencias y Humanidades) suelen ser los más demandados, y también los que más altos estándares ponen. Los estudiantes con menos puntajes y con menor promedio en secundaria suelen ser asignados a bachilleratos técnicos, tecnológicos o bimodales. Con el COMIPEMS se busca garantizar el ingreso del mayor número de jóvenes a la educación media, jóvenes que, de tener buen promedio y acabar en el tiempo reglamentado, tendrán acceso al nivel superior. Vale decir, hay en México un esfuerzo por preparar
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