La interpretación de los sueños como mecanismo comprensivo de las situaciones conflictivas dentro de las familias.

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Continuando, otro factor explicativo para la conducta conflictiva según dinámicas familiares, es el problema en los “límites” para Minuchin; quien plantea desde lo sistémico que las familias se pueden comprender como sistemas abiertos en el sentido que comparten información con el medio y que funcionan de manera óptima según la interacción de las partes que están en su interior, las que se entienden como subsistemas, siento por ejemplo un los padres un subsistema parental, los hijos un subsistema fraterno, etc. En este sentido, Minuchin plantea los límites existen dentro de la familia de la siguiente manera: “[…] los límites de un subsistema están constituidos por las reglas que definen quiénes participarán, y de qué manera.” (Minuchin, 2009, p. 84)

En consecuencia, las reglas que posee la familia determinará como son sus límites, existiendo tres posibilidades de límites, en primer lugar los difusos, los delimitan de manera poco clara un subsistema y otro, haciendo que se puedan llegar hasta confundir; también están los límites rígidos, que son los que delimitan de manera exagerada los subsistemas, provocando que exista poca comunicación y flexibilidad en el sistema familiar; y por último los límites claros, que es a lo que aspirarían las familias,

“Para que el funcionamiento familiar sea adecuado, los límites de los subsistemas deben ser claros. Deben definirse con suficiente precisión como para permitir a los miembros de los subsistemas el desarrollo de sus funciones sin interferencias indebidas, pero también deben permitir el contacto entre los miembros del subsistema y de los otros.” (Minuchin, 2009, p. 86)

Estos límites permiten el equilibrio, es decir que exista comunicación y diferenciación pero también se respetan las diferencias de los subsistemas. En este sentido se entiende que: “La función de los límites reside en proteger la diferenciación del sistema.” (Minuchin, 2009, p. 85), Ya que al estar los límites delimitados permiten que cada miembro pueda diferenciarse sin sentir por ser distinto a los otros miembros les causa un daño; y de no ser así, se podría producir conductas conflictivas, en el afán de lograr una diferenciación patológica.

Rol del terapeuta

En base a lo anterior, la conducta conflictiva según estudios puede tener origen por la dinámica de las interacciones familiares y aquellos conflictos se ven manifestados en el sueño, principalmente en la interpretación de los sueños. En este sentido el terapeuta la terapia psicoanalítica plantea que el rol del terapeuta se entiende de la siguiente manera:

“El terapeuta tiene un rol de facilitar la interacción […] ayudando a crear un clima de aceptación y tolerancia. Permanece bastante anónimo y objetivo, para que los miembros desarrollen proyecciones hacia él y otros miembros. Registra las señales de resistencia y transferencia e interpreta su s significados y ayuda a los miembros en el trabajo elaborativo de los aspectos deficitarios o conflictivos.” (Alvarez, 2009, p.128.)

A partir de esto el terapeuta debe dejar fuera todo los juicios frente a las problemáticas e intentar mantener una visión objetiva frente al paciente. No obstante, debe por sobre todo favorecer el vínculo con el paciente, por medio de una actitud espontánea. “Por tanto, la tarea del terapeuta sería mantener un equilibrio entre actuar de acuerdo con su rol y actuar de una manera expresiva y espontánea que permita el desarrollo de un vínculo de mutua identificación.” (Vergara, 2008, p. 90).

Ahora bien, el objetivo es que por medio de la interpretación de los sueños el paciente logre darse cuenta del posible origen de sus problemáticas o de su conducta conflictiva, de este modo que pueda enfrentar y solucionar aquellas circunstancias, las cuales, antes del proceso terapéutico, desconocía o pensaba que no era capaz de enfrentarlas. En base a esto Cruz plante: “El rol del supervisor (formador, en su analogía con el rol del terapeuta activo) será precisamente ser el impulsor del proceso, cuyo protagonista y centro es el terapeuta en formación. El supervisor lo impulsaría a ir más allá de lo que cree es capaz de hacer terapéuticamente.” (Cruz, 2009, p. 130).

En conclusión, es importante que el terapeuta conozca claramente cual es rol, tanto como un observador objetivo y sin prejuicios de la problemáticas, así como una persona que debe lograr tener un vínculo con el paciente; A partir de esta óptima realización podrá lograr un bueno contacto con el paciente y objetivo de tal modo que le ayudará a interpretar el contenido latente que el paciente presenta en los sueños y así descifrar las problemáticas de fondo que podrían ser la causa conductas conflictivas, las que suele relacionarse con problemáticas familiares.

Referencias bibliográficas

Falicov, C. (1991). Transiciones Familiares: Continuidad y cambio en el ciclo vital. Argentina: Amorrortu.

Sigmund , F. Obras completas tomo XIX, esquema del psicoanálisis, la interpretación de los sueños. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.

Minuchin, S. (1980). Familias y terapia familiar. México: Medina.

Salinas, R. (2006). Conductas afectivas, violencia y compromiso en la pareja tradicional chilena. Revista de humanidades, 14, 45-55.

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Torres, P., Martín, M,. Gómez, J. & Romero, E. (2003). Una propuesta de evaluación de variables familiares en la prevención de la conducta problema en la adolescencia. Psicothema, 15, 581 – 588.

Cruz, J. (2009). Enfoque estratégico y formación de terapeutas. Terapia Psicológica, 27, 129-142.