Vidas sinceras

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Rafael Llano menciona una frase muy interesante ¨El hombre tiende hacia la verdad como los cuerpos hacia su centro de gravedad¨, la búsqueda de la verdad es una cuestión constante en la vida del ser humano desde sus inicios. La razón por la que existe dicha pasión es porque fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, por eso, nuestra facultad más noble, nuestra inteligencia, se alimenta de la vedad explicando así nuestra búsqueda constante de ella.

El hombre tiende a padecer cuando de autenticidad se trata, elaborando una máscara que reluzca todas aquellas facultades que carece para así aparentar ante el mundo que es un ser perfecto. Existen distintos tipos de máscaras conocidas como: el pavo, el camaleón, el león, la zorra, el avestruz, etc. Éstas máscaras describen diferentes personalidades que la gente adquiere para no mostrar su verdadera identidad, pero en el interior cada uno que las utiliza es una persona insatisfecha porque le falta sinceridad. El motivo del constante uso de ellas es porque para ser una persona triunfadora se necesita de mucha dedicación, esfuerzo y lucha, pero no cualquiera está dispuesto a dar todo eso cuando puede crear una ficticia o de ¨cartón¨.

En el libro ¨Vidas sinceras¨ el autor da consejos de cómo mantenernos fieles a nosotros mismos y eso se logra a base de la autenticidad. Una personalidad no es fácil de descifrar ya que somos seres bastante complejos que tienden a no aceptar sus propias limitaciones y defectos. La meta es comportarnos cuando estamos solos de la misma manera que cuando estamos acompañados. El perfil de la autenticidad es la cumbre que emerge de la mentira, la hipocresía, la duplicidad y falsos sentimentalismos. Cuando tenemos el conocimiento verdadero surge la humildad, que es la verdad sobre nosotros mismos. De la aceptación sigue reconocer las circunstancias que nos limitan, afrontar los defectos que nos empobrecen y las virtudes que nos engrandecen. Aceptarnos exige definirnos, acentuar lo que somos y descartar lo que no, encarando un ideal y consiguiendo una personalidad.

En conclusión, la sinceridad es un valor muy importante en nuestra vida porque nos ayuda a descubrir nuestra verdadera identidad. Esa sinceridad transmite seguridad y credibilidad conduciendo a la realización de una vida plena.