Vulnerabilidad de los derechos y abuso sexual en la adolescencia

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♦ PARA RECORDAR!!!

• El abuso sexual se da SIEMPRE con asimetría entre abusador y abusado ya sea por edad, fuerza física, madurez mental, o autoridad por el vínculo.

• El abusador / agresor busca SIEMPRE la propia gratificación sexual.

• Sea cual fuere la conducta del menor, el responsable es siempre el adulto abusador.

•.El abusador se aprovecha del menor y explota su vulnerabilidad, debilidad, inmadurez, inexperiencia y la falta de información para su propio beneficio, sin importarle las consecuencias.

• El abuso siempre ejerce violencia y abuso de poder en el cuerpo y la mente de un Niño, Niña, Adolescente, aunque no se dé con violencia física.

“Un abuso no necesariamente implica contacto físico.”

• ¿Se puede detectar a tiempo la presencia de abuso o acoso de tipo sexual?

Existen signos físicos, que demuestran la vivencia de abuso sexual, además de los indicadores psicológicos, basados en el relato del niño.

Las señales de alarma que los menores suelen emplear para indicar abuso o acoso son:

- Verbalización directa del abuso o acoso.

- Hablar de partes sexuales o de actos sexuales, aunque no comprenda completamente el contenido (por ejemplo, por ser demasiado pequeño).

- Encierro en sí mismo; conductas regresivas (enuresis). Temor desmedido ante situaciones específicas.

- Angustia sin motivo aparente; cansancio o apatía permanente.

- Conductas agresivas persistentes.

- Aislamiento.

- Presencia de pesadillas frecuente.

- Mudez.

- No mira a la cara a la gente o habla mal de casi todo el mundo

- Si existe verbalización adecuada, la victima tiende a proteger al agresor o minimizar sus actos (algunas veces porque está amenazado o persuadido por el mismo agresor)

Dicho esto, es necesario aclarar que la mera presencia de estos signos no confirma en la existencia de un abuso. Para todos los casos, en que exista sospecha de abuso, un diagnóstico pertinente hecho por médicos y psicólogos, ayudará a la víctima y la familia a saber qué es lo que ha sucedido.

• Conclusión

La prevención del abuso y acoso sexual infanto - juvenil requiere un enfoque multisectorial. Los programas destinados a la prevención deben brindar por un lado, apoyo y herramientas a los padres para poder criar y contener a sus hijos, y por otro a los docentes, ya que muchas veces son los primeros en detectar conductas extrañas en los estudiantes.

Para evitar cualquier situación que comprometa la integridad de un menor, es recomendable promover la educación sexual tanto en la familia como en la escuela; orientar a los niños hacia el respeto y el cuidado del propio cuerpo y del cuerpo ajeno.

En la cotidianeidad de muchas personas y familias suceden actos abusivos más sutiles, que pasan inadvertidos y son menos palpables, no sólo en lo que respecta a la posibilidad de consentir o no tener relaciones sexuales sino en una infinidad de situaciones, comportamientos o actitudes no respetuosas de las necesidades, derechos e intereses de otras personas.

En muchas ocasiones, las victimas “se convencen” que ciertas expresiones de violencia están justificadas porque el agresor se ve desbordado a causa de su pasión intensa. Asimismo, hay que aclarar que un contacto físico sin consentimiento, que la invasión de la privacidad y la intimidad, representa un abuso.

Aprender a reconocer estas situaciones puede ser un buen comienzo en pos de prevenir relaciones que nos dañen o perjudiquen.

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Anexo I

Propuesta de trabajo

• Situación 1

“Paulina se acuerda muy poco de su infancia. Sin embargo, recuerda bien que, cuando tenía 10 años aproximadamente, el hombre que vivía con su mamá, un día, empezó amostrarle unas revistas y, mientras la tenía en su falda, le tocaba suavemente las piernas. Ella no entendía esto que pasaba y no sabía qué hacer”.

• Situación 2

“Oscar recuerda que a los 13 años, un conocido de su padre, en un momento en que quedaron solos, le empezó a hablar sobre las relaciones sexuales, preguntándole si él ya las había tenido e insistiéndole en que lo acompañara a la casa de unas ‘amigas’ para que lo hicieran ‘macho’ de una vez por todas”.

• Situación 3

“Ana tiene 13 años. Sus padres la envían con frecuencia a un quiosco de la esquina de su casa. El señor que lo atiende es muy conocido en el barrio. Todos lo quieren. El otro día, Ana fue a comprar y el señor, con la bragueta abierta, le mostraba con señas su sexo.”

• Situación 4

“A los 15 años, Raúl siente vergüenza de quitarse la ropa frente a sus compañeros del secundario cuando salen de una clase de Educación Física o cuando se juntan todos los varones y hablan de mujeres, de sexo, de cuánto les creció el pene y comparan entre ellos. Recuerda que, desde chico, su padrastro lo miraba cuando se desnudaba para ducharse o cambiarse”.

Situación 5

“Cati tiene 16 años y relata que el año pasado un tío, a quien hacía un tiempo no veía y que había ido de visita a su casa, la quiso besar en un momento en que se quedaron solos. Como ella se negó, él se enojó mucho y le dijo que ella lo había provocado”.

- En pequeños grupos, analicen 2 de las situaciones presentadas, tomando en cuenta los siguientes aspectos:

• El tipo de vínculo que tienen los chicos y las chicas con la o las personas adultas presentes en la escena.

• ¿Qué es lo que sucede: qué incomoda a estos chicos y chicas?

• ¿Qué sentimientos manifiestan