EL PSICOANÁLISIS DE SIGMUND FREUD. APLICAIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN
Enviado por poland6525 • 30 de Mayo de 2018 • 2.872 Palabras (12 Páginas) • 418 Visitas
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La teoría psicoanalítica es bastante amplia, los desarrollos que hizo Sigmund Freud a esta nueva ciencia fueron considerablemente extensos. Su genio así como su apasionamiento por esta disciplina que estaba en vías de desarrollo, lo condujeron a tratar de completar su obra. Mencionar todo lo que él aportó así como mencionar todos sus conceptos es una empresa imposible tanto de un solo texto, como de los que se imaginen.
Teoría de la personalidad
Existen principalmente dos explicaciones globales en la teoría de la personalidad desarrolladas por Freud, una es conocida como la primera tópica y la otra como la segunda. En esta primera tópica freudiana se señalan tres conceptos importantísimos en el entendimiento de los conflictos mentales; estos son el inconsciente, el preconsciente y el consiente. Estos son para Freud apartados de la mente, espacios que conviven entre si movilizando información, es decir pensamientos y sentimientos. En una ininterrumpida y constante interrelación.
Inconsciente ↔ Preconsciente ↔ Consciente
Esta separación se da por la intolerancia de ciertos pensamientos que son incompatibles con nuestra parte de la personalidad más consciente. Es como por ejemplo cuando alguien se dice a sí mismo, cuando se sorprende pensando algo incómodo: “ay por qué pensé esto”. Existe un cierto modo de selección entre lo que yo puedo aceptar como pensamientos “míos” y los que no van de acuerdo a mi personalidad.
En el inconsciente se albergan todos esos recuerdos que son penosos, vergonzosos, incómodos, intolerables y despreciables para la consciencia. Esa es la interacción entre consciente e inconsciente. El preconsciente por su parte tiene la función de ser un umbral entre ambos, la informaciónque se encuentre ahí puede devenir fácilmente tanto consciente como inconsciente, pero mientras está ahí no es ni uno ni lo otro. Es por ejemplo la información que sabemos que está ahí, pero no está al alcance con facilidad, como cuando reconocemos que sabemos el nombre de una persona o el fragmento de una canción y con un poco de esfuerzo lo traemos a nuestra consciencia. Esto es lo que sería un ejemplo de material preconsciente. De igual manera el contenido que está ahí puede devenir de acuerdo a un cierto tipo de selección preferiblemente cambiara inconsciente.
La segunda tópica se ve representada en 1923 con “el yo y el ello”, pero igual que lo anterior sus esquemas ya están regados a lo largo y ancho de sus escritos. Después de dividir la mente por decirlo así en tres espacios, de igual manera dividió la personalidad. Ello, yo y súper yo, son las fracciones de nuestra forma de ser en su conjunto.
El ello es “una de las tres instancias distinguidas por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico. El ello constituye el polo pulsional de la personalidad; sus contenidos, expresión psíquica de las pulsiones, son inconscientes, en parte hereditarios, en parte reprimidos y adquiridos”. El yo por su parte fue la parte más externa del ello, esa que tuvo contacto con lo socia, es decir con la realidad. Una realidad que fue imponiendo limitaciones al ello para cumplir con sus satisfacciones, es por así decir el yo es una parte domesticada del ello, o simplemente una parte modificada de él. El yo junto con el ello son pilares en el entendimiento del psicoanálisis, el conflicto psíquico la mayor parte del tiempo es por la lucha entre impulsos y defensas, los primeros vienen del ello y las segundas del yo. El yo se defiende de las necesidades del ello, por cumplir con las exigencias de los demás. “el yo aparece como el resultado de una diferenciación progresiva del ello por influencia de la realidad exterior; esta diferenciación parte del sistema Percepción-Consciencia, que se compara con la capa cortical de una vesícula de substancia viva: el yo”.
Después de introduce el súper yo. Este es una parte ideal del yo, se conforma de las partes más grandiosas de uno mismo, con las partes que uno quisiera tener de los demás, principalmente de los padres, una vez terminada cierta etapa de maduración el niño va a incorporar como suyas las partes más apreciadas de sus progenitores o cuidadores. Estas partes serían en nuestra personalidad: el súper yo. Pero la característica más importante de este es que se introyecta la severidad y las leyes sociales. El súper yo es la censura moral o autocensura que adquiere uno mismo. “clásicamente el súper yo se define como el heredero del complejo de Edipo; se forma por interiorización de las exigencias y prohibiciones parentales”. Es la consciencia que nos dice sin que estén nuestros padres presentes esto es bueno o esto es malo; pero esto se obtuvo de introyectar inconscientemente la personalidad de ellos, y ellos a su vez de sus padres. El súper yo nos dice Freud es una herencia. Esta es la herencia social más importante históricamente hablando, de ahí que seamos una especie “civilizada”.
Para terminar las principales concepciones de la subjetividad humana Freud apoya en dos ideas el planteamiento de las anteriores tópicas. La sexualidad infantil y el complejo de edip. En tres ensayos para una teoría sexual, quedan plasmadas las explicaciones de la evolución humana en términos puramente psicológicos. Apoyándose en la observación y en un basamento biológico Freud conjugó el desarrollo maduracional físico con el mental. Y concluyo con bastante lógica que las zonas principales en el desarrollo biológico tendrían una repercusión en el desarrollo psicológico. Por lo que categorizó cinco etapas:
- La etapa oral: esta está caracterizada por el placer que siente el niño al llevarse y manipular cosas con la boca, desde morder, mamar, etc. “El estímulo táctil de los labios y de la cavidad oral, por el contacto con los objetos y con la incorporación de los mismos produce placer oral erótico…” (Hall, C. 2006).
- La etapa anal: con la maduración del cuerpo biológico, los aspectos psicológicos sufren una mudanza, si antes la atención del niño estaba puesta en la boca, al notar que puede manipular y hasta obtener placer de otras zonas, esta se concentra ahí. “los niños que sacan partido de la estimulabilidad erógena de la zona anal se delatan por el hecho de que retienen las heces hasta que la acumulación de estas provocan fuertes contracciones musculares y, al pasar por el ano, pueden ejercer un poderoso estímulo sobre la mucosa” (Freud, S. 2007).
- La etapa fálica: es la etapa donde el niño se preocupa por sus órganos genitales. “Acariciar y manipular los órganos propios (masturbación) produce placer sensual. Al mismo tiempo hay una intensificación
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