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Freud v/s Rogers

Enviado por   •  5 de Diciembre de 2018  •  1.603 Palabras (7 Páginas)  •  254 Visitas

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Por ejemplo, el enfoque centrado en la persona concibe un “ideal del Yo”, como aquello por lo que el ser humano tiende a ser; en este sentido, el nivel de frustración o de neurosis, será proporcional a la lejanía, en el alcance del ideal del Yo, esto significa que entre mayor sea el número de metas (inalcanzable o imposibles), mayor es la frustración o neurosis que tiene cada ser humano; por el contrario, entre mayor sea el contacto que tenga con la realidad presente, más satisfecho y menos frustrado estará. Por su parte el “Yo falso” o también llamado el crecimiento de la falsa imagen personal, es aquella que el individuo concibe como lo que no es. En esté Yo falso se encuentran los conceptos que cada humano aliena o separa de su propia imagen, cuanto más grande es la distorsión, mayor es la posibilidad de cometer errores y causar nuevos problemas. En ocasiones, las maniobras defensivas (muy parecido a la represión y censura freudiana) no funcionan, entonces la persona queda expuesta a estados de pánico, angustia crónica, aislamiento y hasta psicosis. Rogers observó que con frecuencia, el comportamiento psicótico parece expresar un aspecto antiguamente negado de la experiencia propia. Por esto, él considera esencial que la persona recupere su dominio original.

A su vez el “Yo real” o el Self real, es aquello que cada individuo asume como propio y que es aceptado como parte de sus características; sin embargo, el Yo real es similar en algún sentido al Yo falso, en que asume como reales y propias imágenes o características que pudieran ser falsas o aprendidas. Por ejemplo, una persona que se considera poco atractiva y que se asume y actúa de tal forma, se relaciona e interactúa con el medio a partir de esa concepción, sin embargo esta auto-aceptación puede ser un aprendizaje que tuvo desde muy temprana edad y hasta el momento no ha cuestionado; estos son los tipos de información e ideas que las personas creen como propias y que no han discutido su veracidad.[2] El riesgo de esto, es tener una falsa imagen de sí mismo, con respecto a la realidad. Para Rogers, las relaciones personales constituyen las mejores ocasiones para desenvolvernos de manera plena, en armonía con nuestro Yo, el prójimo y el entorno.

En conclusión, la teoría Rogeriana, (aun cuando existen matices con respecto a lo que el aborda), vincula nuevos conceptos como la terapia de grupo y otras implicaciones en el área humanista, pero sigue siendo en su ADN, la teoría freudiana del Yo, ya que vincula al individuo con su ser interno y desarrolla y potencializa este Yo, a través del contacto con lo externo. La teoría Rogeriana, en este caso, hace simplemente fortalecer ese Yo, interno, intrínseco de cada ser humano y les da, las herramientas vinculantes con su entorno. Cabe destacar que en esta propuesta, el terapeuta no adopta una posición fija, ni tampoco le informa al “cliente”, lo bueno o malo, no emite consejos, simplemente conlleva al individuo a buscar dentro de sí mismo, el equilibrio que vincule su ser interno con su ser externo, en este caso es la búsqueda del Yo, concepto freudiano del psicoanálisis, que Rogers trae al presente. Así en más, nuestra postura, es decir, que Freud fue pionero en esta búsqueda de otorgarle al Yo, vínculo con el entorno interno-externo, también habla de las represiones y censuras, que Rogers trae en su teoría pero que sigue siendo freudiano. Para recalcar más el punto concebimos que, el Yo en el modelo psicoanalítico, en simples palabras, funciona buscando lo posible y lo conveniente, lo útil y lo necesario, lo realista y lo lógico, intentando así conseguir el equilibrio y la racionalidad de la persona. A su vez el modelo planteado por Rogers es más externo en su desarrollo, está más fijado en el ambiente que la terapia debe adoptar para la ayuda del individuo, que es ni más ni menos, que la cura de su Yo, ese Yo ya planteado por Freud.

Referencias bibliográficas.

Portuondo, Juan (1980), Introducción al Psicoanálisis, Ediciones Biblioteca Nueva.

Seelbach, Germán (2013), Teorías de la Personalidad, Ediciones Red Tercer Milenio.

Sarró, Ramón Dr. (1960), El Psicoanálisis Hoy, Ediciones Barcelona.

Frick, B. Willard (1973), Psicología Humanista, Editorial Guadalupe.

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