Grafo del deseo. Lacan

...

Entonces, se le presenta la posibilidad de construir algo: el fantasma ($ ◊ a) (es una fantasía que fija un objeto para cumplir la falta del Otro).

El deseo va a estar sostenido y reglado por el fantasma y le va a permitir al sujeto posicionarse de cierto modo ante el deseo del Otro. En el matema, el losange opera a modo de alienación y separación entre el sujeto y el objeto “a”. Este representa el objeto perdido operando como objeto causa de deseo, entonces a partir de éste, el fantasma va a funcionar a modo de un montaje subjetivo (el sujeto lo organiza) en el cual el sujeto queda identificado a ese objeto, recuperando el goce perdido en aquella primera pérdida.

El fantasma hace consistir un objeto donde no hay. Ese objeto sería como “una sonda detrás de la cortina”.

Dijimos que el Otro del segundo piso, no tiene con qué responder porque al ser deseante, no sabe lo que quiere y con lo único que puede responder es con el don de dar Amor. Dar lo que no se tiene, esto quiere decir que como el Otro ya no puede responder, responde con cualquier cosa y para esto el fantasma fija el objeto fantasmáticamente; es decir, que el objeto que se fija va cambiando.

Lo que la necesidad no se articula en la demanda queda a nivel de represión.

Debido a esto el Otro no podrá colmar la demanda, dado que ningún objeto responde a dicha demanda. Esto es el punto de pasaje al segundo piso.

La demanda no se satisface por completo, ya que la demanda está hecha del significante del Otro.