LA EDUCACIÓN EN FAMILIAS MONOPARENTALES Y FAMILIAS TRADICIONALES

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Tabla 1. Familias monoparentales según el estado civil de la persona de referencia

Ilustración 1. Familias monoparentales según el estado civil (2007)

Siempre han existido las situaciones de monoparentalidad, como la viudedad, las separaciones conyugales o la procreación fuera del matrimonio. Pero, la consideración social era bastante diferente a lo que es hoy en día. En cuanto a las mujeres viudas, se las consideraban castas y con un gran prestigio social afín de su independencia económica y personal, mientras que a las madres solteras estaban asociadas al desorden y descontrol, cerca de la prostitución. Sin embargo, estos dos conceptos de mujeres tenían un factor común habitual, la carga de los hijos; constituyendo así la forma más predominante de monoparentalidad.

Hoy en día, el concepto de monoparentalidad se asocia también a las mujeres –raramente los hombres- que desean tener hijos sin una pareja estable. El núcleo familiar monoparental, compuesto por padre/madre con hijos, aporta menores ingresos por lo que se caracterizan normalmente por una fragilidad económica.

Es probable que la intervención de las abuelas en estas familias sea más intensa, ya que suele ser más frecuente su presencia en el hogar lo que suele proporcionar ventajas para la madre a la hora de enfrentarse a sus cargas familiares, al mismo tiempo que trabaja.

No todas las familias proporcionan a sus hijos un ambiente óptimo para el desarrollo. El aprendizaje alcanzado y el grado de desarrollo depende, en gran parte, del clima familiar y del estilo educativo al que se ha visto sometido el niño. Así, respecto a la repercusión de la estructura familiar en el desarrollo infantil, cabe destacar que variables como el tamaño familiar o la presencia de ambos progenitores no tienen influencia en el desarrollo del niño. Sin embargo, lo que sí parece influir es la calidad de las relaciones interpersonales que existen entre los miembros de la familia.

Por lo tanto, el hecho de criar a un niño en una tipología de estructura familiar diferente a la tradicional no resulta perjudicial para él, ya que puede desarrollar sin problemas una personalidad psicológicamente sana. Sin embargo, cabe destacar la importancia de cómo se llega a esa situación monoparental, ya que puede tratarse de situaciones de viudedad, separación, divorcio, abandono, padre o madre solero, etc., que pueden ser complicadas de llevar, siendo el problema del desarrollo el ambiente familiar (situación hostil) y no el tipo de familia.

Es importante destacar la importancia del estilo educativo que la familia proporciona al niño. Existen cuatro tipos según la tipología de Baumrind en función de la exigencia y disponibilidad paterna hacia el niño, pueden ser: negligente, permisivo, autoritario y democrático.

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Así, el estilo democrático es el que produce los efectos más positivos en el desarrollo infantil: autoconcepto realista, coherente y positivo; autoestima y confianza; equilibrio entre obediencia e iniciativa personal; competencia social y prosocial dentro y fuera del ámbito familiar; disminución en frecuencia e intensidad de conflictos padres-hijo; y elevada motivación de logro, que se refleja en el alto rendimiento académico.

Se pueden encontrar diferentes tipologías en las familias monoparentales, uno de los criterios más importantes de cara a diferenciar las diversas realidades monoparentales es lo que algunos autores han denominado las “rutas de entrada” (cf. Leete,1978: 4; Rowlingson y McKay, 1998: 8) o “causas precipitadoras de monoparentalidad” (Rosenfeld y Rosenstein,1973: 132; Iglesias de Ussel, 1994b: 291). Tradicionalmente se han distinguido tres rutas posibles: a) la maternidad solitaria o extra-conyugal, b) la viudedad y c) la separación y/o divorcio.

Cabe destacar también las diferencias que surgen en cuanto a la tipología de hogar que aparecen fruto de la convivencia en esta situación de monoparentalidad:

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Por último, destacar la importancia de las distintas rutas de salida de la monoparentalidad:

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DISEÑO

OBJETIVO

El objetivo de nuestra investigación es descubrir si existe alguna diferencia en cuanto a la educación que recibe un adolescente en una familia monoparental comparado con una familia tradicional.

PARTICIPANTES

La investigación propuesta fue divida en dos grupos: la familia tradicional y la familia monoparental. Para llevarla a cabo, elegimos a cuatro hijos procedentes de familia tradicional y otros 4 hijos procedentes de familia monoparental; un total de 8 participantes.

La variable sexo fue controlada ya que seleccionamos el mismo número de mujeres que de hombres en cada grupo, para que así esta variable no pudiese influir en nuestros resultados.

Por otro lado, el rango de edad establecido ha sido entre los 20 y 30 años, de forma que quede controlada la variable edad y no pueda influir en nuestra investigación. Se les informó a todos ellos de que debían contestar a las preguntas pensando en la situación que vivieron cuando eran adolescentes.

Antes de empezar, se les explicó la forma adecuada de contestar y se les pasó un consentimiento informado donde se les explicaba en qué consistía nuestro estudio. El cuestionario se realizó de manera individual a cada participante, y en un espacio sin ruidos ni distractores que pudieran influir en su realización.

Para complementar la información del cuestionario, decidimos utilizar una entrevista semiestructurada de forma que los participantes pudieran contestar a preguntas abiertas, sin los límites del cuestionario, para obtener información que pudiera ser relevante en nuestro estudio.

INSTRUMENTOS/TÉCNICAS DE RECOGIDA DE DATOS

Para llevar a cabo nuestra investigación utilizamos los siguientes instrumentos:

- Consentimiento informado

- Cuestionario

- Entrevista semiestructurada

PROCEDIMIENTO

En primer lugar, los sujetos recibieron un consentimiento informado mediante el cual se les explicaba en qué consistía el estudio y para qué servirían los datos obtenidos.

A continuación,