“ El educador o educadora infantil responde a cuestiones que las familias pueden plantear en la entrevista inicial de escolarización".
Enviado por klimbo3445 • 28 de Agosto de 2017 • 1.049 Palabras (5 Páginas) • 962 Visitas
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En el caso de Carmen, 50 pesan-tallan menos que ella y 50 pesan-tallan más. Se halla en el medio de la tabla. Está dentro de la normalidad.
- Carmen tiene solamente los dientes incisivos centrales superiores e inferiores. ¿Debería tener más piezas dentales? ¿Cuándo deben comenzar a salirle a Luis cada una de las piezas dentarias?
Carmen debería tener, siempre según las tablas, los incisivos centrales, los laterales y premolares. A partir del 14-22 meses saldrían los caninos inferiores y superiores. De 24-30 meses los molares inferiores y superiores. Carmen lleva un retraso en la dentición, por lo tanto su maduración ósea lleva también un retraso.
Luis, por el contrario, todavía no tiene dientes y sus primeras piezas dentales deberán aparecer entre el 6-9 meses, los incisivos centrales inferiores. De 8-11 meses incisivos centrales superiores. De 9-12 meses incisivos laterales inferiores y superiores. De 11-14 meses premolares inferiores y superiores. De 14-22 meses caninos inferiores y superiores, finalmente, de 24-30 meses molares inferiores y superiores.
- Luis es un niño capaz de dormir 12 horas seguidas durante la noche, mientras que Carmen se despierta una vez(durante la noche)para tomar un biberón de leche. ¿Esta pauta de sueño es la que se produce de forma general en estas edades?
En los primeros días de vida las horas de sueño ocupan casi todo el día del bebé, a excepción de los momentos de cubrir sus necesidades (hambre, cambios de pañal). En el caso de Luis se trata de un niño que duerme algo más de lo habitual, ya que con su edad se suele dormir una media de 11 horas continuadas en la noche y unas dos siestas de 1-2 horas en la mañana y primeras horas de la tarde.
En el caso de Carmen lo ideal sería dormir una media de 12 horas seguidas durante la noche sin pausa de biberón y 2 horas de siesta. El hábito de un biberón nocturno no se considera bueno, afecta al desarrollo de la dentición y hace al bebé dependiente de dicha situación para conciliar el sueño, aunque sea a medianoche.
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