La disipación de la inocencia en los niños colombianos

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En los casos de abuso sexual, más que entrar a actuar e intervenir después del acto, estos se deberían de atender desde la prevención dentro de las mismas familias e instituciones escolares, los niños hay que formarlos en sus derechos y enseñarles a que estos deben ser respetados incluyendo sus decisiones y su inocencia. Igualmente, se les debe hacer conocer el nombre de sus partes íntimas, el funcionamiento y que no es normal si alguna persona los trata de tocar; hay que hacerlos conscientes de que nada de eso es un juego y además de que conozcan a cerca del acto o las estrategias que utilizan los agresores para entrar a realizar la agresión sexual como lo son a través del juego o por medio de regalos como duces y juguetes; todo esto se podría tomar como media de protección y prevención del abuso sexual infantil.

El abuso sexual deja secuelas significativas en la vida de cualquier ser humano, más aún a los menores al ser una población tan vulnerable, y estas marcas no solo son físicas sino también psicológicas, a partir de esta experiencia traumante se puede determinar el desarrollo de una personalidad retraída y solitaria o puede influir en la aparición de trastornos mentales en la adultez y/o conducta antisocial.

El control social es una manera en que los casos de violencia sexual pueden ser no solo atendidos después del acto sino también actuar de forma preventiva. A mi parecer, los dos tipos de control social tienen algunas falencias, por ejemplo en las instituciones de control social formal, el único medio de detección sobre los casos de abuso sexual, es la denuncia, esta solo puede ser efectiva y válida si se hace en las primeras 72 horas después del acto, adicionalmente se deben mostrar pruebas y esto es mejor si la víctima del abuso va al lugar sin haberse aseado el cuerpo, con la misma vestimenta y con otros objetos que puedan servir de evidencia para la investigación allí, los niños inmediatamente reciben atención de urgencia tanto física y psicológicamente. Entonces, se evidencia que las instituciones estatales realizan una atención inmediata a las víctimas después del acto, pero al pensar en el factor preventivo, no existen grandes acciones por parte de los integrantes de ellas, en gran medida estas instituciones deberían estar acompañadas de campañas que realicen una movilización social sobre este tipo de delitos que no solo afectan a los menores sino a toda la población, estas campañas preventivas se pueden realizar a través de publicidad televisiva, radial, periodística y en espacios empresariales, educativos y públicos.

Por el lado del control social informal, el impedimento más grande y significativo es que la mayoría de los agresores sexuales son cercanos a los niños y están al interior de las familias, y puede que en algunos casos los otros integrantes tengan conocimiento de los abusos que sufren sus niños y no denuncien por miedo u amenazas o porque no escuchan ni creen lo que los niños manifiestan, por eso mismo, al crear movimientos grandes dentro de la población colombiana, se logren des normalizar este tipo de delitos en las comunidades y que se cree una cultura de prevención sobre el abuso sexual infantil.

Referencias bibliográficas

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