Modulo Psicología Industrial
Enviado por Christopher • 26 de Diciembre de 2018 • 12.685 Palabras (51 Páginas) • 354 Visitas
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Las plantas de ensamblaje de autos y las fábricas textiles de hoy en día son muy diferentes a las de antaño, ahora tienen una automatización importante y un uso deliberado de robots para separar al operador humano del aburrimiento y del peligro del trabajo en la fábrica. Además, nuestra comprensión de la motivación ha progresado desde los gatitos en el piso de la fábrica hasta modelos elaborados que involucran las expectativas de los trabajadores, sus metas y sus sentimientos de competencia, así como una mayor variedad de tareas más interesantes que el trabajador puede realizar. En este módulo se consideran muchos modelos modernos de motivación en el trabajo así como la investigación y las teorías iniciales que llevaron a este punto.
BREVE HISTORIA DE LA TEORIA DE LA MOTIVACION EN LA PSICOLOGIA I-O
Las primeras teorías I-O sobre la motivación se fundamentan en la nación de los instintos, principalmente impulsadas por las teorías psicodinámicas de la personalidad, como el notable enfoque de Sigmund Freud. Se pensaba que los instintos eran tendencias innatas que dirigían la personalidad. Se decía que un individuo se dedicaba a alguna actividad (p.e. trabajo) debido a un instinto económico, pero la existencia de instinto interfería de la dedicación de ese individuo al trabajo. Este enfoque se consideró inútil debido a su naturaleza circular. Además del problema de la circularidad, pues la teoría del instinto enfatizaba las causas internas de la conducta, ignoraba en gran medida la interacción entre el individuo y su ambiente.
El término “instinto” fue reemplazado gradualmente por términos como necesidad, motivo e impulso (Vilteles, 1953). Maslow (1943) propuso una teoría de las necesidades que sustituyó a una cantidad infinita de “instintos” por un conjunto específico de necesidades. Como los instintos se pensaban que las necesidades eran innatas y que estaban universalmente presentes en los humanos. Gracias a una amplia investigación con animales (estudiando hambre y sed), los impulsos se definieron como los equivalentes no humanos de los motivos y necesidades. La teoría de necesidades de Maslow permitía que el ambiente jugara un papel en la conducta motivada al sugerir que cuando un conjunto de necesidades era satisfecha por las fuerza conjuntas del ambiente, se activaba el conjunto de necesidades del siguiente nivel. Propuso cinco necesidades básicas abarcando desde las físicas hasta las estéticas. Se cubrirá su teoría con más detalle en el siguiente módulo.
Por el tiempo en el que la teoría de las necesidades de Maslow era ampliamente conocida, el conductismo de B.F. Skinner (1938) también se convertía en una fuerza poderosa. El enfoque conductista puso énfasis en la conducta y dirigió la actividad sobre el ambiente en vez de sobre cualquier otra “necesidad interna” o instinto. Los desacuerdos entre los conductistas y los no conductista se conoció como la controversia “natura versus natura” (educación innata vrs. aprendida). Otros enfoques también aceptan la influencia del ambiente, pero de una manera mucho menos mecánica que la sugerida por los conductistas. Un ejemplo de esta aproximación fue la teoría de campo de Lewin que proponía que diversas fuerzas en el ambiente psicológico interactuaban y se combinaban para arrojar un curso final de acción (Lewin, 1935, 1938). Se pensaba que cada fuerza tenía una “valencia” (parecidas a las valencias de los elementos químicos) que traían o repelían al individuo. La aplicación del enfoque de Lewin en la industria se le conoció como dinámicas de grupo.
En 1940 y 1960 la lucha por la preeminencia de la teoría de la motivación estaba entre los conductistas y los teóricos de las necesidades. Para 1960 la aparición de la psicología cognoscitiva produjo un cambio radical en la batalla por la superioridad en la motivación. Surgieron nuevas teorías de motivación que enfatizaron los procesos de pensamiento y de toma de decisiones del individuo. Las teorías actuales de motivación son mayormente cognoscitivas en sus fundamentos. Las diferencias entre ellas están más relacionadas con que es lo que piensan las personas al elegir cursos de acción, en vez de disputar si el pensamiento entra o no en la motivación.
METAFORAS DE LA MOTIVACION
Dado el número de citas de término motivación en la literatura, no le sorprenderá saber que se han propuesto cientos de teorías motivacionales en los últimos 100 años. Estas teorías pueden ser clasificadas en grupos como las teorías conductistas, las teorías de las necesidades o las teorías cognoscitivas. Diversas teorías han aparecido a medida que la investigación ha esclarecido la dinámica motivacional.
Para mostrar cómo se ha modificado el pensamiento motivacional a lo largo del tiempo, se expondrán las teorías en el orden en el que ha ido apareciendo.
Weiner (1991,1992) sugirió que la mejor manera de entender la amplia variación de las teorías motivacionales, así como la evolución del pensamiento motivacional, era mediante el uso de metáforas. Una metáfora intenta esclarecer un concepto oscuro o difícil mediante ejemplos. Cuando decimos que un supervisor tiene una “mente de acero” no esperamos que al abrir el cráneo de esa persona nos encontremos con un cerebro de acero. Sino que tratamos de decir de alguna manera que tal supervisor tiene una excelente memoria o que es impecablemente lógico o que tiene muy claras sus metas. El punto es que una vez que un invento o tópico se encuentra en la pantalla del rada del supervisor (¡otra metáfora!), no desaparecerá por accidente. Weiner sugiere que todas las teorías motivacionales puede describirse por una o dos metáforas: la persona como máquina y la persona como dios. En su referencia a dios, Weiner no se refiere a algún significado religioso en particular, sino a la idea de una entidad más capaz que la mayoría de los humanos. Más allá de estas dos metáforas, han surgido algunas submetáforas a medida que la teoría motivacional ha madurado. Se examinarán estas metáforas con detalle en la siguiente sección, pero puede servir tener un mapa del camino (Véase tabla 6.1) antes de iniciar.
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Fuente: Weiner (1991, 1992)
LA PERSONA COMO MÁQUINA
Las maquinas tienen las siguientes propiedades: Tienen partes que interactúan, tienen una función, sus conductas/ acciones son reflexivas e involuntarias y las desarrollan sin percatarse conscientemente; en vez de esto, sus acciones y reacciones están controladas por la activación de estímulos.
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