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SÍNTESIS: INTRODUCCIÓN A LA PSICOGERONTOLOGÍA

Enviado por   •  30 de Mayo de 2018  •  1.470 Palabras (6 Páginas)  •  307 Visitas

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de ello es sociocultural.

Los estudios sobre el tema reafirman la idea de la constancia de la personalidad. Sin embargo, los cambios en ésta pueden deberse a los acontecimientos totales de la vida de cada quien. Para no verse desplazado, es necesario un forzoso ajuste al medio. El desarrollo de la personalidad en la vejez estriba en la interpretación, asimilación y reacción personal de los acontecimientos, en conformidad con la historia y las vivencias propias.

2. El final de la vida. Contexto social de la muerte.

La idea de la muerte es abrupta para la mente, y ésta, durante años, la rechaza sin querer ocuparse de ella; llena de un gran misterio pues nadie puede transmitir la vivencia de esa lección. A pesar de que la muerte no entra en los cálculos del humano, ésta le es, cada día, más próxima como límite de su yo; el sujeto siembre buscará esperanzadamente trascender más allá de su fin. Ante la posibilidad de alargar la vida ilimitadamente, hay que decir que el ser humano ni siquiera podría soportar una permanencia eterna en el mundo pues la considerará una condena. Las vivencias más generales ante la muerte son angustia y miedo.

Aspectos de la muerte. Para certificar una muerte física hay que recurrir a la biología por medio del encefalograma, así mismo, la gran mayoría de personas asocian muerte con vejez. El anciano experimenta la muerte social por la cesación de su rol e identidad social, como resultado se da una excusión y soledad, carente apoyo social, pérdida de interés en toda actividad. La muerte psíquica refiere un sentimiento de pérdida y aflicción ante la muerte; la eutanasia, el testamento de vida y las residencias paliativas, son el resultado de intentar aliviar el final de los enfermos.

Kübler-Ross menciona cinco fases ante la propia muerte o duelo: 1) Negación, es la incomprensión de hecho doloroso, sin deseos de asumirlo; 2) Ira y Rabia, se experimenta sentimiento de culpa, resentimiento y furor contra otros y/o Dios; 3) Negociación, es mecanismo que pretende negociar el pasado a cambio de ser virtuoso; 4) Depresión, ante la pérdida de esperanza se acepta lo inevitable, 5) Aceptación, termina la lucha de duelo, se da resignación y paz. El anciano debe atender tareas previo a su muerte, como aclarar diversos aspectos para no afectar más a los demás y prepararse para el desenlace haciendo una revisión interior.

Las actitudes que ante la muerte pueden adoptarse suelen ser: creerla como punto de referencia vital; como una pérdida negativa; vivencia positiva y plácida; y, como tránsito a otra vida. La primera actitud se da cuando se considera la muerte como parte del proceso humano y, todo se hace con la pretensión de traspasar los límites mortales; es decir, la muerte es un factor decisivo en la constitución de la vida. Por otro lado, el sentimiento de pérdida de la realidad física, la incapacidad de cumplir planes, o imposibilidad de tener más experiencias personales, es vivido como algo negativo, que ha de desembocar en sentimiento de temor y ansiedad ante la propia muertes. Así mismo, una actitud positiva se da cuando la muerte se le anhela, pues se ve como un placentero descanso ante las fatigas y desfallecimientos, como un obligado sueño reparador. Morir constituye un instinto, una necesidad, y su satisfacción debe ser placentera, se aceptará con alivio y tranquilidad.

La ansiedad y el miedo, que puede experimentarse ante la muerte, pueden evolucionar en relación a distintas variables: Las personas más equilibradas interiormente se adaptan mejor al miedo ante la muerte; a mayor nivel de educación menor nivel de ansiedad o miedo; las mujeres presentan más ansiedad; la falta de buena salud, opaca el placer de vivir; a mayor nivel económico, mayor ansiedad; la religiosidad puede aportar mayor o menor satisfacción a la vida y a la muerte, por la fe en la existencia en otra vida definitiva; en la senectud puede verse con menos angustia y ansiedad pues se asocia vejez con muerte.

La polémica sobre la eutanasia no es fácil de superar, por razones morales, deontológicas, religiosas y afectivas. Se entiende como eutanasia pasiva el dejar fallecer naturalmente a la persona; en cambio, en la eutanasia activa o suicidio asistido, se busca la muerte de una persona enferma para acabar con el sufrimiento. Son muchas razones en contra y a favor de la eutanasia activa, que lleva a exigir que ésta cuente con controles rígidos y de medición psicológica.

Bibliografía consultada

Yuste, N., Rubio, R., Rico, M. (2004). Introducción a la Psicogerontología. Madrid: Pirámide. pp. 134-145 y

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