“ El Temor a Dios y al poder del estado: diez lecciones bien aprendidas desde la niñez mexicana decimonónica ”

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En los segundos dos temas, las manifestaciones visuales del poder, y un mundo de sonidos estratificados. El autor hace buen uso de su habilidad descriptiva y relativa ya que pude trasladarme a la época y ver de manera imaginaria todo el contexto tan dramático y desproporcional que el mismo relata en su escrito. Jamás había estudiado o leído algún artículo semejante, y te pone en perspectiva lo que te han enseñado siempre con la realidad o mejor dicho la historia vista desde otros ángulos. Es sorpréndete ver de manera consiente como un simple sonido significaba tanto.. y como las grandes elevaciones de los edificios más importantes transmiten un mensaje claro que recuerda a los ciudadanos el peso que tienen en la nación.

En el subtema, el impacto de la institución educativa, y en el subtema de, los castigos; me dibujó de manera muy clara el papel que jugó la iglesia como controladora de la educación aún en la sociedad, y como reforzaban su monopolio a través de las mismas clases que impartían sus maestros en las aulas, y como marcaban la superioridad o el respeto elevando los estrados de los mismos en símbolo de poder, y cuando se desobedecía, cuestionaba o enfrentaba, incluso cuando se ignoraba el poder se era acreedor de un castigo, siendo este de índole físico para amedrentar y controlar la conciencia del niño.

En el tema el catecismo como arma política, pude analizar objetivamente el como la religión controla la conciencia, y como de manera inconsciente orillan al obedecer y no sublevarse a la autoridad, forman a ciudadanos prácticamente conformistas y amenos a la impunidad de los poderes.

En general el texto es claro y muy ilustrante, ayuda a observar la época desde otro vértice y dirigir los análisis por otras aristas para construir así nuevas ideologías o escenarios del pasado, que hoy me ayudan a comprender mejor el porqué del presente.

EJEMPLO ACTUAL DEL CONTEXTO

Sin duda lo expuesto por el autor refiriéndose aquella época no vaga mucho de la realidad actual del país, hoy contamos con una sociedad más civilizada pero las diferencias son las mismas, mientras los ricos visten con ropas de firmas europeas, los pobres apenas podemos comprar mudadas nuevas cada mes, ellos traen los mejores automóviles, mientas uno usa el servicio público, la iglesia sigue teniendo autoridad en las conciencias de la mayoría de la población, y el sistema educativo del país está diseñado para fomentar aún estas ideas y diferencias, con respecto a los castigos igual si uno no desfila con la idea de los poderosos tendrá que correr el riesgo de perder hasta la propia vida.