El siguiente tema a tratar en el trabajo es el Trabajo Infantil.

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Jesús, quien refleja a la perfección la personalidad de su Padre, demostró de manera excepcional el amor profundo que Dios siente por los niños. Cuando los apóstoles, en un intento equivocado de ayudar a Jesús, trataron de impedir que los padres les llevaran a sus hijos pequeños, él, indignado, los corrigió. [1]“Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él” (Marcos 10:13-16). Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

Los niños son sencillos, son humildes, saben perdonar y pedir perdón. No temen decir lo que sienten, piensan o imaginan. Dentro de esta sencillez va implícita la pureza, esa limpia mirada que ve todo como importante, valioso, como un tesoro por descubrir. Se dejan enseñar, no siempre tan fácilmente, y por lo mismo escuchan las correcciones. Los niños siempre están alegres, no andan preocupados por la imagen que los demás tienen de ellos, sólo les importa lo que están haciendo en el momento, sin importar las manchas de sus manos o cara, el estado de su ropa o su desordenado cabello. Y es así como Jesús, siempre habló de ellos, siempre los defendió ante cualquier adversidad. En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: [2]"¿Quién es más grande en el Reino de los cielos?". Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: "Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo". (Mt 18, 1-5)

Consideramos que los niños son inapreciables tesoros y regalos de Dios. Por ende, estamos convencidos de que deben satisfacerse plena y competentemente sus necesidades físicas, emocionales, psicológicas y espirituales. El cuidado de los pequeños que Dios nos confía es para nosotros una responsabilidad importantísima. Es de vital importancia que los niños asistan a la escuela y estudien, para luego poder afrontar el futuro que les espera. El pensamiento de la Iglesia frente a esta situación es claro y preciso. Los derechos de los niños deben ser respetados y todos debemos contribuir para ello, combatir a nivel nacional e internacional todo lo que pueda hacerles daño, tanto físico como mental.

Por cada niño que vemos trabajando en la calle, hay muchos otros que no vemos, en el campo, en la casa o en talleres. El trabajo los somete a esfuerzos para los que no están preparados, los daña, los impide jugar, aprender en la escuela y les deja huellas para siempre. Detengamos el trabajo infantil y respetemos los derechos de los niños. Es tarea de todos.

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BIBLIOGRAFÍA

Módulo de Teología; Universidad Católica de Salta; Facultad de Economía y Administración; Carrera de Licenciatura en Comercialización; Año 2017.-

LEVORATTI, Armando J.; TRUSSO, Alfredo B. El libro del pueblo de Dios, La Biblia. Madrid. San Pablo. 2008

http://es.catholic.net/

https://www.unicef.org/argentina/spanish/publi_Ley26390.pdf

http://www.ilo.org/buenosaires/temas/trabajo-infantil/facet/WCMS_221784/lang--es/index.htm

http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_574731/lang--es/index.htm

https://tn.com.ar/internacional/el-papa-francisco-el-trabajo-infantil-es-una-plaga_394368

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