DÉFICIT FISCAL Y POLÍTICA FISCAL EN COLOMBIA
Enviado por monto2435 • 30 de Diciembre de 2018 • 2.982 Palabras (12 Páginas) • 372 Visitas
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La regla fiscal, trae grandes discusiones y controversias que exigen su eliminación argumentando, que debido a la situación actual de los mercados del petróleo y de las exportaciones, con menores ingresos, esto obligaría al Estado a una expansión del gasto público con un mayor endeudamiento, pero la filosofía de este instrumento de política fiscal es evitar un mayor endeudamiento de la nación. Nuestra economía, siempre ha tenido una tasa de ahorro público y privado muy mínima, si se quiere llegar a lograr altas tasas de inversión, el Estado colombiano necesita traer al país capital extranjero, el cual llega si la economía y la normatividad interna cumple con ciertos criterios que son muy atractivos a los grandes capitales foráneos; por ello se necesita conquistar y conservar la confianza de los inversionistas en nuestro país. El instrumento ideal es la regla fiscal que hace más fácil y transmite credibilidad al inversor; al apegarse a la norma y cumplirla, las autoridades conservan el grado de inversión de la deuda pública de Colombia y un bajo riesgo soberano, fundamentales en un flujo de recursos constantes y frescos de inversión extranjera a niveles de tasas de interés atractivas.
Es básico estudiar y colocar remedio a las bajas tasas de ahorro interno, tema importante en momentos de crisis económicas internas y/o globales, por que ayudan a sostener el gasto público y la demanda interna, para frenar la desaceleración económica. El actual estancamiento y crisis económica, por la que está atravesando la nación, no es culpa de la regla fiscal; este instrumento necesita seguir mejorando para incentivar el ahorro interno público, en vez de quitarlo del actual ordenamiento normativo del país.
La ineficacia de las autoridades económicas y fiscales del país para lograr ahorro público, se debe al desequilibrio en la distribución del ingreso, a la falta de la cultura de la calidad en la producción de bienes y servicios, como también a una deficiente distribución de los recursos internos de inversión pública. Por tal condición, más la forma ineficiente del Estado en la provisión de los bienes y los servicios públicos, más el exceso de injerencia en la economía, más el fenómeno de la corrupción en todos los niveles de la estructura jerárquica de la administración pública y su gran incapacidad para redistribuir el ingreso de manera equitativa, han sustraído dinamismo y vitalidad al desarrollo social y económico del país.
Se recalca que el primer trimestre del año 2017, se ha cumplido la meta del recaudo de impuestos, proyectada después de aprobarse la impopular reforma tributaria que elevo el IVA al 19% en diciembre del año 2016, el mercado interno reduce sus proyecciones de crecimiento para el año en curso, hasta el Banco de la República dio un paso de suma importancia en la misma dirección y tiene la expectativa que este año 2017 el PIB llegue apenas a un 1,8%. El pronóstico más realista de crecimiento de la economía en Colombia en este año sería cercano al 1%, como consecuencia del efecto negativo en el gasto de los hogares colombianos, que produjo el incremento en la tarifa general de IVA que paso del 16% al 19%; los pésimos resultados de la industria, del comercio, del sector de la minería que fue una de las locomotoras que impulsaría la economía en el gobierno del presidente Juan Manuel Santos (programa de gobierno), de la mala percepción por parte de los consumidores y del pesimismo que ronda a la economía del país debido al costo del proceso de paz y al debate político entre Álvaro Uribe y el presidente, que ha provocado inestabilidad interna y mala percepción del país en los mercados internacionales, todo lo anterior ha llevado a una bajonazo de la inversión.
Todo lo anterior es una sumatoria de causas, debido al choque que recibió la economía nacional como secuela del descenso en picada de los precios del petróleo y a una reducción del ingreso real durante los últimos años, que ha impactado a los hogares colombianos y lleva a ser más prudentes a sus miembros a la hora de gastar. También se tiene énfasis en el comportamiento de la tasa de inflación para el año 2017 y año 2018, que los analistas de la economía la atan a las tasas de interés del Banco de la República, estas tasas las autoridades del banco central las bajan, pero el mercado bancario y los mismos bancos privados no les interesa hacer esa transmisión de un costo más bajo del dinero al mercado interno, ocasionando con esto un elevado costo del dinero que repercute en la competitividad de la producción nacional. El mercado proyecta que el Índice de Precios al Consumidor descienda hasta un nivel que podría ser inferior al 4% hasta mitad de este año, terminaría el año 2017, con una inflación entre 4,2% y 4,6%.
A fin de lograr que en efecto, el país crezca a niveles superiores al 2% que se tuvo en el año 2016, el Estado, le quiere adicionar al presupuesto, la suma de $7.7 billones como adición presupuestal, que le darían oxigeno e impulso a los sectores más golpeados por el estancamiento de la economía en este complicado año 2017, como también se pretende sacar la suma de $1,5 billones al Fondo de Ciencia Tecnología e Innovación, con el fin de utilizarla en la construcción de vías terciarias, el arranque de las vías de Cuarta Generación y la aplicación del plan Colombia Repunta.
Para lograr la meta, el país tendrá que efectuar un ajuste mayor para lograr la meta de déficit de 1% sostenido hasta el año 2022, debido a los mayores déficits a que viene sometido la nación, que provocaría en un futuro cercano posibles mayores ajustes fiscales, dolorosos para el pueblo colombiano, que implicaría más presión sobre sus ya menguados ingresos familiares, para que la administración central pueda llegar a cumplir con la proyección de la Regla Fiscal en el largo plazo, que en el 2028 se pretende que el déficit fiscal llegue a la cifra del 20% del PIB; el déficit fiscal de 3,6% corresponde a cerca de $33 billones y una disminución de apenas 0,4 puntos porcentuales con respecto al déficit de 4% que se registró en el 2016 y que equivalía a $34 billones. Se da un panorama oscuro debido a falta de demanda en la economía, la confianza de la población en esta ha bajado demasiado; el gobierno tiene poco espacio de maniobra para aplicar estrategias que reactiven la dinamica económica, el crecimiento será muy bajo en el año 2017, para el siguiente año 2018, se tiene la expectativa de mejorar un poco, pero no llegaremos a tasas de crecimiento del 4.5% que fue en los momento de mayor auge, cometiéndose el error grave de no fomentar el ahorro privado y público.
Las encuestas de Fedesarrollo, dan un nivel de confianza negativa del consumidor, lo que conlleva,
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