Ensayo museo de la memoria chile

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Se deja a modo de reflexión, en cuanto a la importancia del contexto histórico en este tema, el cruce de dos frases, “un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro” (memorial estadio Nacional) y “El no contar la historia sirve para perpetuar su tiranía” (Dr. Dori Laub).

En la sociedad actual chilena se puede apreciar con suma claridad las repercusiones que dejó la dictadura en la memoria de las personas, en la forma de pensar, en el miedo que lentamente disminuye con el paso de los años y principalmente en cómo las nuevas generaciones comprenden los hechos acontecidos en el régimen dictatorial, donde se puede apreciar una escasa o nula educación con respecto al tema. Los jóvenes, principalmente de escasos recursos, pierden cada vez más el interés por conocer acerca del tema, aun cuando critican fuertemente la dictadura, principalmente por haber crecido en entornos que se vieron afectado por los problemas de ese periodo donde predomina el odio y descontento hacia la autoridad policial y militar y en muchos casos hacia la política en general. Basta con dar un vistazo a poblaciones de menores recursos y que se vieron afectadas por estos hechos en el pasado, que por lo demás concentran la gran mayoría de la población joven, para dar cuenta de las “cicatrices” sociales que dejo el régimen, abundan los murales memoriales con leyendas revolucionarias y de odio a la autoridad, por lo que los jóvenes crecen con esta visión en extrema critica que, en ocasiones, se ve acentuada por la herencia familiar.

Si bien es cierto existen muchos lugares populares que conmemoran y recuerdan a los afectados por las violaciones a los Derechos Humanos, son pocos los jóvenes que se ven motivados a conocer una pincelada más acerca de la violencia que afectaba a muchas personas a lo largo del país. El museo de la memoria va enfocado a combatir esta falta de educación de carácter moral y social, apostando como el proyecto estrella y más eficaz para crear conciencia y educar en materia de cultura de los DD.HH. Sin embargo al visitar el museo, ubicado justo en frente de un parque con bastante afluencia de público, queda al descubierto la poca cantidad de visitantes que llegan hasta este edificio. Si bien es cierto durante sus primeros años de funcionamiento el museo mantuvo una buena recepción de público, este ha decaído en los últimos años por lo que su principal función de alcance social se ve profundamente afectada lo que realza las críticas por los montos de dinero estatal destinados a la mantención de este establecimiento pensando en que no se justifican tales inversiones más aun considerando que se trata de una institución privada. La juventud y las nuevas generaciones, que constituyen el segmento objetivo del museo, pierden interés por conocer estos lugares, en ocasiones, por la sencilla razón de no conocer de su existencia. Entra dentro de sus responsabilidades como institución fomentar la visita al museo y más aún lograr que los jóvenes de hoy se interesen y formen conciencia sobre los hechos que marcaron al país y a la sociedad en que vivimos.

En síntesis, se puede considerar que la función pedagógica del museo se ve afectada por la limitación del contexto histórico tomando en consideración que se proclama al museo como el mayor proyecto para lograr una educación a nivel social, en comparación con los demás monumentos memoriales presentes, principalmente, en la capital, con respecto a las violaciones de los derechos humanos. Como se expuso anteriormente, la historia y el contexto que rodea a los actos de violencia imperante durante la dictadura comprende una parte importante del proceso de aprendizaje ya que otorga sentido y coherencia a las memorias y testimonios que se exponen en el museo. Por lo demás no se puede desestimar el hecho de que la historia y la memoria, si bien se pueden comprender por separado, al momento de presentar hechos concretos estas se complementan. Por otro lado la misión de alcance social que tiene el museo, se ha perdido conforme avanza el tiempo, ya que la afluencia de público que recibe el museo ha disminuido en gran cantidad en comparación con los primeros años posteriores a su inauguración. En cuanto a esto es preocupante el escaso conocimiento del museo entre la juventud y el bajo interés por conocer más allá de lo que se les presenta en el diario vivir en torno a este tema. Esto nos da para entender que contextualizar las violaciones de los DD.HH ayudaría a comprender mejor los hechos, mejorar la función educacional que se pregona sobre el museo e inclusive ayudar a fomentar la visita e interés de las nuevas generaciones potenciando así la eficiencia de la misión esperada. No se puede desestimar la importancia histórica que conlleva “hacer memoria”.