Europa: Globalización y Nacionalismo
Enviado por Jillian • 28 de Diciembre de 2018 • 1.776 Palabras (8 Páginas) • 312 Visitas
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Esta crisis económica no ha afectado a Europa de la misma manera, las economías de los países del sur, mucho más inestables que las economías de los países del norte, han sufrido un proceso de recesión sin precedente que fácilmente ha puesto en cuestión el sentido de la Unión, así como su funcionalidad. Prácticamente casi todos los países del Mediterráneo han estado al límite del colapso financiero con primas de riesgo altísimas o directamente han tenido que ser intervenidos por las instituciones europeas debido a su inestable situación. Cuando un Estado Miembro era intervenido, las instituciones europeas ponían como condición a su rescate unas medidas presupuestarias restrictivas, obligando al país en cuestión a reducir en una cantidad notoria su gasto público (ya sea en educación, sanidad o investigación científica). Ante esta posición de la Unión Europea surgieron en los países del sur movimientos políticos que querían recuperar la soberanía nacional perdida (o secuestrada) por las instituciones europeas. Estos movimientos; Podemos (España), Movimiento Cinco Estrellas (Italia) y Syriza (Grecia) proclamaban en sus discursos que iban a reformar la Unión Europea porque algo estaba funcionando mal, vistos los resultados y las consecuencias a nivel humanitario de los desastre económico producido por la especulación financiera de unos pocos. Aún recuerdo, en el verano de 2015, las banderas de Grecia ondearse en medio de Plaza Sintagma, ocupada desde hacía meses y llena en esa ocasión debido a la proximidad de un Referéndum, que prácticamente decidía si aceptar o no las duras condiciones de la Unión a cambio de permanecer o no en la suma de naciones. La imagen más triste de ese viaje fue la cantidad de perros que vi a lo largo de esa semana paseándose por Atenas, con sus collares de colores, como buscando a sus amos, no por carencia de cariños (había sobrepoblación de mendigos) si no por la desesperación del hambre.
Por otro lado, la crisis económica en los países del norte de Europa ha tenido como consecuencia un minoritario pero cada vez más extenso nacionalismo populista que fundamenta su discurso en una política migratoria mucho más restrictiva y un plan económico basado en el fomento del trabajador nacional antes que cualquier otro individuo. Partidos como El Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia o Alternativa por Alemania encabezar una lista de partidos que mantienen muchas similitudes en cuanto a sus discursos populistas, xenófobos y antieuropeístas. Cabe decir que otro factor muy importante ha aparecido en el escenario político europeo en los últimos años que Felix Duque no pudo analizar (al menos con tanta exactitud). Hablo del terrorismo islámico como principal aliciente de la proliferación de discursos xenófobos, que llegan en ocasiones a manipular la realidad hasta acabar culpando a las propias instituciones europeas por haber promovido la entrada de refugiados y haber dejado entrar a migración extraeuropea no deseada. Este tipo de discursos tiene mucha fuerza entre las clases bajas-medias que se han visto afectadas por la crisis económica y ven en el extranjero, en el otro, un enemigo que quiere apropiarse de lo que es suyo. La fundamentación de esta retórica es totalmente inexistente, ya que son discursos basados en el odio irracional, argumentos extraídos de casos particulares que se extienden y generalizan al resto de casos. ¡Como si todos los españoles fuéramos igual de corruptos o todos los musulmanes fueran a ponerte una bomba en el concierto al que vas a ir el próximo fin de semana! Ante esta crisis de seguridad nacional, los Estados han reafirmado su autonomía y han tratado de evitar con sus propios medios que ocurra otro ataque terrorista, es decir, en materia de seguridad nacional aún sigue habiendo un resquicio de autonomía independiente, no siendo esto un impedimento a la posible cooperación internacional entre los miembros de la Unión.
CONCLUSION
¿Qué deberíamos esperar sobre el futuro de esta península de Asiática?¿Contemplamos de aquí a cincuenta años una Europa más unida? Quizás el perseguir al arco iris sea esto que hacemos, perseguir un halo de luz inalcanzable, un ideal irrealizable. Quizás el ser humano no es capaz (todavía) de promover una sociedad más cooperativa sin antes eliminar ciertos lastres que impiden su desarrollo. Para un comunista sería el capital y el ansia burguesa de ganar plusvalía, fruto del trabajo ajeno. Para un fascista faltaría orden, mucho orden. Para un elitista de los de verdad, de los que creen que las personas son o inteligentes o estúpidas, la solución pasaría por suprimir la democracia porque hay gente que no tiene verdadera conciencia de su voto (la única acción política que importa de la masa). Encuentro tantos pretextos para no creer en la cooperación mundial que pierdo la esperanza, la ilusión, cuando al levantar mis ojos de los libros, encuentro la realidad.
Ya que a Felix Duque le encantan las paradojas he escogido una imagen que es una representación de la hipocresía idealista de los miembros de la Unión, al ahogar infinitamente a países como Grecia, origen inicial de las Ideas que forman el lema de ésta institución de instituciones.
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