Globalización e internet: las nuevas fronteras

Introducción

La globalización es un fenómeno que por varios años ha entrado en debate en torno a si es un acontecimiento reciente o de tiempos remotos. El periodista polaco Ryszard Kapuściński, en su libro, Los cinco sentidos del periodista (2006), explica cómo estas dos teorías pueden ser abarcadas para dar a entender un solo fenómeno. En primer lugar, Kapuściński para explicar la primera hipótesis toma como referencia a la escuela histórica e infiere que la globalización es un proceso trascendente que se erige desde la homogeneización y se extendió cuando Cristóbal Colón descubrió América en 1492. En segundo lugar, la segunda hipótesis donde se expone que la globalización es un fenómeno nuevo en la historia de la humanidad, se exponen tres argumentos para manifestarlo. Primero este acontecimiento empieza desde finales de la guerra fría. Puesto que esto causó la división de oriente y occidente. Posterior a ello, a finales de la segunda guerra mundial, cuando el mundo quedó dividido se empezó a pensar en el término “globo”. A finales de 1980, el sociólogo británico Roland Robertson comenzó a utilizar este término en el sentido moderno. El segundo argumento expone que la revolución electrónica fue un evento importante para realzar la globalización, ya que acabó con las barreras del espacio/tiempo y permitió que el hombre se comunique globalmente. Por último, La victoria de las vertientes liberales del sistema capitalista fortaleció dicho término por la libertad de mercado independiente y esto puso fin a las fronteras. En conclusión se puede afirmar que la segunda teoría es la más aceptada en la actualidad.

Conociendo anticipadamente los orígenes de la globalización se puede entender a mayor profundización la definición de este fenómeno. Según el profesor y economista indio Pankaj Ghemawat, la globalización es un proceso de integración transfronteriza. Sin embargo se debe optar por conocer, que aunque pareciera que vivimos en una completa globalización, se puede comprobar por datos puros y reales que hay un 10% a 25% de globalización. Tomando como referencia los flujos transfronterizos donde la circulación de bienes que Ghemawat mide son las exportaciones, las telefonías, las migraciones, etc. Por ende, se puede afirmar que el mundo aún está “semiglobalizado”.

Actualmente, se puede apreciar que estamos en la era digital y de información, esto también es gracias a la globalización y a los factores anteriormente expuestos. Según el sociólogo y economista Manuel Castells:

“Asistimos a una de las revoluciones tecnológicas más extraordinarias de la historia, diría la más importante. Es una revolución centrada en las tecnologías de la información y la comunicación, lo que la hace mucho más importante que la revolución industrial en cuanto afecta el conjunto de la actividad humana.” (...) (Castells, 2000, p 43)

Es importante conocer lo que la globalización produce en esta generación que presenta nuevos cambios tecnológicos y culturales que forja una nueva sociedad ligada a los medios digitales y cómo produce cambios en los factores políticos y sociales de un país. Por eso, este trabajo de investigación está destinado a dar a conocer los efectos de la globalización en el aspecto político, económico y social. Además, tomar en cuenta los medios tecnológicos de la actualidad. Por otro lado, se abordará también los aportes que dicho fenómeno ha producido en el Perú y los medios de comunicación basado en la globalización.

Globalización e internet: las nuevas fronteras

Aproximación histórica (Tiempos históricos)

La globalización se produce después de la guerra fría al expandir sus fronteras para incrementar los recursos que se perdió en la guerra. Y posterior a eso, se fue extendiendo por todo el mundo por las necesidades de expandir los mercados y de internacionalizarse. Luego se hizo más fuerte por la revolución electrónica que rompió con el esquema “espacio-tiempo”, la cual es una barrera para la globalización. Y los medios digitales que se propagaron después, inundaron el mundo.

Antes de la guerra fría, el mundo estaba dividido por países que presentaban muros y fronteras que remarcaban su nacionalidad. En ese estado era imposible que los países fueran más allá de sus fronteras y que se extiendan los mercados. Cada país, ya sea de primer mundo; de segundo mundo o tercermundistas, tenía su propia forma de vida política, económica y social.

Según Emeterio Guevara Ramos (2011), lo que derrumbó a estas fronteras fueron tres factores. En primer lugar, los cambios en la manera de comunicación; es decir, la democratización de la tecnología en diversos países, surgido en la revolución electrónica.

(...) “Estas innovaciones han hecho posible que millones de personas en todo el mundo se conecten e intercambien información, noticias, conocimientos, dinero, actos comerciales, etcétera. Por eso ésta era de la globalización es diferente a todas las anteriores y es por ello que la democratización tecnológica globaliza la producción queriendo decir con lo anterior que hoy todos podemos ser productores.” (Guevara, 2011)

Estos cambios tecnológicos se volvieron sumamente importantes para los avances que en la actualidad sostenemos. Puesto que, son el génesis de una generación completamente basada en la tecnología y los medios de comunicación para una cultura nueva.

En segundo lugar, los cambios en la manera de invertir o la democratización de las finanzas; esto se define como la expansión de mercados que se adjudicó en el mundo. Este factor comenzó a finales de los setenta con la creación de “papeles comerciales”. Estos eran bonos que las empresas repartían al público para generar más ingresos. Esto funcionó durante un tiempo. Sin embargo, en los 80’s es cuando la democratización de finanzas rebasó los estándares y explotó. Comenzaron las deudas externas hacia E.E.U.U. No obstante, Nicholas Brandy, secretario del Tesorero de los Estados Unidos, creó una solución revolucionaria para este problema. Esta consistía en que las deudas de América Latina fueran convertidas en bonos respaldadas por los gobiernos de Estados Unidos. Estos bonos siguieron en el poder de los bancos o los vendían al público en general con una tasa de interés superior a la normal. De allí el cambio, cualquier persona podía adquirir una parte de la deuda de cualquier país latinoamericano. Entonces, Estados Unidos realizaba préstamos a países que tenían buen desempeño económico. A los que no, simplemente vendían sus bonos y colocaban su dinero a los países con