LA MÚSICA Y LA GRAMATICA.
Enviado por Kate • 16 de Enero de 2018 • 2.911 Palabras (12 Páginas) • 338 Visitas
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Justificación: Debes tener cuidado con los defectos
- La gramática y la sintaxis, incluso la fonética, forman ese afinador básico que puede servir de referencia al lector y a quien le escriba, que permite templar las cuerdas de la guitarra y la piel de los timbales. Contra sus normas -o sin ellas- nadie podrá interpretar ni componer una sinfonía literaria. Además, quien lo intente habrá de conocer las leyes de la armonía, que, en cuanto atañe al lenguaje, sólo la lectura y la reflexión pueden enseñarnos.
Idea primaria: La gramática y la sintaxis, incluso la fonética, forman, puede servir de referencia al lector y a quien le escriba
Idea secundaria: No podrás ir en contra de las normas
Justificación: Debes conocer las leyes de la armonía, gramática y sintaxis
- Pero la gramática no está de moda. Ya Miguel de Unamuno se burlaba de la necesidad de aprenderla: "Dicen que a los españoles nos hace mucha falta aprender gramática, cuando lo que necesitamos es tener qué decir"; y el autor de Niebla proclamaba además la inutilidad de esa asignatura "para escribir y hablar con corrección". Sin embargo, según lo explicado más arriba, tras aprender gramática probablemente se tendrá más que decir porque se habrá ganado capacidad de razonar.
Idea primaria: tras aprender gramática probablemente se tendrá más que decir porque se habrá ganado capacidad de razonar.
Idea secundaria: la gramática no está de moda
Justificación: Debes saber escribir y hablar para expresarte correctamente, y de esa manera razonar.
- Ahora bien, puede interpretarse también la música "de oído", mediante el conocimiento instintivo de las leyes de la afinación y los acordes. No hace falta estudiar gramática para "escribir y hablar con corrección" como no hace falta aprender solfeo para tocar la flauta. Pero al final el resultado musical del aficionado deberá coincidir, si se trata de música afinada, con las normas que habría cumplido el más educado intérprete de cámara. Ni uno ni otro podrán pulsar una nota re si se acompaña de un acorde de do mayor. Porque disuenan. Así, un buen autor de novelas tal vez no haya aprendido en la escuela gramática y sintaxis. Pero no podrá escribir sin ellas.
Idea primaria: No hace falta estudiar gramática para "escribir y hablar con corrección
Idea secundaria: Se deben cumplir las normas para hablar y escribir bien
Justificación: no podrá escribir sin ellas.
- Un prestigioso crítico español se quejaba recientemente de que algunos de sus colegas se hubieran convertido en unos "censores gramaticales" que persiguen a determinado autor de éxito internacional. "Es una vieja, arqueológica tradición: el fundador de tal linaje fue don Diego Clemencín, autor en el siglo XIX de un grueso comentario alQuijote, donde, entre otras cosas, señalaba con fruición los errores gramaticales de Cervantes -fruto de 'una negligencia y desaliño que parece inexplicable'- que el bueno de don Alberto Lista, que era más inteligente, trató de atenuar arguyendo que los tales errores no lo eran en la época de don Miguel. Clemencín ha sido padre de un linaje abundante, que en este fin de siglo ha tomado como uno de los blancos predilectos de sus censuras a Javier Marías, cuyo éxito internacional tiene, al parecer, difícil perdón. Pero sucede, qué le vamos a hacer, que la crítica literaria nada tiene que ver con el análisis gramatical"2.
Idea primaria: censores gramaticales “Es decir que se dedican a ver los errores gramaticales”.
Idea secundaria: la crítica literaria nada tiene que ver con el análisis gramatical
Justificación: Siempre habrá alguien que te haga ver los errores gramaticales
- ¿Y cómo no? ¿Cómo no va a guardar alguna relación con el sonido y la afinación esa redundancia del verbo tener, presente en dos frases consecutivas, en la que, al final de nuestra cita, incurre el propio crítico literario? ¿Cómo no vincular un análisis sobre la actuación de un cantautor con los desatinos que hubiera cometido el trompetista de su grupo, o él mismo con su propia voz? El crítico musical podrá hablar en justicia de que las canciones del artista gozaban de una magnífica construcción de letra y partitura, pero luego deberá matizar que no resultó agradable escucharlas al haber sido ejecutadas ante el público.
Idea primaria: Se podrá hablar en justicia de que las canciones del artista gozaban de una magnífica construcción de letra y partitura
Idea secundaria: no resultó agradable escucharlas al haber sido ejecutadas.
Justificación: Así como se construye se debe ejecutar
- En estos casos, los integrantes del bando en-el-fondo-todo-da- igual suelen aportar como ejemplo de autoridad los errores gramaticales de Baroja o Galdós, sin duda geniales escritores. Pero, en fin, uno habría disfrutado mucho más de La busca si don Pío hubiera corregido algunas notas musicales que, sin añadir fuerza expresiva, restaban armonía a su discurso. Y añadiré que, leída la obra de Baroja -especialmente- durante los años del bachillerato, para mí supuso una enorme contradicción: por un lado, las teorías y las correcciones que aplicaba el profesor de lengua; y por el otro, los elogios que se dedicaban a don Pío en la clase de literatura. Sin ninguna crítica gramatical. Frente al descuido de muchos autores de hoy en día -herederos de esa desatención de algún antecesor, incluido el propio Cervantes, algunos de cuyos despistes sí eran errores en aquel tiempo-, cómo no disfrutar con la finura léxica y sin táctica de Miguel Delibes, que se permite juegos inolvidables como hacer que Lorenzo, el curioso personaje protagonista de Diario de un emigrante, use siempre la expresión vulgar "en pelotas", mientras que cuando escribe Delibes en su papel de narrador acuda siempre a la fórmula "en pelota" opción culta que casa con la etimología de "piel" de la cual procede, y que enlaza con la más amplia "en pelota picada" 3.
Idea primaria: cómo no disfrutar con
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