Posconflicto en Colombia.

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Lo que usualmente ocurre durante un conflicto es que la atención y una parte importante de los recursos del Estado se invierten para resolver el conflicto y los temas de seguridad y criminalidad, mientras que las políticas sociales, económicas y de buen gobierno quedan en segunda prioridad. Haciendo que lo urgente no de tiempo para lo importante. Es importante crear la consciencia de que la paz es una responsabilidad de todos y no solo del Gobierno y las instituciones. Solamente dentro de esta perspectiva de cooperación entre el Estado y todos los sectores de la se pueden llenar buena parte de esas expectativas de cambio y transformación. Pero, sobre todo, dentro de esa perspectiva de trabajo conjunto por la paz, todos se sienten partícipes de la construcción del nuevo país y asumen la responsabilidad que les corresponde.

Todos los ciudadanos y sectores sociales deben entender que el posconflicto no es un proceso de años, sino de décadas. No solo que se requiere el aporte de todos, sino que en muchos casos hay que emprender reformas estructurales del Estado y cambios de actitud en la población que toman años o décadas. Claramente el sistema educativo es clave para la paz. Es en los colegios y en las familias donde se forman las nuevas generaciones de colombianos con valores y cultura de paz. No es solamente dejar las armas, sino también el odio. No es solamente desmovilizar, sino las cadenas de intolerancia que se han creado. Se necesita el respeto en las diferencias de raza, genero, religión, educación, posición socioeconómica, ideologías, todas. Sin ello, la paz no es más que un discurso vacío.

Es un desafío para el posconflicto lograr que cada persona sienta que la paz le necesita directamente. Si no hay ciudadanos que la asumen como propia, diciendo esto es conmigo, no hay paz. Habrá un proceso de fin del conflicto, pero no un escenario para la construcción de una paz sostenible.

Desde hace años vivimos un proceso de paz silencioso con las más de 1.000 desmovilizaciones voluntarias que se dan cada año de hombres y mujeres, muchos de ellos menores de edad, que se entregan a las autoridades. Aún sin acuerdos con las FARC y el ELN, el Estado ya está atendiendo miles de ex guerrilleros de esos grupos. Para llevar a cabo un proceso exitoso de posconflicto hay que crear unión nacional. Que existan objetivos comunes construidos entre todos. Y que no se trate de acuerdos solamente en la cúpula de las organizaciones políticas, Se trata de una unión incluyendo a las diferentes organizaciones sociales nacionales y regionales que surgirán como parte del posconflicto.

Bibliografía: Periódico EL PAIS, Periódico del TIEMPO.