Potencialidades de desarrollo turístico sostenible en las zonas rurales de Extremadura-SIGTUREX

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Con este SIG es posible detectar las debilidades que posee el sistema turístico en Extremadura, pero también las fortalezas. Con la utilización de esta herramienta, es posible determinar las oportunidades de desarrollo que ofrece el territorio.

Con el fin de obtener unos resultados idóneos para efectuar una planificación del turismo rural en Extremadura, se ha realizado un análisis en distintas fases:

- Integración de recursos territoriales turísticos: integración de los recursos turísticos disponibles en Extremadura. Establecimiento de un primer marco de actuación donde se observan las áreas que disponen, al menos, de la oportunidad de afrontar un desarrollo turístico. Las zonas con mayor potencial turístico se centran sobre todo en la zona norte y, en general, en todos los espacios de montaña.

- Implementación de la oferta de alojamientos y volumen de plazas: gran concentración de alojamientos en las zonas de montaña o en las proximidades de espacios de interés paisajístico. Por tanto, el potencial disponible se aprovecha en buena parte de los municipios implicados.

- Detección de áreas óptimas: Se han implementado en SIGTUREX los recursos territoriales, naturales y culturales, la oferta de alojamientos rurales y todos los municipios que disponen con una población de derecho inferior a los 5.000 habitantes. El resultado es que existen tres zonas (Valle del Jerte-La Vera; Villuercas-Ibores; Sur de Badajoz) aptas para la puesta en marcha de actividades turísticas.

Centrándonos en el análisis espacial se observa que buena parte de Extremadura ofrece potencialidades suficientes como para implantar una oferta de casas rurales, si bien, en numerosos espacios, no se halla suficientemente explotado, como en el sur de la provincia de Badajoz, en el sureste de la provincia de Cáceres (coincidiendo con las comarcas de Villuercas e Ibores) y, sobre todo, en el norte de la provincia de Cáceres.

Podemos deducir que en estas áreas, la falta de iniciativa privada, unido a la pasividad de los organismos locales y de la propia sociedad, da lugar a un “desperdicio” de las potencialidades turísticas que ofrece la zona, enfocándolo desde un punto de vista sostenible, máxime si se tiene en cuenta que no se tiene aún una sensibilización hacia la protección de los recursos, ya sean naturales o culturales, y no existe una planificación que trate de orientar cuando menos el desarrollo de dichas actividades.

Para concluir, la implementación en un SIG de los principales recursos turísticos con que cuenta Extremadura, así como la ubicación de la oferta hotelera y complementaria, ha permitido efectuar de forma muy rápida un análisis de la situación actual de esta actividad y, sobre todo, ha facilitado la planificación de la misma en áreas que cuentan con unos importantes recursos. Por este motivo, podemos concluir afirmando que el SIG es una herramienta válida para planificar el turismo en un espacio concreto.