Agua potable en Loreto

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En la actualidad, también se está estudiando la incidencia del consumo de arsénico en los problemas de tiroides.

Consumimos el arsénico a través del agua. No sólo de la que tomamos, sino de la que usamos para cocinar alimentos. Al hervir el agua, los sólidos se concentran y el nivel de arsénico asciende por eso es importante usar agua sin arsénico también para cocinar.

Según la Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Argentino, el nivel de arsénico en el agua de consumo debería ser de 0,01 miligramos por litro. Pero en muchas provincias del interior (como Santiago del Estero), el agua que llega a los hogares a través de las empresas provinciales de agua, de las redes municipales o de los pozos privados tiene más arsénico que el recomendado.

Una de las provincias con más problemas es Chaco. Por ejemplo, en el departamento Libertad, el agua tiene una concentración histórica de arsénico de 0,85 mg/l según informa la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.

RECOMENDACIONES PARA EL USO DEL AGUA EN EL HOGAR

Es recomendable no tomar ni cocinar con agua de la canilla, sino utilizar agua envasada de buena calidad o filtrada, el problema es que una familia tipo puede llegar a gastar entre 400 a 700 pesos o más en agua envasada mensualmente.

Otra alternativa son los purificadores de agua. En los últimos años, esta industria sacó al mercado una nueva variedad: los filtros especializados en captar arsénico. Hay algunos más caros (3.500 pesos) y otros más accesibles (900 pesos).

Si bien este tipo de filtros remueven el arsénico el problema es que los purificadores no duran para siempre. Tienen una vida útil variable. Duran entre 6 y 12 meses según la cantidad de agua que se consuma por día y la cantidad de arsénico que tenga el agua originalmente.

Todas estas alternativas marcadas parecen una posible solución hasta poner en cuenta el tipo de nivel económico que existe en la ciudad de Loreto, muchas familias no pueden darse el lujo de invertir en estos aparatos solo porque lo verdaderos responsables no quieren tomar cartas en el asunto.

Es necesario ver el problema a fondo y mirar hacia abajo, justamente en las tuberías de la ciudad.

INVESTIGANDO LA RAIZ DEL PROBLEMA.

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Hace dos años el diario EL LIBERAL realizó una nota sobre el agua potable en la ciudad de Loreto, el fin de dicha nota era conocer el problema del mal estado del agua en la ciudad, habiendo ya antecedentes de personas que terminaron perjudicadas por consumir el agua y otras cientos de denuncias de parte de habitantes de la ciudad que ni siquiera cuenta con el servicio.

La nota se centró en la planta potabilizadora de agua que se encuentra en la ciudad, sin embargo con el correr de los días y al ir juntando información se llegó a la conclusión de que la planta funcionaba perfectamente, eso quería decir que el verdadero problema del agua provenía de otro lugar.

En charla con los ingenieros encargados del funcionamiento de la planta se llegó al problema, la planta potabilizadora funcionaba correctamente (lo cual se podía comprobar bebiendo el agua purificada justo después de que terminara el proceso de potabilización) el verdadero problema comenzaba una vez el agua abandonaba la planta, el agua viajaba a través de las tuberías hasta las casas que contaban con el servicio y es allí, en dicho trayecto donde el agua se tornaba extraña, con olor y en pocas palabras “sucia”, todo esto era debido al mal estado de las tuberías que según los ingenieros de la planta, para tratar ese problema el municipio se vería obligado a hacer una gran inversión que por supuesto nunca se hizo.

CONCLUSIÓN

Una vez conocido el verdadero problema sobre cómo el agua llegaba en tan mal estado a las viviendas, es necesario dejar de focalizar cómo problema a la planta de agua potable y ver el verdadero problema, las tuberías de la ciudad, algo que podría haberse evitado años atrás realizando mantenimientos.

El descuido por parte del municipio ha desatado un problema inmensamente mayor al pensado en primera instancia debido a que la solución al problema ahora se encuentra muy alejada.

La solución sería reparar o cambiar las tuberías de la ciudad, o quizás las zonas más afectadas para que el agua (sobre todo en el verano donde se nota más la problemática) llegue en mejor estado, ahora la pregunta que surge en todas las personas de la ciudad, ¿es el municipio capaz de realizar una inversión semejante para solucionar el problema?, la respuesta la tienen unos pocos, pero las esperanzas las tienen muchos.