¿Cuándo se produce el verdadero “Hundimiento”?

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Finalmente, tras el desembarco aliado en Italia en 1943 y la estabilización del frente en la llamada “Línea Gustav”, a la altura de Montecasino, comportó la necesidad de abrir otro frente en Europa occidental. De este modo, respondiendo a las demandas soviéticas de la necesidad de abrir otro frente, se produce el desembarco de Normandía el día 6 de junio de 1944, el llamado “Día D”. Los soviéticos se mostraron muy críticos con lo que entendieron un “retraso” en la apertura de este frente afirmando, una vez acabado el conflicto, que el desembarco no se materializó hasta que las tropas soviéticas no comenzaron a ganar terreno de forma constante en el frente oriental, queriendo evitar así, los aliados, una toma unilateral de Alemania por parte de la Unión Soviética por razones diplomáticas y de captura de tecnología alemana usada durante la guerra.

Es en este contexto donde se produce el verdadero “Hundimiento” del III Reich. El régimen que tuvo en vilo a todo el planeta durante cuatro años, comienza a desmoronarse de una forma lenta pero inexorable. Como se indica al final de la propia película, el número de muertos en los últimos momentos del conflicto entre comienzos de 1944 y la primavera de 1945, se producen más bajas, tanto civiles como militares, que durante el resto de años del conflicto.

De esta situación, de que la guerra no augura nada bueno para Alemania y de que era necesario desalojar a Hitler del poder para evitar una catástrofe aún mayor de la que había a principios de 1943, eran conscientes muchos altos cargos dentro de las fuerzas armadas alemanas. Esto nos lleva al primer elemento que pretenderemos analizar de la película; la desconfianza de Hitler hacia sus oficiales y su psicosis respecto al riesgo de atentado.

La desconfianza de Hitler: intentos de asesinato y golpes de Estado

Los intentos de asesinato o conspiraciones sobre la persona de Hitler se cifran en cuarenta y dos[1], desde que fue “fichado” por la policía alemana tras el Putsch de Munich de 1923 hasta que muere en el búnker de la cancillería del Reich el 30 de abril de 1945. Es este búnker, en el que se ubica la mayor parte del filme, en el que podemos observar la extrema seguridad de la que se hacía rodear Hitler, quien no dejaba llevar a nadie armas en su presencia, ni siquiera a sus oficiales más cercanos.

Lo cierto es que Hitler había sido objeto de atentados que casi consiguen acabar con su vida. Algunos fueron importantes como el de 8 de noviembre de 1939, llevado a cabo por un civil y los de 17 de diciembre de 1943 y 11 de marzo de 1944, ambos planeados y defectuosamente ejecutados por oficiales de la Wehrmacht. De este continuo riesgo y, de su propia y creciente paranoia, Hitler se refugió cada vez más en espacios como la famosa “Guardia del Lobo” o el búnker de la cancillería del Reich, espacios donde se sentía más seguro.

Probablemente el más conocido y más perfectamente orquestado y ejecutado es el atentado de 20 de julio de 1944, liderado por el coronel Claus von Stauffenberg. También es el más “cinematográfico”, pues ha inspirado a diversos filmes, entre ellos uno reciente llamado “Valkiria”. Este sobrenombre de “Valkiria”, hace referencia al golpe de estado que acompañaría al asesinato de Hitler. La Wehrmacht se haría con el poder evitando que así lo hicieran las SS de Himmler. El golpe, por poco, fracasó, pero acentuó aún más el carácter desconfiado con sus oficiales de Hitler. No obstante, hay algunas personas, las cuales, al igual que el propio Hitler, son protagonistas en la película, ya que nunca abandonaron al fürher pese a su avanzado deterioro psíquico y, especialmente, psicológico.

A continuación, procederemos a hacer un breve análisis de estos jerarcas nazis.

Hermman Göring y la obsesión de Hitler: la Luftwaffe.

H. Göering nace en 1893 en el seno de una familia aristocrática prusiana. Comienza su carrera militar a los diecisiete años y combate en la I Guerra Mundial como aviador. En este conflicto, vuela con uno de los ases y pioneros de la aviación como Manfred von Richthofen. Bajo las órdenes de este icono de la historia bélica alemana, Göering termina la guerra condecorado.

Göering sigue volando y se integra en el Reichswehr, es decir, el ejército alemán habilitado tras el Tratado de Versalles. Será uno de los primeros oficiales en adherirse al movimiento nacionalsocialista. Se afiliará en 1922 y tomará parte en el Putsch de Múnich de 1923 resultando herido.

En 1933, con el ascenso de Hitler al poder, Göering será el encargado de crear el cuerpo de policía política del Reich, es decir, la temible Gestapo. A su vez, en 1935 con la restauración del servicio militar en Alemania, Hitler encarga a Göering como condecorado aviador, la formación del nuevo ejército del aire alemán.

La Luftwaffe

Tras la I Guerra Mundial, el Tratado de Versalles prohibía expresamente a Alemania la formación de un ejército de aire. Pese a ello, el régimen nacionalsocialista promocionó, durante los años 30, la formación de clubes de vuelo y aviación deportiva. Esto constituía una tapadera de lo que tanto Hitler como Göering tenían en mente: un nuevo y poderoso cuerpo de aviación alemán.

Los primeros grupos de formación de vuelo se encontraban dentro de las juventudes hitlerianas bajo la asociación de deportes aéreos de Alemania. Aprovechando la oportunidad que presentaba la mencionada tapadera, H. Goëring comenzó a incorporar nuevos modelos de aviones. En 1935, se reinstaura el servicio militar y se lleva a cabo una exhibición aérea en Londres en enero de este mismo año. Al ver que no hay una reacción o condena internacional contra esta aparición de la aviación alemana, se hace pública la creación de algo que llevaba años gestándose, el nuevo ejército del aire alemán.

En 1936, se produce el escenario perfecto para que la inexperimentada pero moderna Luftwaffe pruebe y desarrolle su armamento. Así, la Luftwaffe interviene en la Guerra Civil Española a través de la “Legión Cóndor” probando algunos de sus nuevos y posteriormente famosos prototipos como el Junkers 87 “Stuka” o el Messerschmitt Bf 109. Se observan también los primeros bombardeos masivos contra la población civil en el siglo XX, como en el caso de Guernica en 1937 y, posteriormente y como se ha descubierto recientemente, de diferentes pueblos de la zona del Maestrazgo en Castellón[2].

Con la invasión de Polonia, los 4000 aviones desplegados por la Luftwaffe se convierten en una