DISCRIMINACIÓN RACIAL Y ESTADO DE DERECHO”
Enviado por karlo • 22 de Marzo de 2018 • 1.532 Palabras (7 Páginas) • 363 Visitas
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Algunas fueron la resolución 1997/74, de 18 de abril de 1997, de la Comisión de Derechos Humanos; la resolución 52/111, de 12 de diciembre de 1997, de la Asamblea General, y las resoluciones posteriores de esos órganos sobre la convocación de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, y recordando asimismo las dos Conferencias Mundiales para Combatir el Racismo y la Discriminación Racial, celebradas en Ginebra en 1978 y 1983.
En 2001, la Conferencia Mundial contra el Racismo elaboró el programa más amplio y autoritativo de lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia conexa: la Declaración y el Programa de Acción de Durban. No cabe duda de que el mayor logro de la Conferencia fue la renovación del compromiso internacional con el programa de lucha contra el racismo.
Actualmente el gobierno tiene obligaciones para asegurar la protección contra todo tipo de discriminación.
Con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los artículos 6, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, someto a consideración de este pleno el siguiente decreto:
Iniciativa con proyecto de decreto que adiciona un título vigésimo séptimo con un artículo 430 al Código Penal Federal
A pesar de las evidencias abrumadoras, en nuestro país se sigue negando la existencia de prácticas de discriminación racial. Nadie en México admite ser racista, así como nadie quiere verse más oscuro de lo que la aceptación social exige.
La discriminación racial es negada en América Latina y que este afán por ocultar o encubrir el racismo dificulta las medidas efectivas que pueden tomarse para erradicarlo. La igualdad, sea racial, de género, étnica, religiosa u económica, dista aún de ser vista en la región como un requisito esencial y fundacional de la democracia. Todo acto de racismo es, por lo tanto, negado "aquí no estamos en Europa donde queman a los migrantes", interpretado "decir que los indios no tienen cultura no es racismo, es que no tienen acceso a la escuela" o justificado "sí, se les metió a la cárcel, pero no entendíamos qué decían, no hablan español".
En México ser indio es sinónimo de ser inculto y portarse como ranchero es demostrar timidez.
En nuestro país hay un elevado índice de discriminación, “en principio por lo cultural”.
El racismo es una creencia, una imaginación de las diferencias creadas en provecho de unos cuantos contra el pueblo, para justificar sus privilegios y agresiones. El racismo en su esencia expresa prejuicios desfavorables, repugnancia, miedo, desconfianza, desprecio, hostilidad y odio hacia el pueblo, como mecanismo para esconder el estado de dominación, opresión y explotación que se ha cometido contra nuestro pueblo".
El gobierno debe de emplear con justicia lo que es el estado de derecho, esto es con la finalidad de que poco a poco se vaya acabando este gran problema de discriminación racial. El Estado de derecho implica un gobierno que proteja la vida cotidiana, no sólo en las leyes escritas, los derechos fundamentales de todos como la vida, propiedad y libertad, y castigue a todos los que los violen.
La justicia, dar a cada quien lo suyo, sólo es posible, sin caer en el caos de que cada quien la trate de hacer por propia mano, en un Estado de derecho.
En la actualidad la idea del Estado de derecho está aceptada sin ningún tipo de oposición.
Los defensores de los derechos humanos ven el Estado de derecho como una herramienta indispensable para evitar la discriminación y el uso arbitrario de la fuerza, pero aunque se vea de esa forma, el hecho de que se lleve a cabo en si es lo que cuenta, el gobierno debería de empezar por hacer conciencia sobre las decisiones que toma y las acciones que realiza.
Cuando un gobierno protege los derechos de unos y permite su violación a otros por su posición social, ideología, raza, grupo político o credo, no hay Estado de derecho. Y cuando el gobierno es el primero en violarlos hay dictadura o despotismo.
Tampoco hay Estado de derecho cuando se permite que un ciudadano o grupo busque restablecer sus derechos violados por propia mano.
Concluyo que La vida merece respeto. Nadie tiene derecho a humillar ni a despreciar a otra persona, porque al fin y al cabo, seamos negros, blancos, de la India, o indígenas todos somos iguales, seres humanos. Cada cual merece un trato con dignidad, a ejercer nuestros derechos humanos plenamente. Y que con tu consideración a los demás, le ofreces, un recompensa a la vida en lo que tiene de hermoso, de maravilloso, de diferente e inesperado. Es una declaración de respeto hacia una mismo.
“Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad”
Herbert
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