Derechos humanos poseen una justificación ética

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Otro conflicto no resuelto es la contradicción entre el principio de no injerencia en los asuntos interno del Estado y los instrumentos de derechos humanos, que exceden la pertenencia a un Estado Nacional.

La Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena

Su objetivo era analizar los progresos realizados en el ámbito de los derechos humanos desde la declaración Universal de 1948, así como los obstáculos y los medios para superarlos.

Declaración de Viena. “Todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí. La comunidad internacional debe tratar los derechos humanos en forma global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso. Debe tenerse en cuenta la importancia de las particularidades nacionales y regionales, así como los diversos patrimonios históricos, culturales y religiosos, pero el Estado tiene el deber, seas cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.”

Relatividad cultural y universalidad de los derechos humanos. En la Conferencia de Mundial de los Derechos Humanos se discutió sobre la universalidad de los derechos humanos. ¿Es posible hablar de derechos humanos válidos para todas las personas, todas las religiones, todas las razas y todas las culturas?

Este ha sido el reclamo permanente de muchas delegaciones que proclamaban la relatividad de los derechos humanos como la única posibilidad de comprender a aquellos en su verdadera dimensión.

La mayoría de los pueblos occidentales se manifestaron a favor de la universalidad de los derechos humanos.

El Estado

Las constituciones nacionales permiten a las personas que habitan en un Estado exigir el respeto de sus derechos y reclamar que las leyes sean aplicadas y se conviertan en el marco para el funcionamiento de todas las instituciones.

El Estado debe adoptar las medidas que correspondan para prevenir, investigar y sancionar toda violación de los derechos reconocidos y, si es posible, restablecerlos y reparar los daños producidos por su violación.

Los Estados son responsables de los derechos humanos de todas las personas bajo su jurisdicción, sin importar su nacionalidad. Esto implica tres obligaciones básicas por parte de cualquier Estado:

- Respetar los derechos humanos

- Garantizar su goce y ejercicio libre y pleno, y

- Promover su realización efectiva.

Para cumplir los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados deben comprometerse a adoptar medidas para que cada vez más personas pudieran tener un trabajo de calidad, ir a la escuela, acceder a una vivienda y a los alimentos necesarios para nutrirse correctamente. En general, esta obligación es asumida “en la medida de las posibilidades”, o sea de los recursos disponibles. Pero sí existen obligaciones inmediatas para los Estados. La primera es adoptar medidas encarando políticas que conduzcan a evitar el hambre, la falta de vivienda, trabajo o educación básica a toda la población. La segunda es que dichas medidas signifiquen un desarrollo progresivo de los derechos.

Condiciones para su plena vigencia

Los derechos humanos dependen de dos condiciones simultáneas:

- Democracia: participación plena y activa de todas las personas en el espacio público.

- Desarrollo económico y social: distribución más justa e igualitaria de los bienes materiales y culturales entre quienes integran la población de un país.

La democracia se relaciona con la totalidad de los derechos humanos (civiles, políticos, sociales, económicos y culturales). Por su parte, el desarrollo sería el estadio más avanzado de realización de los derechos humanos.

Participar en la realización de los derechos humanos

Que todas las personas conozcamos nuestros derechos y hacerlos valer es un hecho de democratización que afirma que el papel del Estado no excluye la acción de las personas ni de las organizaciones. Más bien les otorga una función complementaria.

Las acciones colectivas o la utilización de mecanismos más informales son las modalidades más frecuentes en la lucha por la vigencia de los derechos humanos. Participar significa ejercer el poder con que contamos las personas para tomar decisiones, o bien para presionar a quienes las toman, con el propósito de transformar la realidad.

Participar nos permite exigir el cumplimiento de los derechos legislador pero también nos permite instalar nuevos derechos o de actualizar el contenido de los viejos.

Defensor del pueblo: es un órgano del Congreso de la Nación, que actuara con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad. Su misión es la defensa y protección de los derechos humanos y los demás derechos, garantías e intereses tutelados en esta Constitución y las leyes, ante hechos, actos u omisiones de la Administración. Es nombrado por el congreso de la Nación y su cargo dura 5 años.

El defensor de pueblo interviene cuando se produce una acción u omisión que signifique una violación o falta de cumplimiento de los derechos humanos por parte del Estado o de una empresa de servicios públicos.

La recuperación de la democracia en la Argentina coincidió con grandes cambios a nivel mundial. A la preocupación de esclarecer las violaciones de los derechos humanos perpetradas durante la dictadura, se sumó la necesidad de atender los problemas que el Estado neoliberal dejo al descubierto. Durante los últimos treinta años proliferaron gran cantidad de organizaciones.