Examen Ciencias Sociales l

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Freud también discute la evolución del hombre, es decir las diferentes etapas que debe pasar el hombre. Según el, el desarrollo del hombre debe ser uno que se acople con la cultura en la que él vive. La cultura vuelve a ser la culpable aquí porque Freud dice que el desarrollo del hombre debe tener el fin de obtener placer y este fin es interrumpido por la obligación de seguir las normas establecidas por la sociedad en la cual su fundadora es la cultura. Estas dichas etapas demuestran el desarrollo, la evolución, el crecimiento, y el descubrimiento de obtener placer con diferentes objetos de toda persona. Como por ejemplo, la etapa oral y la etapa anal. En la etapa oral (primera etapa), se caracteriza por obtener placer en la boca y la etapa anal, la cual se caracteriza por el aprendizaje de saber desprenderse de las cosas, y la posesión de ellas. Luego les siguen etapas del descubrimiento de partes genitales diferentes, del amor incondicional hacia el padre o la madre, la formación de la personalidad y en fin, la etapa de conseguir placer de otras maneras.

Otro tema que Freud elabora es el hecho de que se reprime la sexualidad y asuntos que son naturales del ser humano. La cultura nuevamente pasa a ser la culpable porque en este tema, la cultura provoca que los seres humanos se restrinjan de sus pasiones por seguir lo que establece ésta. El amor sexual entre hombre y mujer es lo que hace posible que se crea una familia. Ya cuando una familia es creada, hay otras responsabilidades que pasan la importancia del amor sexual a un plato de segunda mesa. Como Freud dijo en su ensayo, cuando más íntimos sean los vínculos entre los miembros de la familia, tanto mayor será muchas veces su inclinación a aislarse de los demás, significando que el ser tiende a aislarse de la sociedad por motivo de tener una familia. El amor sexual crea una dependencia hacia un objeto del mundo exterior, un objeto que fácilmente podría ser arrebatado por la cultura. Este hecho de que el objeto podría ser arrebatado crea un tipo de indecisión en el ser humano porque aquí tendría que escoger entre permanecer con el amor sexual u olvidarlo y seguir con las reglas de la cultura. Pero, la presión de la cultura no es lo único que contribuye en este problema, sino que el amor sexual tiene algo esencial que nos priva de ser completamente satisfechos y nos impulsa a seguir otros caminos, caminos que nos llevan a seguir la cultura. Así que, eventos que Freud creía que eran naturales eran reprimidos por causa de las “leyes” de la sociedad y esto es lo que causaba que los seres humanos se reprimieran de sus deseos sexuales genitales.

- Género y la Sexualidad

Cuando hablamos de género, nos referimos a la diferencia que es establecida entre lo masculino y lo femenino. Es una expresión cultural que crea desigualdades entre los hombres y las mujeres y es lo que los distingue. Estas distinciones son psicológicas, emocionales, culturales y sociales. El género también sirve como estructura de la percepción y la organización de una sociedad. Establece como los hombres y las mujeres deben actuar, pensar y mostrarse ante la sociedad. Ofrece también barreras en lo que es profesional como también en lo que es sexual. Y por ende, el género no es un término natural, sino que uno socio-cultural. Cuando hablamos de sexo, nos referimos a las características biológicas entre el hombre y la mujer. El sexo es lo que diferencia al hombre y a la mujer físicamente, mientras que el género los distingue por lo que son emocionalmente.

El género se produce por la sociedad. La sociedad dicta una serie de reglas, roles, tareas y comportamientos que son los “correctos” para cada sexo. Es decir, trabajos siendo un basurero, un empresario o un deportista son socializados en ser trabajos para hombres mientras que trabajos como ser estilista, diseñadora o ama de casa son socializados en ser trabajos de mujeres. En conclusión, el género ha creado una distinción enorme entre lo que debe hacer el hombre y la mujer. Desde que nacemos, somos clasificados por el género. Aquí somos clasificados por lo que se ve en el exterior, por nuestra apariencia, por nuestro órgano sexual. Después que somos clasificados, debemos vivir nuestras vidas en torno a lo que el nuestro género específico dicta.

Lo femenino es visto como la parte de la sociedad que es delicada, limpia, inmaculada, débil, pasiva, y afectiva. Lo masculino es visto como lo rudo, fuerte, sucio, activo, dictador y poderoso en la sociedad. Cuando se dice que hombre y mujeres son diferentes, lo vemos cuando los describimos a ambos. Pero, si lo miras de una perspectiva emocional, y no de la perspectiva de la sociedad, podrías encontrar que hombres y mujeres no son tan distintos. En los tiempos de antes, las mujeres y los hombres eran completamente diferentes porque las sociedades de esas épocas los restringían a muchas más cosas. Ahora en el presente, las sociedades son mucho más liberales ya que existe el término de homosexual y el término de transexual, entre otros. Un hombre en nuestra sociedad que le guste el color rosa y que se quiera pintar las uñas no lo hace menos hombre que un hombre que no le gusten esas cosas. Una mujer que le gusten los carros y cortarse el pelo corto no la hace menos mujer que a una que le guste irse de compras y tener su pelo largo. Ahora, todos somos iguales, el poder no es reñido a un sexo o género especifico.

El patriarcado es un término que se refiere a la dominación de poder del hombre. Este término mantiene a las mujeres subordinadas, sometiéndolas a muchas restricciones. El poder del hombre incluye el poder en la familia, el político, el económico, el social y el ideológico, en sí, el poder de todo. Las mujeres son oprimidas, despreciadas y son obligadas a mantener a los hijos, a sus maridos y a ser amas de casas. Este término también se refiere a la prioridad masculina, significando que el hombre toma el poder sobre la sexualidad y fertilidad de la mujer. También dicta que lo masculino es el paradigma de la sociedad, sus valores oprimen y excluyen, y que es el centro de todo. Este término crea una perspectiva masculina mientras que las mujeres son objetivadas a la subordinación. La subordinación de la mujer es debida a este poder que es engendrado en los hombres. El patriarcado marca obviamente una barrera entre el hombre y la mujer porque hace ver que las mujeres son solamente útiles para reproducir y le da toda la utilidad a los hombres. Y por este paradigma propuesto por la sociedad es que la mujer pasa a ser el sexo o género débil en la sociedad (por lo menos en tiempos pasados).

La desigualdad social entre los hombres y las mujeres existe por nuestra historia. La sociedad siempre encontrará algo