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HERRAMIENTASO INSTRUMENTOS CONSTITUCIONALES Y LEGALES PARA LA DEFENSA DE LOS RECURSOS NATURALESY EL MEDIO AMBIENTE

Enviado por   •  8 de Enero de 2018  •  24.677 Palabras (99 Páginas)  •  429 Visitas

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del tema ambiental.’

El artículo TV, sección 2, cláusula 2 de la Constitución de Estados Unidos otorga el poder al Congreso para regular todo lo concerniente al territorio y la propiedad perteneciente a la federación. Tomando como base esta norma, el máximo Tribunal americano ha dicho que existe una competencia para legislar por parte del Congreso sobre cuestiones de medio ambiente relacionadas con el territorio.

En virtud de todo lo anterior, los estados (federados) están debidamente facultados para expedir normas de protección ecológica, pues en las mismas constituciones de los Estados FederaJes se consagran garantías específicas de protección al ambiente. Así, por ejemplo, el artículo 14 de la Constitución de New York establece que: «La política del Estado estará encauzada hacia la ccnseroacián y proteccián de los recursos y bellezas nat um­ ies, encareciendo también el desarrollo y mejora de sus terrenos agrícolas para la producción de alimeutos y otros productos de la tierra».

• La Constitución italiana no establece de manera exegética un derecho al medio ambiente, pero por vía de interpretación doctrinaria y jurisprudencial se ha considerado que los artículos 9 y 32 de la misma consagran de manera implícita el precepto constitucional de protección al medio ambiente. Establece el artículo 9° que: «La República protnueoe el desarrollo de la cultura y In investigación científica y técnica. Tutela el paisaje y el patrimonio histórico y artístico de la Nacián»,

I ESCOBAR ROCA, Guillermo. La ordenaciou constítuciouat del medio tuubieu!«. Madrid, Dykinson, 1995, p. 40.

1 RODAS MONSALVE, Julio César. F1111dn111cntos Constitucionnics del Derecho A111/Jic11/n/

Colombiano. Bogotá, Ed. Uniandes, 1997, p. 26.

Por su parte, la primera parte del artículo 32 de la Constitución italiana dispone que: «La República tutela La salud como derecho [undntnenmt del individuo y e11 i11 terés de la colectividad y garantiza la ateucián medlca gratuita a los indigentes».

La Corte de Casación Italiana, mediante sentencia 5172/ 1979 por vía de conexidad, tal como lo ha consagrado la Corte Constitucional colombia- na, ha establecido: «[la protección del artículo32] seexiiendea la vida social del hombre en las diversas asociaciones en que se articula y, e11 aras de su efectividad, a la preservación de las condiciones iudispensabíes e incluso propicias para su. salud: ésta asume así un contenido de sociabilidad y seguridad en virtud del cual el derecho a la salud no sólo se conjigura como un mero derecho a la vida o a la integridad física, sino también como 1111 derecho a un ambiente sano».

• La Ley Fundamental de Bonn carece, de igual manera, de W1a norma expresa dedicada de manera exclusiva al medio ambiente, pero la doctrina ha construido una garantía constitucional a partir de la inter- pretación de varios artículos de la norma magna, tales corno el artículo

1.1 (Dignidad humana), el artículo 2.2 (Derecho fundamental a la vida y

a la incolumidad física), el artículo 2.1 (Libre desarrollo de la personali- dad), y el artículo 20.1 (principio del Estado Social de derecho). Las anteriores disposiciones han dado lugar a que se reconozca un derecho fundamental llamado «mínimo ecológico de existencia» (okotogisches Exisienzminim uni). 3

Al igual que en Estados Unidos, el terna ambiental se halla presente en las constituciones de los Idnder. Así, la Constitución de Baviera establece un derecho fundamental al disfrute de la naturaleza, y el articulo 3.2 de la misma dispone la obligación para el Estado de proteger «las bases naturales de la vida» y «las tradiciones culturales».

Sin embargo y a pesar de lo anterior, el texto constitucional alemán ha sido objeto de diferentes propuestas y debates sobre la misma por más de 20 años’, relacionadas con la pretendida idea de consagrar un derecho al medio ambiente sano, y se ha argumentado, entre otras cosas, que «el reconoci mien to de este derecho crearía una gran insegu ridad que red II ndaria en

1111 aumento del poder decisorio de los tribunales y, por último, los riesgos que

3 RODAS MONSALVE, op. cit ., p. 27.

4 ESCOBAR ROCA, op. cit., p. 26.

se seguirían de reconocer algo intrinsicatnenre utápico y de difícil realización, pues se crearían falsas esperanzas que podrían poner en pe/ igro la misma fuerza normatiua de la Constitucion»?

• La llamada Constitución Europea, que no es más que el Acta Única Europea de 1985 modificada parcialmente por el Tratado de la Unión Europea de 1992, consagra en el primer numeral del artículo 130 R los objetivos de la política ambienta] de la Comunidad Europea, y manifiesta que son «la couseroacián, la protecciáu de la salud de las personas; la utilización prudente y racional de los recursos naturales [y] el fomento de las medirlas a escala internacional destinadas a hacer frente a los problemas regionales o III u nd iales del medio a111bien te».

• La Constitución de Panamá de 1972 dispone en su artículo 110 el deber del Estado de velar por la conservación de las condiciones ecológicas, previniendo la contaminación del ambiente y el desequilibrio de los ecosistemas, en armonía con el desarrollo económico y social del país.

• La Constitución de Cuba de 1976 consagró en su artículo 27 que corresponde a los órganos competentes y a cada ciudadano en particular velar por que sean mantenidas limpias las aguas y la atmósfera y que se proteja el suelo, la flora y la fauna.

• La Constitución peruana de 1979 ensu artículo 123 reconoce a cualquier persona el derecho a vivir en ambiente sano, ecológica.mente equilibra- do y apropiado al desarrollo de la vida y la preservación del paisaje y de la naturaleza.

• La Constitución brasileña de 1988 establece en su artículo 225 el derecho a un ambiente ecológicarnente equilibrado, y se impone igualmente el deber de defenderlo y preservarlo para las presentes

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