INTEGRIDAD INVESTIGATIVA A LA CABEZA DE UNA ACTIVIDAD SOCIAL

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INTRODUCCIÓN

En el transcurrir de la historia, un factor determinante es el desarrollo de la investigación con respecto a la ciencia, a la formación y a la liberación del conocimiento humano.

En esta actividad, es de vital importancia tener una formación basada en unos principios éticos como la humanidad, la honestidad, la tolerancia, la disciplina, el orden, la responsabilidad entre otros; con el fin de establecer una integridad que permita generar buenas relaciones sociales entre el investigador y su entorno, al mismo tiempo que produce óptimos resultados como frutos de su vocación.

Bajo esta perspectiva, es importante reconocer las faltas inmorales, la hermetización individualista y la sustentación barata que perjudican el desarrollo de la investigación en figuras como el colegaje, el egocentrismo, el plagio, la falsificación de información, la imprecisión y la incapacidad creadora que lo único que logran es impedir producciones investigativas generadoras de conocimiento.

Es así como el investigador debe asumir una actitud ética, analítica y critica que le permitan desarrollarlas como un estilo de vida, mantener la mente abierta a las distintas opiniones y de esta forma alcanzar la máxima eficiencia, vista en una integridad investigativa.

OBJETIVOS

Este ensayo busca despertar una posición activa frente a la investigación con el fin de identificar las actitudes que caracterizan o forman parte de la integridad en un investigador, reflexionando sobre ellas.

Además pretende dar a conocer las cualidades que conllevan a un adecuado comportamiento y las que orientan a todas las actividades investigativas como herramientas fundamentales en la integridad del investigador.

CONCLUSIONES

En la búsqueda del desarrollo de la ciencia y el conocimiento, la principal arma metodológica que tiene el hombre es la investigación. Es por esto, que su actividad debe ser enriquecida por unos principios éticos y unas cualidades acertadas, que harán que la misma se nutra de valores sociales y personales, logrando así, plantear una postura positiva que enriquezca de buenas acciones la administración de sus avances y ayude en la pronta producción de resultados que mejoren las condiciones sociales y cognitivas en las que vivimos.

Se debe concebir a la investigación como una actividad social, resaltando los valores que la hacen efectiva para alcanzar la solución de un problema y en la creación de nuevos enfoques que contrarrestan la carencia de una actitud desleal y poco competitiva que es la que se interpone en la formación investigativa como base sólida del proceso y producción en los resultados.

BIBLIOGRAFÍA

ANDER EGG, Ezequiel. Técnicas de Investigación Social. Buenos Aires: Lumen, 1995. P.58.

RIMO, Eduardo. Introducción a la Investigación Científica y Tecnológica. Madrid: Alianza Editorial. 1994. P. 121.

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