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LA FALTA DE DEMOCRACIA EN MEXICO

Enviado por   •  29 de Abril de 2018  •  3.961 Palabras (16 Páginas)  •  319 Visitas

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La falta de participación electoral en México no es un problema actual, ya que desde el siglo pasado no hemos podido acercarnos ni siquiera al 60 % ósea al más de la mitad del padrón electoral. Han pasado más de 20 años de que se registró en nuestro país el máximo porcentaje de participación en las elección el cual fue un poco más del 50 %, y es indignante saber que a lo que aspira el Instituto Nacional Electoral es a repetir este porcentaje y no a superarlo por mucho. Lo que sí es un hecho es que la falta de participación por parte de los ciudadanos en elecciones es un problema que en las últimas décadas ha ido al alza.

DESARROLLO

¿Como influyen los escándalos de corrupción en la débil participación ciudadana electoral?

En los últimos años los políticos han dejado de ser personalidades respetadas, actualmente se les percibe como personajes muy corruptos que no merecen la confianza de voto ciudadano ya que se cree que solo se involucran en la política para satisfacer sus propios intereses. Por lo que es muy común escuchar entre nuestros habitantes la típica frase “todos los políticos son iguales”. Y es que ellos mismos se han encargado de crear esta fama en los ciudadanos.

El último caso que ha fomentado este problema de corrupción en los políticos de la nación es el del Gobernador de Veracruz el cual enfrenta investigaciones de la PGR por cargos de Enriquecimiento Ilícito, Peculado e Incumplimiento del Deber Legal. Javier Duarte de Ocho se encuentra prófugo de la justicia y no ha salido a desmentir o aceptar estos cargos. [5]

Otro gobernador que se vio en vuelto en escándalos corrupción es Humberto Moreira Valdez, debido a que durante su gestión contrajo una deuda pública de 36 mil 509 millones de pesos, ósea un incremento de 8 mil 592%, al cierre de su sexenio en 2011. Además de que se le abrieron dos procesos de investigación diferentes en dos países más. [6]

El presidente de la republica Enrique Peña Nieto no se ha quedado exento de este tipo de escándalos, y varias veces se ha visto como protagonista de posibles casos de corrupción, según el “Corruptometro” lanzado por “Hoy Opciona” el 72% de los mexicanos cree que Peña Nieto es corrupto.

Por mencionar algunos casos de muchos, estos acontecimientos han provocado que los políticos mexicanos tengan uno de los peores niveles de credibilidad en América Latina. Es doloroso ver que México es uno de los cinco países de la región en los que 50 % o más de la población considera que la clase política ha perdido credibilidad y no la va a recuperar. De acuerdo con el Latinobarometro 2016, 56% de los mexicanos opino esto.[7]

De hecho existe una teoría implícita en la vida democrática, que dice que a menor corrupción mayor democracia. La ecuación funciona así: más democracia significa más pluralismo; el pluralismo estimula los pesos y contrapesos entre poderes de gobierno; asimismo, el pluralismo se acompaña de mayor participación ciudadana y de mayores libertades, entre ellas la de expresión que sirve para denunciar casos de corrupción y fomentar su castigo.[8]

En septiembre del 2015 cerca de 40 organizaciones civiles e instituciones académicas mexicanas alertaron que la corrupción en México afectaba “de forma severa el funcionamiento de la democracia”, y exigieron a los poderes de la unión un marco jurídico integral anticorrupción y la aprobación de la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción y de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.[9]

Transparencia Internacional presentó recientemente su índice de Percepción de la Corrupción 2015, en el que México reprobó por cuarto año consecutivo con 35 puntos de 100 posibles. Mario Luis Fuentes declara (Excélsior 2016) “Si hay un elemento que corroe y daña los cimientos democráticos, éste es el relativo a la pérdida de confianza de las y los ciudadanos en sus autoridades”. De acuerdo con el informe Latinobarómetro más reciente, México es uno de los países latinoamericanos con mayor desencanto ciudadano respecto de la democracia y sus resultados como forma de gobierno.

Desconfianza en los procesos electorales

Para hacer alusión a la desconfianza que prevalece en los procesos electorales mexicanos y el órgano encargado de llevarlas a cabo nos vemos obligado a mencionar los posibles fraudes electorales de los que la historia electoral de nuestro país ha sido víctima según a los ojos de los candidatos derrotados y los votantes.

Para pruebo de ello podemos mencionar las elecciones de 1910, donde el dictador Porfirio Díaz se negó a que se revisaran las boletas como lo pedía Francisco I. Madero para corroborar el fraude que entonces se orquestó para que el general oaxaqueño siguiera entronizado en el poder más años. Al rechazar esta demanda, el movimiento armado comenzó a fortalecerse hasta explotar en la revoluciónón y en unas elecciones extraordinarias en 1911 que ganó Madero.

Hacía las elecciones de 1952, con el PRI ya formado y controlando todas las instituciones, Adolfo Ruiz Cortines llegó a la presidencia con denuncias de fraude por parte de Miguel Enríquez Guzmán postulado por la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM) y Vicente Lombardo Toledano por el Partido Popular. La misma tónica se mantuvo en los procesos electorales presidenciales hasta que el fraude se hizo más evidente en 1988 cuando Carlos Salinas llegó al poder tras la famosa “caída del sistema” imponiéndose a Cuauhtémoc Cárdenas quien denuncio el fraude.

Fue en ese año cuando el panista Diego Fernández de Cevallos convalidó el fraude desde la Cámara de Diputados apoyando la quema de las boletas electorales que demostraban el fraude con el que ganó Salinas de Gortari. A partir de entonces el PAN y el PRI juntaron sus voluntades para ocultar el engaño tramado desde el poder para mantenerse en la silla presidencial.

En 2006 tras luego de unas votaciones muy cerradas AMLO acuso al entonces presidente Felipe Calderón candidato lanzado por el PAN de haber cometido fraude en las votaciones.

Durante siete años se llevaron litigios en todas las instancias a nivel nacional e internacional para que el IFE abriera los paquetes electorales y se revisaran las boletas utilizadas en la elección del 2006. En todo momento la decisión de las autoridades electorales fue rechazar la petición bajo el argumento de que se trataba de un asunto de seguridad nacional. Mientras que el tribunal electoral y la Suprema Corte de Justicia

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