“La desigualdad social, ¿genera mayor criminalidad?”
Enviado por karlo • 6 de Agosto de 2018 • 2.354 Palabras (10 Páginas) • 434 Visitas
...
Entre los principales factores estructurales asociados a la desigualdad y la pobreza, se reconocen la escasa difusión del progreso tecnológico, el bajo nivel educativo de la población (capital humano), el insuficiente dinamismo que registra la demanda de fuerza de trabajo en los sectores modernos de la economía, sumado a la concentración del patrimonio físico y financiero, así como otros factores, como las condiciones y niveles de vida de las familias y personas que están asociadas principalmente a su disponibilidad de recursos y a las oportunidades de utilizarlos para generar ingresos. Por tanto, podemos concluir que, no se ha podido revertir la tendencia histórica de desigualdad y pobreza, sino que, por el contrario, esta situación ha tendido a estancarse e incluso a agravarse en los últimos años. (Condiciones de vida y desigualdad social. Una propuesta, pág 55.)
VIOLENCIA Y DELINCUENCIA
Existe consenso respecto de que la violencia y la delincuencia perturban la vida de las personas. El grado de afectación difiere de acuerdo a una serie de elementos, tales como el haber sido víctima de un delito, si -en caso de ser víctima- se trató de un delito violento, y de los medios de los que se dispone para tomar resguardos y buscar la reparación y protección que se estima necesaria para recobrar los espacios que se ven afectados. Pese a los mitos que existieron durante muchos años, que afirmaban que la delincuencia era un tema que preocupaba principalmente a las personas que tenían un mejor nivel socioeconómico, la evidencia acumulada ha demostrado, enfáticamente, precisamente lo contrario.
Hoy se sabe que la victimización es mayor en los sectores de las ciudades en los que existen altos índices de pobreza y donde -junto a la violencia y la delincuencia- coexisten otros problemas urbanos y sociales que afectan dramáticamente la calidad de vida de las personas que viven allí. Asimismo, se ha demostrado que la percepción de inseguridad es mucho mayor también en aquellos barrios o sectores de las ciudades en los que viven personas en condición de pobreza y exclusión.
De acuerdo a lo estudiado en clases, la teoría ecológica, examina el impacto que tiene el medio o contexto o entorno donde uno vive sobre la delincuencia (donde se contempla la pobreza, el desempleo, la movilidad poblacional, composición étnica, disfuncionalidad familiar, deterioro físico, entro otros), y la característica de estas áreas conducen a la desorganización social y a su vez, ésta genera criminalidad.
Explicaré lo anterior, desde una perspectiva de un barrio como la población Yungay, en la comuna de La Granja, donde estuve viviendo cercana a ella y separada sólo por algunas cuadras de distancia, pero no por cierto menos contaminada de los mismos fenómenos que se detallarán.
Así, esta población de casas y departamentos sociales que fueron entregados a pobladores que no quisieron asentarse en la comuna de San Bernardo luego de haber sido erradicados desde tomas y otros lugares, llegaron a dicho lugar generando una serie de inconvenientes para los pobladores cercanos, ya que tenían su propia idiosincrasia y forma de vida, con muchas de las características que estamos estudiando, tales como una pobreza basada en la calidad del empleo que muchas veces no existía en el grupo familiar, inestabilidad residencial, toda vez que son familias disfuncionales, donde el padre de la casa está en prisión y al mando de una dueña de casa con tres a cuatro hijos y quizás más personas viviendo en 50 metros cuadrados, con una incapacidad de hacer efectivo sus valores comunes, con baja tasa de escolaridad o casi nula por decir algo, lo que conlleva a menor capacidad de cohesión; menor control sobre acciones desviadas, ya que la madre o algún adulto debía trabajar en cualquier cosa para sostener a todos los ocupantes de esas viviendas, por tanto, se genera un menor control de los jóvenes que no asisten al sistema educativo, y pasan todo el día en la calle con los grupos de pares (donde se forman las primeras pandilla) y mayor exposición de jóvenes y niños a conductas desviadas, como el submundo de las drogas, toma de alcohol en forma indiscriminada y como juego, robos, hurtos para poder hacer verse como jóvenes valientes y arrojados y validarse frente a los demás jóvenes y grupos de pares, insuficiencia de sus padres o protectores en normas de conductas, valores o principios, a lo que llamamos carencia de control social informal, generando un clima hostil para las demás personas que no son parte de este grupo de jóvenes que pululan libremente por las calles de sus hogares y residencias vecinas, a distintas horas, ya que sus estudios fueron abandonados y su ocupación ahora es más bien participar en las fechorías que puedan inventar o participar como una forma de vida.
En este orden de ideas, claramente la situación geográfica resulta preponderante, ya que por la situación antes narrada, los grupos de jóvenes empiezan a la vida delictual antes de los diez años, viendo como sus progenitores cumplen diferentes condenas que los hacen entrar y salir del sistema carcelario, las madres sobreviviendo con trabajos esporádicos y con arduas jornadas que le imposibilitan estar en sus casas para dejar a los jóvenes y niños al cuidado de la población y grupo de pares, siendo estas características las que llevan al crimen porque impiden un control social informal, ya que hasta los propios vecinos tienen las mismas características, y salir de aquel círculo vicios resulta muy complejo, ya que los niños y jóvenes, crecen sin estudios regulares que los posibiliten a tener una oferta de trabajo para buscar oportunidad de vida mejores. Así, la delincuencia pareciera ser la única vida posible, lo que se puede llamar como desesperanza aprendida para los sociólogos, lo vemos como la manera de sobrevivir de muchos chilenos que carecen de oportunidades básicas por su situación geográfica de vivienda, ya que un modelo educativo local en la comuna de La Granja, carece de validez desde la etapa pre escolar, incluso más en la etapa de lactancia con jardines infantiles con escasos recursos, para luego seguir con las escuelas, colegios y liceos.
Sin embargo, pudiera cuestionarse que muchas personas que viven en medio de dicha población no participan de la violencia y criminalidad, pero son casos aislados que llevan a personas que querer mejorar sus condiciones de vivienda, con estudios fuera de la comuna, que sin duda nos lleva a otro tema, como la movilidad social, de tener mejores condiciones de vida a través de cambiar de barrio y de nivel social, ya que la criminalidad y forma de vida se repite en generaciones en el mismo sector donde viven estos jóvenes que al crecer forman parte
...