La historia del barrio San José de la Urbina contada por sus niños

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El Padre Bruno

El Padre Bruno es un sacerdote que llegó de Bélgica y el se ha encargado desde ese momento de hacer las misas en el barrio, antes en la calle y ahora en el Centro de Salud. La primera misa fue interrumpida por tiros y todo el mundo se fue.

El padre siempre ha animado a la gente y apoyado en todo lo que mejore el barrio, gracias a él y a muchas otras personas, se crearon la Biblioteca y el Centro de Salud y él fue el primer director de la Biblioteca.

La Biblioteca

Lo que pasó es que en la casa del padre Bruno se reunía cada semana un grupo de jóvenes entre 13 y 15 años. Cantaban, hacían juegos en la calle y en la casa, luego tuvieron la idea de leer cuentos con los niños del barrio.

Entonces, el padre compró algunos libros, comenzaron con dos libros y el grupo de jóvenes fue creciendo. Además, una vez a la semana comenzó a venir un Bibliobús del Banco del libro con una señora que se llamaba Lourdes Pérez. Este Bibliobús le hacía préstamos al padre Bruno para el grupo de niños y jóvenes. De allí surgió la idea de crear la Biblioteca.

La Biblioteca de San José de la Urbina, la construyó el Banco del Libro, que recibió para ese momento (1974) el aporte del gobierno nacional y por eso pudieron hacer dos plantas. La tercera planta la hizo Fondo Común.

Era impresionante ver cómo había tantos jóvenes trabajando en el proyecto de los que iba a ser la Biblioteca y había dos adultos que promovían el trabajo con los jóvenes y con los niños.

Se recibieron donaciones de libros del Banco del Libro, de la Biblioteca Nacional y de particulares.

Se inauguró el 7 de marzo de 1976, ese día vino mucha gente del centro de Caracas, gente del Banco del Libro y muchísima gente del barrio. Se hizo una gran fiesta en lo que ahora es la sala de abajo de la Biblioteca, eso era una terraza que ese día les sirvió de escenario. Esta Biblioteca desde ese momento es el lugar donde podemos ir todos los niños y jóvenes para leer cuentos, hacer nuestras tareas y aprender muchas cosas que nos enseñan en los talleros. Aquí es donde hemos hecho este proyecto de la Historia del Barrio.

La Escuela

Pero los niños de ese tiempo necesitaban estudiar y había una barraca que funcionaba como Escuela en el Samán, luego la pasaron en 1976 para un galpón que quedaba en la calle principal. Era muy pequeña.

No podían seguir estudiando así, por eso en 1980 – 1982 un grupo de jóvenes comenzó a pelear para mejorar la escuela y las madres que necesitaban el colegio para sus hijos, se reunieron y salieron con carteles hasta el Concejo Municipal para pedir una mejor escuela… Así fue como se logró que hoy haya una escuela con varias plantas que se llama: “J. M. Núñez Ponte”. El centro de Salud

El centro de Salud, del que les habíamos hablado, también fue bueno para los niños y todas las demás personas del barrio. Se construyó hace 16 años, pero el Comité de Salud existe desde hace 20 años.

Las madres comenzaron a pensar en que necesitaban un Centro de Salud. Estas madres pertenecían a un Comité de Mujeres, que se motivó entonces por hacer un curso de salud y primeros auxilios.

Lo mejor fue que al terminar el curso las mamás dijeron que querían hacer un servicio a la comunidad y entonces cada semana se reunían para hablar de problemas de salud e inyectar, ponían las inyecciones en la calle o en la misa.

Pero seguían con la idea de tener un Centro de Salud, para que hubiera un lugar donde poner las inyecciones y atender a la gente que se enfermaba.

Para construir el Centro de Salud todas las personas colaboraron, y una señora muy pobre que se llamaba Juan Navarro regaló su terreno, donde tenía un conuco, para que allí se construyera el Centro, por eso lleva su nombre.

Las personas se reunían en la biblioteca, e hicieron y distribuyeron unos volantes para informar a los demás habitantes del barrio y pedirles que colaboraran. Vendieron bonos de 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares para recoger dinero para la construcción. Todas las casas adquirían un bono, no se ganaba nada, sólo era una colaboración.

Otras señoras hacían empanadas y las vendían en un estadio que quedaba cerca, en el que jugaban los hijos de muchas señoras del barrio, allí no había kioscos, ni ningún lugar donde comprar, por eso se hizo algún dinero con esto.

Con todo esto que hicieron se logró recaudar algo y se contrataron unos obreros para iniciar la construcción del Centro de Salud.

Finalmente, se logró con mucho sacrificio, unión y participación sobre todo de los niños y jóvenes que asistían a la biblioteca.

En el centro de Salud “San José” actualmente se hacen las vacunaciones para los niños, hay consultas médicas odontológicas y la gente se reúne para resolver los problemas del barrio. También se dan charlas, talleres y la misa los domingos. El barrio ahora tiene muchas casas de bloques, escaleras y veredas. Tenemos un Centro de Salud, una escuela y una biblioteca muy bonita.

Los Problemas

Actualmente, muchas de estas personas y otras más jóvenes siguen trabajando para que el barrio sea cada vez mejor, pero otros que han venido de afuera y no saben nada de lo que costó tener hoy este barrio, no hacen cosas por él y entonces ya no son tan unidos como antes. Otros adultos trabajan y estudian fuera del barrio. Pero, lo que más nos preocupa es que muchos se dedican a matar a otros, a las drogas y a la brujería.

Pero de todas maneras, quienes trabajan por este barrio siempre están unidos y hacen todo lo posible por ahuyentar a estos malandros, conversando con ellos o “a palo”. Duran poco, porque también se destruyen entre ellos. Es una lucha constante porque vienen otros malandros y todas las personas están siempre alerta.

Y la historia construye el futuro

Lo más importante es que la mayoría de los que vivimos aquí queremos mucho nuestro barrio y queremos que sea cada día más bonito y mejor, que haya muchos lugares para jugar, que la Biblioteca siga existiendo y formando a los niños, dándoles cursos y ayudándolos con las tareas del colegio y como nos dijo la Sra. Gertrudis: “Los niños somos muy importantes, porque sin nosotros el mundo no fuera mundo”.

Nuestros abuelos fueron los fundadores de este barrio