EVOLUCION DEL CURRICULO VENEZOLANO

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Ahondando más en este punto es importante resaltar que el actual currículo venezolano esta empapado de valores tales como la libertad, la igualdad, la fraternidad, la justicia, la paz, el bien común, la cooperación y la unidad del continente americano, países vecinos que históricamente contribuyeron en los cimientos de la independencia de Venezuela en el año 1811, fundándose así la Primera República. Por ello, el Currículo Nacional Bolivariano fue concebido mediante la idea del trabajo en equipo, formado por expertos en la materia, así también por información recabada de congresos, encuentros, talleres, entre otros, denotándose mayor énfasis en la participación activa de los individuos respecto a la comunidad. De igual manera, está centrado en los pensamientos de ilustres personajes que dejaron huellas imborrables en Venezuela y América latina, tales como: Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Ezequiel Zamora, Simón Rodríguez, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Belén Sanjuán, Paulo Freire y José Martí, entre otros.

Su esqueleto está sustentado en los pilares de la educación bolivariana, sus subsistemas que, por supuesto engloban la Educación Inicial, primaria, secundaria, especial, intercultural y educación de jóvenes adultos y adultas; junto con sus orientaciones legales, filosóficas, epistemológicas, sociológicas y educativas; orientaciones organizativas y las orientaciones funcionales, es decir, las áreas del aprendizaje, componentes, mallas curriculares, organización y evaluación de los aprendizajes.

Los llamados pilares de la educación bolivariana son cuatro facciones y orientan los componentes de las áreas del aprendizaje y los ejes integradores, son flexibles, dinámicos y progresivos lo que facilita las experiencias adquiridas dentro y fuera del recinto educativo, i que, por ende, permiten formar el nuevo ser que tanto requiere el país en estos momentos

Como primera facción se nos presenta “Aprender a Crear” nacida sin duda alguna de la célebre frase " Inventamos o erramos" del gran maestro de América, Don Simón Rodríguez, en el año 1828. El mismo sugiere que el educando debe innovar, ser original en lo que construye, ser libres en lo que hacen, claro está, respetando el equilibrio ecológico. En este sentido, fortalece y desarrolla sus cualidades creativas en pro de un mejor desempeño personal y académico. Hay que tomar en cuenta que el fomento de la creatividad se logra en la medida que la escuela, como institución, se relacione con su contexto tanto histórico-social como cultural. Está colmado de los valores de respeto, convivencia y cooperación. El objetivo del mismo es promover la formación del individuo con autonomía propia, con ideas transformadoras y revolucionarias, con actitud emprendedora y respetuoso de sí mismos y de sus congéneres, al poner en práctica nuevas y originales soluciones para la transformación endógena del contexto social y comunitario, tomando en cuenta que las exigencias de cada día son mayores.

Como segunda se nos presenta “Aprender a Convivir y Participar”, derivado de la siguiente frase "El hombre no podrá ejercer su derecho a la participación a menos que haya salido de la calamitosa situación en que las desigualdades del subdesarrollo le ha sometido" del conocido filósofo y pedagogo brasilero Paulo Freire (2004), que promueve lo que desde hace muchos años fue cortado y violentado en la población venezolana y es la equitativa participación ciudadana. Cabe destacar que también comparte ideas de Don Simón Rodríguez cuando se refiere al amor propio, al ser como sujeto social que forma parte de una comunidad, pues la sociabilidad es el objetivo de la educación, sin exclusión alguna, donde cada uno de los miembros del hecho educativo opinen y puedan expresar sus ideas libremente. Además, apoya la discusión y controversia sana ya que de allí salen las mejores ideas al debatir el pensamiento de cada quien con un solo objetivo el cual es el mejoramiento de la comunidad.

El tercer pilar “Aprender a Valorar” el de carácter más psicológico y que se centra en el individuo y su pensamiento respecto al mundo que le rodea, esto da vida a uno de los pensamientos del Libertador Simón Bolívar "Renovemos la idea de un pueblo que no sólo quería ser libre, sino virtuoso". Se trata de tomar conciencia de todas las acciones del ser humano y su importancia e impacto, sobre todo si se hace de manera colectiva, dejando el individualismo exacerbado detrás de sí. Promueve el desarrollo de habilidades para caracterizar, razonar, discernir, dialogar y mediar, a partir de la ética social y la valoración de sus acciones implicando lo inmerso en la democracia plena y usando como estrategia principal la dialéctica, la reflexión crítica y el intercambio dialógico, así como el trabajo voluntario y el don se servicio.

Por último y muy importante y que va de la mano con el anterior para la consolidación de todo el modelo tenemos el pilar de “Aprender a Reflexionar”, de carácter participativo, el cual implica dirigir acciones para formar a un nuevo republicano con sentido crítico, reflexivo, participativo, cultura política, conciencia y compromiso social. Con esto se puede dar un sentido de lo que se quiere con los Subsistemas de la Educación Bolivariana.

Esta demás repetir que varias décadas han transcurrido en la búsqueda del sistema educativo más apropiado para capacitar individuos con miras al desarrollo óptimo de la nación y aunque lamentablemente debido a factores políticos y económicos estos planes se han entorpecido un poco aun así no detienen el ímpetu del venezolano de aspirar a una mejor nación que sin duda con el esfuerzo de todos y sin conflictos internos lograra ser una perla brillante que inspire a toda américa latina.