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La Génesis del legado Aylwin en Chile

Enviado por   •  13 de Abril de 2018  •  4.578 Palabras (19 Páginas)  •  242 Visitas

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Cabe destacar que sus hijos varones estudiaron Derecho y desempeñaron altos cargos públicos, de gran relevancia nacional, siendo Patricio Senador y Presidente del Senado, además, de Presidente de la República en el período de Transición Democrática; Andrés fue Diputado y un activo defensor de los Derechos Humanos en tiempos del Régimen Militar, siendo uno de los abogados de la Vicaría de la Solidaridad; por su parte, Arturo ingresó a la Contraloría General de la República en 1957 y fue Contralor General en el período 1997-2002; Tomás quien comparte una anécdota especial con su padre al ser Miguel quien tomó su juramento de Abogado en su primer año como Presidente del máximo Tribunal fue director jurídico del Ministerio de Vivienda, son ellos quienes han demostrado a lo largo de sus vidas el mayor legado de Miguel Aylwin Gajardo, un hombre de ideas claras y convicciones firmes, íntegro y consecuente que le entregó a Chile lo mejor que tenía y su mejor legado: su familia.

Además de éste reconocimiento que hace su familia, sus colegas a lo largo de su trabajo en el Poder Judicial destacaron “Miguel Aylwin puso al servicio de la justicia su esclarecido talento, su vasta preparación y su insuperable rectitud. Después de largos años de fecunda actividad, se acoge a un merecido descanso, pero el recuerdo de sus virtudes y de su vida consagrada por entero al cultivo del derecho, será el mejor ejemplo que pueda ostentar, con legítimo orgullo, la magistratura chilena” (Discurso retiro del Poder Judicial. acuerdo del Tribunal Pleno. Corte Suprema)

“Su independencia, su serenidad, su sabiduría, su consagración ejemplar de tantos años, nos habían habituado a considerarlo la viva representación del juez de Chile, ejemplar y austero, estudioso y digno, con una conciencia que reflejaba las mudanzas que se operan en la consideración de los problemas que preocupan al mundo actual, expresada con elegante claridad, y nos alentaba a esperar que permaneciera siempre desempeñándose”. (Schweitzser, Daniel. Pleno Corte Suprema. 1 de mayo de 1960)

Definitivamente, la opinión expresada por el Pleno de la Corte Suprema no es más que el corolario para una opinión generalizada de todos quienes conocieron a Miguel Aylwin Gajardo, como padre, como abogado, como juez, como un ciudadano y chileno consciente de la importancia que tiene la abogacía en el diario vivir de la nación y como el Derecho debe ser impartido de forma justa y en concordancia con la virtud y rectitud que siempre debe tener quien opta por seguir la senda de un letrado.

Su legado al Derecho y la Judicatura nacional

Desde siempre don Miguel tuvo una importante preocupación por la educación, lo denota su primer título profesional: Profesor, pero lo reafirma con su Memoria titulada “La Ley sobre Instrucción Secundaria y Superior” la cual llegó a ser impresa por la Imprenta Camilo Henríquez en 1914. En ella, hace un detallado diagnóstico de la educación y de las leyes que la rigen, haciendo hincapié en la educación pública, la gratuidad de la misma, la necesidad de un Estado Docente que se haga cargo de la educación de los ciudadanos, la importancia del Derecho de Libertad de enseñanza, entre otros tópicos, además, hace variadas críticas a la política y políticos que ponen trabas para que exista una intervención fuerte y real por parte del Estado para salir del gran problema en el que está sumido Chile y Latinoamérica: la ignorancia.

Solo a modo de ejemplo y siendo por lo demás muy atingente a la realidad actual de Chile señala: " Lo que hoy vemos en la inmensa mayoría de los colegios particulares: explotación de las conciencias de los alumnos o explotación de los bolsillos de sus padres…La instrucción en manos de los particulares es fuente de lucro, y sabemos que entre las conveniencias pecuniarias suelen tener valor escaso los motivos superiores. ¿Qué fuerza harán las conveniencias pedagógicas cuando está de por medio la explotación comercial de la enseñanza? Sólo la Iglesia puede proporcionar la Educación por apostolado, sólo el Estado la proporciona con desinterés". (Aylwin, Miguel. La Ley sobre Instrucción Secundaria y Superior. Página 45)

Ya como Abogado siguió haciendo clases y ejerciendo la profesión de forma libre hasta que después de su enfermedad decide entrar al Poder Judicial iniciando su carrera como Relator de la Corte de Apelaciones de Valparaíso justo en el momento en que se vivía la crisis histórica del Poder Judicial que muchos denominaron “Terremoto Judicial de Ibañez” que incluyó deportaciones, censura a la prensa y la prisión para el Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, además del hecho ya comentado en relación a la pugna entre los hermanos Figueroa e Ibañez, se suma la presión de éste ultimo para llamar a retiro a cerca de 30 magistrados que, a su juicio, debían ser removidos.

Finalmente y con elección de Ibáñez como Presidente se expulsó a 18 funcionarios judiciales, además del exilio del Presidente de la Corte Suprema, Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago entre otros altos cargos judiciales.

En éste tenso ambiente judicial, Miguel queda dentro de la terna para el cargo de Ministro de Corte de Apelaciones de Valdivia junto a Constantino Muñoz, Juan Andrés Villagra, siendo nombrado en 1927. Prontamente fue convocado a reemplazar de forma interina al ministro Eduardo Erazo quien formó parte de las comisiones redactoras de leyes para reformar los Códigos vigentes en esa época; juró un 6 de agosto de 1928.

Es en ésta época en que Aylwin comienza a ser conocido tanto en el ambiente judicial como en la opinión pública.

Para 1932, las críticas a los juzgados del crimen en Santiago eran variadas y transversales, desde hechos netamente jurídico- administrativos como la demora en la tramitación y fallos como la falta de asistencia y apoyo por parte de los empleados lo que estaba provocando la molestia y el desprestigio tanto de los juzgados como de la Justicia. Para subsanar esto, fue requerido el Ministro Aylwin para ser observador de la impartición de justicia del crimen por parte de los juzgados antes mencionados. La investigación duro poco más de 3 meses y del informe emanado por parte de Miguel vuelve a relucir su ojo crítico ante lo que él consideraba no funcionaba bien y debía ser revisado.

Aylwin revisó y emanó su informe siguiendo el proceso propio de las etapas del juicio criminal, llegando a las siguientes conclusiones:

- Querellas: al comparar por una parte los partes que llegaban semanalmente a los juzgados de parte de

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