Nicolai Hartmann
Enviado por Jillian • 18 de Enero de 2018 • 774 Palabras (4 Páginas) • 280 Visitas
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La estimativa o ciencia de los valores comienza aproximadamente a principios de siglo. Tiene sus fuentes próximas en la ética de Brentano y en la fenomenología, que procede de Brentano también. Los discípulos inmediatos de este, sobre todo Meinong y Von Ehrenfels, han sido los primeros en ocuparse filosóficamente del problema del valor. Después, la teoría de los valores ha tenido un desarrollo magnífico en dos grandes pensadores alemanes: Max Scheler y NicolaiHartmann.
El problema del valor:
El punto de partida de este problema, Según Brentano, el amor justo es aquel amor evidente que lleva en sí mismo la razón de su justeza. Es el amor a un objeto que muestra evidentemente que la actitud adecuada de referirse a él es amarlo. Un objeto es amable con amor justo cuando obliga a reconocer esa auténtica cualidad suya de exigir ser amado.
Los valores son, pues, algo que tienen las cosas que ejerce sobre nosotros una extraña presión; no se limitan a estar ahí, a ser aprehendidos, sino que nos obligan a estimarlos, a valorarlos. Podré ver una cosa buena y no buscarla; pero lo que no puedo hacer es no estimarla.
Los valores no nos obligan a hacer nada, sino a esa cosa modesta, pequeña e interior que es estimarlos.
El problema del valor es que hemos visto que hay algo que merece y a la vez exige el nombre de valor; pero no sabemos aún nada de esa extraña realidad. Y surge la cuestión fundamental: ¿Qué son los valores?, La respuesta ha sido con frecuencia errónea; el valor ha sido confundido con otras cosas, y solo la inconsistencia de esos puntos de vista equivocados ha dejado visible la verdadera índole del valor. Su valor es algo subjetivo, fundado en el agrado que la cosa produce en mí. Pero ocurre que las cosas nos agradan porque son buenas o nos lo parecen, porque encontramos en ellas la bondad. La bondad aprehendida es la causa de nuestroa grado. Complacerse es complacerse en algo, y no es nuestra complacencia quien da el valor, sino al revés: el valor provoca nuestra complacencia.
MARIO LUGO MARQUEZ
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