Analisis de diarios de motocicleta.

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Hablando de ideología, es aquella que puede ser definida como un soporte necesario para el desarrollo de toda actividad social, como la inserción y el llevar a cabo tareas impuestas por la sociedad, pero también es aquella que deforma la realidad; en la que el hombre aparece como un ser pasivo cuyo destino en la historia está guiado por poderes superiores.

La definición anterior la simplificaré en que la ideología es una «guía de vida», la cual por una parte ya está dada por nuestro contexto (cultura, familia), pero que no es fija ni eterna, la podemos cambiar, o mejor dicho cambia por sí sola, como pasó con el Che, lo mencioné anteriormente, él era una persona “estable” ideológicamente, vivía en cierto país, con ciertas leyes, cierta cultura, estudiaba medicina, de la cual adopto otro tipo de ideas que agregó a las ya establecidas, con las que vivía se podría decir “armónicamente”, pero qué pasa cuando se rompe tu esquema de vida, cuando lo que creías conocer, saber, desaparece,

cuando estas tan lejos de lo común y por lo tanto comienzas a cuestionarte de su existencia, eso le paso, conoció un mundo (su mundo) diferente que no encajaba con el ya establecido, que rompía con lo que creía querer, con lo que creía que era lo bueno y que por eso lo que hacía en pro de la salud, del conocimiento estaba bien, porque era lo que «debía» hacer.

Por último, uno de los puntos que debía abarcar este escrito era el de un ejemplo de afectividad e ideología en nuestra vida; esa indicación se dio el jueves 28 de Abril, desde ese momento me puse a pensar en mi ejemplo, mi sorpresa fue que llegó más rápido de lo que esperaba, ya que salí de clase de social y entre a clase de ACA, el profesor empezó a exponer sobre morfemas, fonemas, sintaxis, y minutos antes estaba tan interesada y emocionada por una historia, por el sur de un continente, por palabras que al escucharlas hacían eco en mi mente, y me pregunte: ¿qué hago aquí?, en esta clase, en la carrera, ¿qué quiero?, estudiar la conducta observable y comprobable en animales para posteriormente extrapolar los resultados al ámbito de la conducta humana, o quiero ayudar a la gente a reencontrarse, a guiarlos para la solución de sus problemas, o quiero seleccionar personal en un empresa y que mi trabajo gire en mantener “sana” a esa corporación, o quiero lo que minutos antes me tenía tan entretenida, quiero conocer a la gente, quiero sentir a la gente, quiero hablar con y de la gente, ¿qué quiero?, y no es que mi ideología estuviera clara al 100%, para nada, en la actualidad los jóvenes no creemos en nada, en nadie, la religión nos parece una mentira, la política nos da risa, así que nos quedamos con la ciencia, pero vaya problema, estoy estudiando una carrera que la comunidad científica no acepta del todo como ciencia, así que, después evalué otros aspectos y me di cuenta que el ejemplo más claro, evidente de afectividad e ideología en mi vida, es «mi vida misma», al estarme haciendo todos estos cuestionamiento no pude evitar sentir, y estos sentimientos están encaminados a lo que me gusta y lo que no; tal vez no tenga claro a dónde voy ni cómo ir, pero me da emoción y me da curiosidad construir (me), y conocer (me).

Finalmente me gustaría retomar la frase con la que inicia el libro Notas de Viaje por América Latina: “No es este el relato de hazañas impresionantes, no es tampoco meramente un relato ‘un poco cínico’; no quiere serlo, por lo menos. Es un trozo de dos vidas tomadas en un momento en que cursaron juntas un determinado trecho, con identidad de aspiraciones y conjunción de ensueños.”

La frase subrayada me gustó porque este curso fue un trozo de alrededor de 50 vidas, que cursaron juntas un determinado trecho, con identidad de aspiraciones y conjunción de ensueños.