Estrellas en la tierra

Mtro. Alfonso Cotero Salinas

ESTRELLAS EN LA TIERRA

La película narra una historia como cualquier otra, es decir, como muchas que podemos encontrar en los salones de clase de todo el mundo; lo verdaderamente importante es saber si el quehacer docente que realizamos en las aulas es inspirador para los alumnos o es vano para ellos.

Lo anterior debe llevarnos a la reflexión, una muy profunda y analítica, no por el hecho de identificar problemas de aprendizaje en los educandos; es por ser como lo dije en el párrafo anterior “inspirador” para ellos. ¿Qué huella dejo en los alumnos que tengo a mi cargo? ¿Los motivo a seguir adelante? ¿Los motivo a seguir sus sueños? ¿Les muestro un mejor camino para conseguir lo que desean?

Si bien es cierto el docente no es el único actor del proceso que se vive en las escuelas, su participación es primordial, pues en las relaciones humanas transmitir la forma de ver el mundo es inevitable; con esto, quiero decir que debe preocuparnos y mucho la forma en que estamos transmitiendo esa visión del mundo que nos rodea. En muchas ocasiones la educación se masifica impidiendo a los alumnos formar una identidad propia, es entonces cuando encontramos jóvenes que no piensan claramente, que solo repiten ideas y muchas veces las ideas equivocadas.

Al observar este tipo de situaciones, tenemos la responsabilidad de preguntarnos, qué tan culpables somos los docentes de esto. Cuál es el grado de responsabilidad que poseemos al mirar a generaciones de alumnos que se conforman  con lo que tienen en lugar de buscar ir más allá.  Muchos docentes podrán en su defensa decir que la educación se da en casa y la instrucción en la escuela, y es cierto; como también es cierto que cada uno de nosotros tenemos el poder de cambiar el mundo de un alumno, con palabras de aliento, con una palmada en la espalda, con un regaño, con una charla.

Muy cierto es que la empatía entre docentes y alumnos no siempre se da, pero también es realidad que muchos ni siquiera la buscamos, muchas veces por temor a las malinterpretaciones, o simplemente porque es más cómodo solo realizar un trabajo superficial y austero de toda sensibilidad humana. Realizar un trabajo lineal, cuadrado, es bueno en algunas profesiones pero no en aquellas en donde la relación humana es participe todos los días.

En el largometraje vemos situaciones que no son ajenas a nuestros centros de trabajo, situaciones que nos recuerdan algún compañero especifico, pero lo importante, lo rescatable, es observar que una práctica docente realizada con pasión, puede cambiar la vida de muchas personas, incluso la propia y creo firmemente que es una invitación para cada uno de nosotros una invitación para convertirnos en  “estrellas en la tierra”