“La casa de la fuerza” - Angélica Liddell

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Por último, la canción que me gustaría destacar es “Si me das a elegir”, pues creo que es una que muestra a la perfección el valor de la mujer que se entrega por completo al hombre, sin considerar ningún otro factor a su alrededor. A raíz de este pensamiento, he encontrado la teoría que defendía el psicólogo estadounidense Seligman, en 1975 que habla de 'La indefensión aprendida' algo que este autor define como un estado psicológico en el que una persona comienza a creer que los acontecimientos que le ocurren son inevitables, por tanto deja de luchar por cambiarlos, y adquiere una actitud totalmente pasiva. Por tanto, esta teoría, ha sido llevada hoy en día a casos de violencia de género, donde la mujer asume su rol de maltratada y ni siquiera lucha para cambiarlo, porque lo convierte en su realidad, y no se da cuenta siquiera de que sea algo que deba cambiar. Dentro de este estado, la mujer experimenta varias fases: la pasividad, el empobrecimiento de la capacidad para resolver problemas o el sentimiento creciente de indefensión seguido de una posterior frustración y finalmente, una depresión. Todos estos rasgos, característicos de una mujer, que, presa del miedo a la soledad, no asume sus problemas, son cosas que autoras como Angélica Liddell reivindican cada día, luchando por acabar con esa imagen preconcebida de la mujer que ha creado la sociedad.

En general, creo que la autora quiere lograr con la obra hacer una reflexión sobre hasta qué punto hablar de un problema íntimo puede convertirse en una humillación pública, y con las canciones, de una forma natural, puesto que al final la música es algo que nos une en cierto modo a todos los humanos, muestra las distintas personalidades y los diferentes sentimientos que sienten las protagonistas, ya sea de vergüenza, de dolor o de rabia, entre otros.

Por último, y terminando de retocar este comentario el día de la mujer, lo cual me parece cuanto menos curioso, creo que la autora, es capaz de dejar su integridad y su orgullo ante el público si así consigue provocar un cambio, o hacer que los lectores reflexionen, que el Chojín que canta “Un cuento real que se cuenta en cada ciudad, cada semana, es la nueva plaga” comience a creer que el cambio existe o que Pedro Guerra, cantante con el que he crecido, siga difundiendo su mensaje de “Pero no dejes de ver el mundo como un espacio para compartir” en su canción “Niña”, pues, tal y como se ve al final de este texto, una vez marchan a México, no hay que temer otra relación, o al amor, si no aprender a ponerle límites a la temida soledad.

Andrea Moreno Rodríguez. Grupo 45.