Ensayo sobre la obsolescencia programada.

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Comprendiendo esto, la ética empresarial se encarga de crear un puente entre la empresa y la sociedad, el objetivo de toda fabrica productora de bienes debe ser satisfacer a sus clientes, pero si hacemos una análisis profundo las empresas de hoy en día no aplican la ética empresarial, pues su objetivo principal es solo económico y juegan con las mentes de las personas pues lo que hacen es hacernos crearnos falsas necesidades y sentirnos en descontento con el producto que tenemos. Esta situación la vemos recreada con los celulares, podemos tener un aparato electrónico que cumpla con nuestras necesidades básicas que son recibir y realizar llamadas, capturar fotografías, llevar una agenda, acceso a redes sociales y estamos felices y satisfechos con nuestro producto, pero mientras tanto en el mercado están diseñando otro nuevo producto con las mismas características pero tal vez con una que otra diferencia no muy significativa y cuando nos enteramos de esto, ya nos sentimos insatisfechos con nuestro producto, creemos que no nos sirve y que debemos acceder a este nuevo producto del mercado.

Pero esto son solo estrategias de ventas que las empresas han desarrollado, que en su mayoría no están diseñadas a satisfacer las necesidades del cliente sino solo a incrementar sus ingresos, expandir su mercado y posicionarse ante la competencia.

Lo que no visualizamos ni medimos es ese descontrolado desperdicio de tecnología que estamos produciendo, la contaminación no es solo un problema de las refinerías de petróleo, o de los gases producidos por los vehículos, somos nosotros con nuestros desechos un gran porcentaje del problema, somos millones de habitantes que diariamente estamos botando productos que causan un gran impacto negativo al ambiente, pues estos deben ser procesados de una manera diferente a los demás productos para poder preservar la tierra y el agua, que en gran medida por el contenido de litio ciertos productos envenenan las fuentes hídricas, que son vitales para la subsistencia de la humanidad, de los animales, de las plantas, de todos los organismos que habitan el planeta.

Vemos todas las consecuencias que trae el mal uso de un solo producto, ahora imaginemos la afectación que provoca el conjunto de todas las cosas que usamos diariamente, algo tan simple como las bombillas de luz, las baterías para los controles remotos, los computadores, los celulares, los cuadernos, entre otros.

Debemos tomar consciencia y dejar el consumismo al que nos han llevado las ideas de mercado, los economistas, las grandes potencias, somos nosotros los que debemos exigir, productos de mayor duración, productos más eficientes, que sean un conjunto de buenas características y no que vengan por separado.

En el documental muestran claramente la evolución de la bombilla en el mercado, rescatan una declaración de Thomas Edinson, donde menciona la creación de una bombilla de larga duración tras muchos experimentos, su único objetivo era crear una bombilla de alta resistencia. En el siglo XIX las bombillas duraban hasta 2500 horas, pero en 1921 con la creación de Phoebus bajaron las duración a 1000 horas, así se creó el comité de las mil horas.

Se encontraron evidencias físicas donde el comité de las mil horas, le envía a grandes empresas como Phillips un documento donde especifica que la duración de las bombillas no debe ser garantizada por más de 1000 horas. Por este motivo las empresas entraron en una modificación de su producción, para garantizar las especificaciones del comité, y si no las cumplían eran multados severamente.

Solo hasta los años 40, lograron extender completamente sus políticas, y se excusaban diciendo que esta duración era producto de muchas experimentaciones para que el filamento no se sobrecalentara y se dañara.

Más tarde en 1942 el cartel fue descubierto y el Gobierno Americano demandó a las empresas pertenecientes a este cartel, acusándoles de competencia desleal y bajar la vida útil de las bombillas, su dictamen fue retirar esta obsolescencia pero esta orden nunca llego al mercado, y la obsolescencia programada siguió su curso hasta el día de hoy.

También se muestra el caso de una escritora que vive en las montañas alejada de la tecnología y de la sociedad, y se ve afectada por la duración de la linterna, ya que esta también es uno de los tantos productos que es víctima de la obsolescencia, tanto la bombilla que usa como las baterías.

Esta escritora escribe cartas de queja a la empresa fabricante de las linternas que usa, y da un consejo muy importante y es que debemos quejarnos y exigir por las cosas que usamos, debido a que somos nosotros quien pagamos.

Además del caso de la escritora también se muestra el caso de un joven empleado que presenta problemas con su impresora, pues no le imprime, como se dice en el diario vivir “saco la mano” y la lleva al soporte técnico pero la única respuesta es que la reparación de la impresora es muy costosa y su mejor alternativa es comprar una nueva, al acudir a otros 3 lugares también encuentra la misma respuesta, pero él no está de acuerdo con estas respuestas y busca en internet esperando una ayuda para poder reparar la impresora, encontrándose con miles de personas que sufren el mismo padecimiento, pero que ninguna tiene la solución. Es esto una muestra de la obsolescencia programada, todos los componentes vienen diseñados para esto.

Si se echa un vistazo al pasado es evidente ver que la obsolescencia se creó al mismo tiempo que la producción en línea fue creada por Henry Ford, un caso muy evidente de este suceso, fue el de la competencia de Henry Ford, General Motors que durante años lucho por superar la ingeniería usada en la fabricación de los autos Ford, y al no poder crearon una estrategia de mercado basada en las debilidades de los autos Ford, crearon autos que a la vista de las personas eran más bonitos, estéticos y confortable, pero también fueron diseñados para que cada tres años las personas tuvieran que cambiar de vehículo, con esta nueva estrategia lograron desbancar a Ford en el mercado y la única opción que tuvo este a su vez fue aplicar la misma estrategia al negocio de los automóviles.

Así esta industria creció y con ella la incorporación de la obsolescencia en las grandes industrias, generando una mejor economía pero también ayudando a crecer este problema que nos afecta tanto en la actualidad.

En todos estos casos antes mencionados del siglo pasado, la obsolescencia no era un término legal ni usado abiertamente, hasta luego de la recesión económica de Wall Street donde Bernard London un economista importante hizo una propuesta en la que afirmaba que para superar esta