Ciencia y tecnología para un mundo más humano. El software

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Los desarrolladores deben crear software que sea capaz de llenar las expectativas de quien desea adquirir (comprar) el producto, algunas veces esta tarea se vuelve un tanto complicada. Una de las razones para la complicidad mencionada es el tiempo, este es fundamental y se puede volver un enemigo del programador puesto que se debe terminar el proyecto en el tiempo establecido y con las especificaciones requeridas.

El software tiene tanta complejidad involucrada, la cual se puede atribuir entre otras cosas a que el producto final se comienza desde cero, el o los programadores desarrollan desde cero. Como posible solución a este dilema se puede proponer la reutilización de algún código ya programado, sin embargo, normalmente si el código a reusar es de un tercero probablemente sea difícil acceder a él o que el propietario proporcione acceso, en caso de ser software libre del cual se quiere tomar parte debe ser más sencilla la tarea de acceder al código requerido.

A finales de la cuarta década del siglo XXI se desarrollaba el software de la mano del hardware, el primero necesitaba del segundo y en contraste al día de hoy, en aquella época era casi impensable pensar en una programática independiente. También el desarrollo se iniciaba sin planificación alguna, ni tampoco se tenía la costumbre de documentar el trabajo. Otro aspecto es que en esta etapa la mayoría del software se creaba con el fin de ser utilizado por la misma persona o por la misma organización que iba a utilizarlo.

Entre la década de 1960 e inicios de la década de 1970 el desarrollo se ve un poco más optimizado. Se introdujo la interacción entre el ser humano y la computadora. El tiempo necesario para la producción se vuelve mucho más eficiente, se pasa de minutos a tan solo algunos segundos. Además, la programación se enrumba hacia nuevas aplicaciones y a ser utilizado por terceros. Se introduce la planificación y documentación. Por otra parte, surge el mantenimiento lo cual es reflejo de la necesidad de corregir fallos e implementar mejoras.

Para la década del 70 y finales de los 80 la complejidad de los sistemas computacionales se ve incrementada en forma notable. Las redes locales y globales prosperan, como producto se necesita mejorar las velocidades de comunicación sobre todo en redes globales. Se implanta el microprocesador, como resultado se ocasiona un aumento en la inteligencia artificial, gradualmente esta inteligencia se vería reflejada en los sistemas computacionales. Por otra parte, las computadoras llegaron a ser de factible acceso para la gente en general.

A partir de inicios de los 90 los sistemas operativos forman parte de las computadoras, estos sistemas en conjunto con máquinas más potentes y las conexiones globales permiten una comunicación más amplia y eficiente. La programación orientada a objetos es ahora la más demandada, se abre espacio a nuevas ramas de enfoque para el software. Aunque este crecimiento se manifiesta en forma positiva, desde el punto de vista de la programación también supone un amplio acrecentamiento en cuanto a problemas.

“El nuevo equipo consiguió disminuir espectacularmente los errores en el proceso y, también consiguió un gran aumento de velocidad de procesamiento de datos que permitió hacer el censo de 1890 mucho más rápidamente que con el proceso manual. Nacía así la tabuladora electromecánica (y las empresas que la comercializaron, como IBM…), que ha sido el antecedente directo del ordenador en su utilización para los trabajos administrativos a partir de la primera mitad de siglo XX” (Barceló, M, 2010, p31).

Es necesario resaltar también de la década de los 90 que, gracias al auge de la nueva tecnología más revolucionaria, la internet, surge una demanda creciente de información. Paralelo al crecimiento de la internet nace el correo electrónico, esta útil tecnología pasaría a reemplazar en forma gradual a otras formas de comunicación como el fax, las cartas y en algunos casos, inclusive las llamadas telefónicas. Es significativo destacar que la comunicación vía redes fue el escenario ideal para quienes buscan el daño con virus informáticos.

Para el cambio de milenio y hasta la época actual crece considerablemente la demanda de todo tipo de programas informáticos, tanto en organizaciones pequeñas como en otras más grandes, ambos tipos de organizaciones comprenden la necesidad de la informática como un tema primordial. Para el fin de la década de los 2000 la mayoría de empresas implementan programas de informática con el fin de lograr mejoras en casi cualquier labor que tenga implicada la tecnología de sistemas lógicos.

Se necesita software de bajo costo, pero con suficiente rendimiento y eficacia, lo cual da paso a nuevas metodologías de programación con requisitos menos difíciles y más rápidos. En parte gracias a la organización y la documentación que surgió décadas atrás emerge la evolución de metodologías de trabajo, con ello se producen mejoras en la recopilación de datos, la confiabilidad se acrecienta. Se establecen nuevos lenguajes de programación, con muchas mejoras implementadas y más amigables para el programador.

De la mano de la historia y evolución de los sistemas de la informática y el software nace al menos la inquietud sobre que se puede esperar, y más aún si se nota el crecimiento tan grande en los últimos años. Trabajos en conjunto con la medicina, implementaciones informáticas en la biotecnología, software implementado en la nanotecnología, son ejemplos de avances presentes y se prevé crezcan para el futuro.

Para los profesionales del campo de desarrollo de sistemas lógicos se les requerirá además de ser creativos, emprendedores, y con mucha visión para el futuro, un mayor conocimiento, esto se debe a que, gracias a la gran cantidad de lenguajes de programación, la gran cantidad de plataformas y todas las nuevas innovaciones se debe tener el máximo conocimiento posible de lo antes mencionado con el fin de tener las herramientas necesarias que permitan desarrollar programas de tecnología de punta y no estar ni un paso atrás de nadie.

Según Martín, M, (2014) sobre, ¿Cómo será el desarrollador de software del futuro? “(...) Cada vez asocia más al desarrollador de software con un creativo de tecnología, incluso se llega a comparar con un artista. (...)” “(...) Será experto en algoritmos, paradigmas y fundamentos del desarrollo de software. (...)” “(...) Será capaz de desarrollar y desplegar desde aplicaciones para usuario hasta el backend. (...)” “(...) Dominará varios lenguajes y entornos de programación, automatiza tests, despliegues, y trabaja en entornos cloud. (...)”.

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