Sobre el desempleo generado por los robots

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Sobre el desempleo generado por robots.

A la par del desarrollo de la tecnología robótica, los problemas y controversias del uso de máquinas para realizar trabajos que actualmente se encuentran ocupados por empleados humanos, han ido incrementando de manera exponencial en los últimos años.

Según un artículo de opinión publicado por Derek Thompson en The Atlantic de título “What Jobs will the robots take?”, los robots apuntan a no sólo servir como un elemento de apoyo para los trabajadores de clase media, sino que también son potenciales candidatos a reemplazar totalmente a estos trabajadores.

Thompson muestra una tabla con una lista de los diez empleos con un 99% de probabilidades de comenzar a ser ocupados por máquinas, dentro de los que se encuentran el telemarketing, técnicos matemáticos, registradores de datos y agentes de carga entre otros. Los empleos anteriormente mencionados se basan en actividades sencillas y rutinarias, todo esto sin contar que día con día se realizan avances significativos que buscan “humanizar” a las máquinas (un ejemplo muy representativo de esto es el de los agentes operadores de las líneas telefónicas que ya han sido en gran parte reemplazados por sistemas que responden y asesoran al usuario en base a algoritmos y diagramas de flujo), lo cual vuelve fácilmente propensos a ser “automatizados” a los trabajos cuyas actividades primarias se basan en rutinas y que son en la actualidad la fuente de ingresos de numerosas familias que comprenden a la vulnerable clase media-baja.

Tampoco es la primera vez en que las máquinas gracias a sus notables y mejores cualidades reemplazan a líneas enteras de trabajadores. Basta con recordar las dos revoluciones industriales que han sucedido en la historia de la humanidad, donde, por citar un ejemplo, las máquinas ensambladoras de piezas de automóviles sustituyeron a las largas cadenas de ensamblaje de las fábricas automotrices. Desde entonces, las compañías usan más sistemas automatizados y requieren menos trabajadores humanos. Antes, una compañía tan grande como General Motors empleaba alrededor de 600 mil personas, hoy en día, en una sociedad mucho más globalizada, compañías como Amazon, Google, Facebook, Microsoft y Apple difícilmente llegan a los 50 mil empleados.

¿Realmente nos quedaremos sin empleo?

A simple vista y analizando el contexto actual del hombre en su lucha contra la máquina parecería que esta representa el fin de la época del hombre como ser productivo… Pero lo cierto es que los argumentos que conforman dicha ideología están basados en uno de los más primitivos temores del hombre: el miedo a la incertidumbre. El hecho de sentirnos amenazados por tecnologías que aparentemente están siendo desarrolladas para parecerse cada vez más a nosotros e incluso superarnos hace que olvidemos una de las más grandes capacidades que poseemos los humanos a diferencia de cualquier otra especie orgánica o sintética: la adaptabilidad. Desde el inicio de los tiempos hasta la era actual, el hombre ha sobrevivido gracias a su ingenio, su capacidad de razonamiento y de adaptarse a la situación (y adaptar la situación a él). Recordemos que las máquinas son creación nuestra y que no pueden funcionar sin nuestra supervisión y manejo, son herramientas que hemos creado con el mero propósito de ayudarnos.

“… sería ridículo pensar que el hombre no hallará nuevas formas de producción, creatividad, riqueza y sustento como lo ha hecho en toda su historia.”

(Neil Postman)

Conclusión.

Para finalizar, quiero dejar en claro que este ensayo no se conforma por meras suposiciones, es el resultado de una detallada investigación documental conformada por diversas opiniones de diferentes personas especializadas en diferentes ámbitos, tanto industriales y comerciales, como laborales. Para complementar esta obra, también se realizó una investigación de campo que consistió en entrevistar de manera breve a trabajadores de clase media, que son las personas cuyas vidas están estrechamente relacionadas con el desarrollo de máquinas y sistemas que agilizan las labores rutinarias. Y si la mayoría de ellos se está dando cuenta de las infinitas posibilidades que abre el desarrollo de la robótica, es cuestión de tiempo para que la parte de la sociedad que está en desacuerdo con dichos avances, se dé cuenta de que la batalla contra las máquinas no es más que una manifestación del miedo a lo que no se conoce bien.

El hombre siempre tendrá el control sobre la máquina ya que es una creación suya, y por ende, se pueden seguir desarrollando máquinas, robots y sistemas sin riesgo de que estos perjudiquen a su especie creadora.

“Tan solo tenga claro que usted tiene algo que ninguna máquina ofrece. Úselo.”

(Alfaro, 2010)