Barranca "sin nombre"

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A lo largo del tiempo la mancha urbana de Cuernavaca se ve manifestada en muchos sentidos, Lomas de la Selva ha crecido de igual manera, en el artículo sobre el desorden de crecimiento de Cuernavaca se afirma que:

“De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la tasa de crecimiento poblacional en el periodo que va de 1995 al 2000 para el municipio de Cuernavaca fue de 1.34 por ciento, frente a la tasa de 1.50 por ciento de Morelos y 1.60 por ciento a nivel nacional.” Y las áreas en donde se ha presentado el mayor crecimiento de la mancha urbana son las zonas comunales que de una manera hipotética pudieron ser causadas en un principio por la venta ilegal de tierras. Retomando la barranca de Lomas de la Selva, en el que se enfoca esta investigación, es considerada como un territorio comunal, es decir que la posesión de este territorio (cerca de cauce de la barranca) pertenecen a una comunidad determinada de personas.

En este mismo texto se toma en cuenta que el problema es que Cuernavaca está atravesada por siete barrancas a las que llaman “primarias”, además de otras tantas “secundarias”. Las autoridades buscan orientar el crecimiento de la mancha urbana cuernavacense hacia el poniente donde todavía hay mucho terreno desocupado más no apto. La zona del “Empleado o Lomas de la Selva” en la actualidad está habitada mayormente por asentamientos de clase media y rodeados por muchos comercios, cercanías con tiendas departamentales, mercados, hospitales y escuelas de carácter públicos como privado, incluso las calles paralelas son en realidad avenidas populares y conocidas por la mayoría, ya que en un punto determinado se conectan con la autopista, lo que hace que el tránsito vehicular sea frecuente. Esto ha originado, como el mismo titulo del texto dice, un crecimiento desordenado que al mismo tiempo también afecta de manera particular a la barraca, ya que a consecuencia de esta mancha urbana, han quedado ocultas las rutas en donde se conecta o sigue el camino la barranca. El titular de la Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), Jesús Valle Romero, en el 2006, explica que el desarrollo urbano en el municipio no es ordenado, “no podemos dar servicios de agua potable a las personas que llegan a poblar zonas de reserva ecológica o lugares en donde no se permite la construcción, además de que no tenemos los recursos económicos debemos enfocarnos en dar mantenimiento a las redes existentes”. Con esta declaración y muchas más que han escuchado los habitantes de esta zona, prefieren no arriesgarse a pesar de que el daño en su salud está de por medio, se pierde el interés y con eso las ganas de informarse.

En el Atlas Municipal de Estado de Morelos se nos aclara que no sólo las barrancas tienen grandes problemáticas, sino que otros ecosistemas acuáticos también las presentan. Se afirma que los problemas persisten por el desconocimiento de las mismas zonas, ya que “se carece de un inventario preciso que incluya a la totalidad de los cuerpos de agua y su ubicación”.

A todo esto existen leyes, reglamentos, reformas, actualizaciones de investigaciones, etc. que establecen instituciones.

Dentro de los antecedentes generales también podemos encontrar los artículos e investigaciones más actuales que datan entre el 2005 y 2014 hechas por instituciones de estudios superiores ubicadas en Morelos o de Instituciones gubernamentales del mismo estado o del Distrito Federal, las cuales proporcionan datos con una visión interdisciplinaria pero enfocado principalmente en materia ecológica.

SEDEMA (Secretaría del Medio Ambiente) del gobierno del distrito federal establece un acuerdo por el que se expiden los lineamientos para la elaboración de programas de manejo de las áreas de valor ambiental del distrito federal, con categoría de barranca; está publicado en la gaceta oficial del distrito federal 2012. En sus principal punto a considerar está: la diversidad biológica para beneficio de generaciones presentes y futuras. Hace una recopilación de las leyes como:

- Que el artículo 4º párrafo quinto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.

- Que el artículo 1º fracción I de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, establece que dicho ordenamiento tiene por objeto propiciar el desarrollo sustentable y establecer las bases para garantizar el derecho de toda persona a vivir en un medio ambiente adecuado para su desarrollo, salud y bienestar.

- Que la Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable para el Distrito Federal, establece como parte de las políticas de mitigación y adaptación de gases efecto invernadero, la creación de sitios de absorción de bióxido de carbono, la preservación y aumento de los sumideros de carbono.

- Que el artículo 20 de la Ley Ambiental del Distrito Federal, señala que corresponde a las autoridades tomar las medidas necesarias para conservar el derecho que los habitantes del Distrito Federal tienen a disfrutar de un ambiente sano.

- Que el artículo 90 Bis de la Ley Ambiental del Distrito Federal clasifica las Áreas de Valor Ambiental en “Bosques Urbanos” y en “Barrancas”;

- Que las Áreas de Valor Ambiental son definidas por los especialistas como “las áreas verdes cuyo ambiente original ha sido modificado por actividades antropogénicas, razón por la que requiere ser restaurado y preservado para mantener ciertas características biofísicas y escénicas que le permitan contribuir a mantener la calidad ambiental de la ciudad”.

- Que de acuerdo con la Ley Ambiental del Distrito Federal, la Barranca se define como la “depresión geográfica que por sus condiciones topográficas y geológicas se presentan como hendiduras y sirven de refugio de vida silvestre, de cauce de los escurrimientos naturales de ríos, riachuelos y precipitaciones pluviales que constituyen zonas importantes del ciclo hidrológico y biogeoquímico.

Las investigaciones han demostrado la gran importancia de las funciones que las barrancas tienen el ambiente, citando uno de los puntos que aborda en su trabajo sobre las barrancas de Morelos, Alicia Batllori Guerrero del

CRIM (Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias) UNAM menciona: “Las barrancas proporcionan a la población equilibrio ecológico” este fundamento es abordado y mencionado como justificación en diversos proyectos de investigación.

Mi región de estudio está considerada dentro de las barrancas que desaparecieron (como ya se ha