CUENTO UNA GAVIOTA Y EL GATO QUE LE ENSEÑO A VOLAR

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Conforme el tiempo pasaba la pequeña gaviota equivocada le llamaba mami al grande, negro y gordo gato Sorbos. Los peligros acechaban, pero Sorbos seguía su gran código de honor, los valores por encima de cualquier cosa la protegió de todos los gatos que se acercaban a su balcón, así seguía cumpliendo su gran promesa ahora como gato honesto y cumplidor debía cumplir el último de sus compromiso el más difícil de los 3 como un gato le podría enseñar a una gaviota a volar. Así pasaron los días semanas y meses y la gaviota se puso hermosa como su madre las plumas sedosas color plateadas bella de verdad. Sorbos y sus amigos buscaban en unión un método que pudieran lograr para enseñarle a volar, Kenya no podía haber encontrado nadie más idóneo para tan ardua labor, encontró al mejor amigo, un estupendo corazón lleno de valores que irían por encima de todos pero no traicionaría jamás su promesa a una gaviota moribunda. Ya estaba lista para emprender su vuelo así lo hizo saber en dos ocasiones para que estos buenos y amorosos amigos la enseñaran a volar, esta estaba lista así que a volar estos prepararon un espacio que llamaron pista y enseñaron a Afortunada cuales serian los puntos a y b así que esta debía extenderlos exigieron más velocidad y ahora debería extender el punto c y d mientras le decían elevar el punto e Afortunada elevo sus plumas de la rabadilla y elevo sus plumas, ahora mueva arriba y abajo los puntos c y d y encoja los puntos a y b así Afortunada batió sus alas encogió las patas y se elevo acto seguido se desplomo todavía necesitaba más ayuda de aquellos gatos bondadosos que solo querían ayudarla a volar hacer su problema el de ellos, no se dieron por vencidos tenían que cumplir con la promesa que hizo Sorbos así que lo intentaron una y otra vez hasta que al fin llego el momento donde la joven gaviota y Sorbos se quedaron a solas y se despidieron con un nunca te olvidare “gato de honor y valores empático gracias” de esta forma levanto sus alas, encogió sus patas y sacudió fuertemente las alas y desapareció en el enorme cielo desapareció ante los ojos de aquel gato grande, negro y gordo que no le importo ser la burla de los demás no rompió su promesa de valores obtenidos y convirtió el problema de una gaviota en el del propio.

Y que lección tan hermosa nos enseña un gato, no solo se convirtió en un ave para empollar el huevo y cuidarlo si no que nos enseña que solo puede volar el que se atreve a hacerlo.