Cuento “Amor de Hijo”
Enviado por tomas • 20 de Septiembre de 2017 • 11.786 Palabras (48 Páginas) • 817 Visitas
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A media madrugada, Don Rafael, sacando provecho de su mejor posición económica y apoyado por unos de sus fieles y despiadados ayudantes, rociaron químicos sobre las plantas y cosecha que Marcos había producido en sus tierras durante una larga temporada.
La cual había trabajado, buscando obtener ingresos para sobrevivir junto con su hijo, dando don Rafael la indicación precisa de que echaran a perder absolutamente todo sin importarle el mal y las pérdidas que les provocaría a la pequeña familia de Marcos y Benito.
Al amanecer siguiente padre e hijo se dispusieron a desayunar un sencillo huevo con frijoles que Marcos les había preparado para irse a trabajar y a la escuela respectivamente.
Al finalizar de desayunar y salir de su casa dirigiéndose a sus huertas, para realizar su recorrido para ver sus tierras que todos los días muy temprano y algunas veces antes del anochecer para supervisar que todo estuviera en orden.
Marcos ve de manera sorpresiva y catastrófica que sus plantíos habían sido afectados por un fuerte químico. al tocarlo y olerlo, rompió en llanto.
Mientras tanto Benito, al darse cuenta de la magnitud del daño y escuchar a su padre gritar y llorar de enojo, y frustración, y sin dejar de escucharlo se aproxima a él y le dice que no llore.
Marcos entre lágrimas grita -¿porque me hacen esto?, si yo no le hago mal a nadie- diciendo esto maldiciendo al cielo.
Y al mismo tiempo diciéndole a Benny que perderían su casa y todo lo que tenían, contándole que le había pedido un préstamo a Don Rafael y que por las pérdidas de las cosecha no sería posible pagarle.
También le dijo que no solamente perderían lo que tenían, sino que probablemente tendría que dejar la escuela por un rato; lo cual genera un llanto en el niño quien estaba abrazando fuertemente a su padre.
Marcos intuyendo que había sido Don Rafael quien pudiese haber mandado a rociar el químico, va y lo encara en su propia oficina, y éste al verlo entrar, haciéndose el desentendido le pregunta-¿Marcos, a que se debe el honor de tu visita?- Marcos respondió –que se había dado cuenta de que le habían contaminado sus tierras y por obvias razones echado a perder su cosecha-.
Mientras que don Rafael seguía fingiendo no saber absolutamente nada de lo ocurrido, siendo Marcos quien intentando hacer justicia por propia mano, se encierra con el empresario, tomándolo del cuello y provocando un alboroto fuera de la oficina por parte de Martha, quien es la secretaria de Don Rafael, la cual le gritaba del otro lado de la puerta, que no cometiera alguna locura.
A pesar de la situación en la que se encontraba, Don Rafael seguía con su magistral actuación de no saber de nada de lo que le reclamaban, mientras que Marcos molesto le culpaba asegurando que él había sido quien lo había llevado a la ruina para poder quedarse con sus tierras y pudiera, Don Rafael aumentar sus riquezas y tener más propiedades de la manera más abusiva y desleal, tal y como lo había hecho anteriormente con otros pobladores.
A punto estuvo Marcos por lo molesto, atinarle un golpe a Don Rafael en pleno rostro, en cuanto la seguridad del lugar logró abrir la puerta de la oficina, la cual Marcos había cerrado, impidieron tal acción que se iba a realizar por parte del muy descontrolado y furioso Marcos.
Siendo impedida la agresión de Marcos hacia Don Rafael, fue llevado por la policía a la agencia del ministerio público, mientras el empresario gritaba que lo había amenazado de muerte y había sido atacado sin motivo alguno en su propia oficina, mientras que a Marcos se lo llevaban arrestado.
Ya estando en la oficina de la policía, él ministerio publico quien conocía desde la infancia a Marcos, se sorprende de sobre manera al verlo esposado y lleno de rabia por no haber podido desquitarse de lo que le habían hecho.
El ministerio público le pregunto qué fue lo que había sucedido. Marcos enseguida le contó que había pedido un préstamo al viejo abusivo de Don Rafael, no teniendo más opción para poder realizar la cosecha de la temporada.
El ministerio público le hace saber a Marcos que hay varias quejas sobre las acciones que Don Rafael realiza para poder seguir acrecentando su fortuna y propiedades. Sin en cambio, le explica que no ha sido posible acusarlo debido a que los abogados y notarios de la región estaban de cierta manera coludidos por el empresario por los altos honorarios que les pagaba.
Y además de eso, le dijo a Marcos, que debería pagar sus horas de arresto por el alboroto y éste sin más opción tuvo que aceptarlo.
Horas más tardes mientras Marcos ya más serenado y compartiendo celda con individuos remitidos por delitos menores y uno que otro vago, esperaba pasar las horas dictadas por el ministerio público para poder llegar a casa con Benito, sin esperar una gran sorpresa.
Martha quien presentó toda la situación, se armó de valor y encaro a su propio jefe, diciéndole que ella lo conocía bastante bien y sabía perfectamente de lo que era capaz con tal de quedarse con tierras que no eran de él, por lo cual ella no dudaba de que hubiese sido él quien habría mandado a hacerle el mal a Marcos, pues de lo contrario Marcos no tendría motivos para reaccionar así, pues Martha aseguraba que Marcos era un hombre muy trabajador, buen padre y siempre dedicado a su hijo Benito; y que no se metía en problemas con nadie del pueblo.
Aun sabiéndose descubierto Don Rafael, continuaba con su actuación de victima justificando que Marcos había llegado de manera violenta a su oficina vociferando quien sabe que tanto improperio siendo él inocente.
Marcos después de haber sido llevado a la cárcel del pueblo por lo sucedido, es avisado por el agente del ministerio público que ha sido dejado en libertad. Marcos reacciona sorprendido y pregunta el porqué de su tan pronta liberación, diciéndole el ministerio público, que Martha, la secretaria de Don Rafael, había sido quien había pagado la fianza para poder liberarlo y pudiera irse a casa tranquilo con su hijo.
Marcos presuroso, tomó sus pertenencias y salió de la celda, preguntando por la mujer, quien lo esperaba en la recepción.
Martha y Marcos se encontraron y ella le contó que se había encarado a don Rafael y que el viejo le había dicho que él no era el culpable, puesto que el solo quería ayudar al buen Marcos.
Ambos salieron de la oficina policial y Marcos le agradece a Martha la ayuda y obviamente el pago de la fianza, y promete
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