Discurso y Manipulación

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Ahora si no se desea intervenir la memoria de corto plazo, si no por el contrario se apuesta por la de largo plazo o episódica se debe construir un complejo y mediático modelo mental que conceda resultados estables; se deben asociar significados, palabras, oraciones y discursos acompañados de opiniones y emociones. El modelo debe tener el peso y la importancia de un recuerdo personal, que cimente las bases de recuerdos futuros y nuevos conocimientos actitudes e ideologías.

El modelo manipula a tal grado que su receptor debe entender el mensaje de forma literal y sin lugar a segundas interpretaciones, si esto es efectivo la parte manipuladora vera satisfechos sus intereses. La clave para conseguir la adhesión de opinión es inicialmente apelando a la conciencia de los receptores, sin que estos se percaten, denotando culpa y prometiendo retribución si adoptan determinada conducta, si el modelo cumple con su función el efecto será automatizado en el individuo y lo hará por sí mismo.

Por otra parte se encuentra la manipulación de la cognición social que pretende distorsionar la manera en que los receptores comprenden un evento, acción o discurso, es decir el conocimiento general compartido socioculturalmente. En su mayoría esto es aplicable con grupos diferentes entre sí, grupos que manejan una interpretación distinta y una visión social e ideológica aplicable solo a su propia cultura; Si el grupo de mejor posición busca manipular a través del discurso y quiere inclinar las posturas hacia una preferencia que favorezca los intereses propios, puede exteriorizar su idea basada en fuertes opiniones, actitudes, ideologías o creencias sociales si así lo quiere y remitirla constantemente a los receptores, hasta que logre controlar al grupo de personas por un tiempo relativamente largo.

La única manera de contrarrestar los efectos del discurso, es informándose y acogiendo conocimientos generales y específicos que aminore o evite que los manipuladores vean cumplidos sus objetivos y satisfechos sus intereses.

Los medios de comunicación infortunadamente tienen complicidad en este tipo de manipulación, pues al tratarse de un agente de opinión suele crear un ambiente difuso que no permite distinguir entre acciones gubernamentales legítimas y las ilegitimas.

Por ejemplo, “si los medios entregan información incompleta o prejuiciada de alguna manera acerca de un político específico durante una campaña electoral para influir en los votos de los electores, estaríamos frente a un caso de manipulación si suponemos que los lectores tienen el derecho a estar 'debidamente' informados acerca de los candidatos en una elección. 'Debida' información en este caso puede ser especificada como equilibrada, relativamente completa, desprejuiciada, relevante, etc. Esto no significa que un periódico no pueda apoyar o favorecer a su propio candidato, pero debiera hacerlo con argumentos, hechos, etc., es decir, mediante una información adecuada y la persuasión, y no mediante manipulación, por ejemplo, omitiendo información muy importante, mintiendo o distorsionando los hechos, etc.”

Otra estrategia discursiva es la de la auto-presentación positiva y presentación negativa del otro, se considera eficiente cuando se busca influir la mente de los receptores a favor del interés propio, gestando falacias y representaciones sistemática en contra de otro; estrategias generales de interacción:

YO

OTRO

Enfatizar

Desenfatizar

Bueno

Malo

Nuestras buenas obras

Sus malos actos

Mucho

Poco

Especifico

Vago

Explicito

Implícito

Buen léxico

Léxico Escaso

Oraciones activas

Oraciones Pasivas

Expresiones Sonoras y Visuales

N/A

Ordenar

N/A

Esta manipulación también puedan implicar ideologías, actitudes ideológicas y estructuras discursivas ideológicas puesto que tiene lugar un contraste entre los buenos valores fundamentales (libertad y democracia) vs. Los “malos” valores del otro.