ETENDIENDO LOS BONOS DE IMPACTO SOCIAL: UN BREVE REPASO SOBRE SU ORIGEN, PROPUESTA, CRECIMIENTO Y LOGROS OBTENIDOS

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Los Bonos de Impacto Social tienen muchas aristas desde dónde estudiarse para lograr comprenderlos, entre estas se precisa que los mismos están inmersos en el sistema de pago por resultados (PPR) . Las diferentes definiciones que utilizan quienes les han estudiado así lo muestran.

Bengo y Calderini definen a lo bonos de impacto social como herramientas que serán saldadas a través del pago por resultados. En una publicación previa realizada con más investigadores ya se les había descrito como mecanismos bajo un sistema de resultados (Arena, Bengo, Calderini, & Chiodo , 2015). Otros autores también definen a los bonos como financiamiento a través de pago por resultados (T. Jackson , 2013).

Los Bonos de Impacto Social “unen a inversores privados, organizaciones de servicios del sector privado y sin fines de lucro, gobiernos y donantes con el objetivo de brindar resultados que sean valiosos para la sociedad. Se trata de un conjunto de contratos basados en los resultados en los que los inversores privados pagan por adelantado las intervenciones necesarias para lograr los resultados acordados y trabajan junto con las organizaciones de servicios a fin de garantizar que se alcancen esos resultados; los donantes y/o gobiernos realizan pagos a los inversores si las intervenciones tienen éxito y el rendimiento está asociado al avance alcanzado. Si las intervenciones fracasan, los inversores pierden toda su inversión o parte de ella”. (Centre for Global Development, 2013).

Por su parte para el Banco Interamericano de Desarrollo, “los Bonos de impacto social son un modelo innovador que permiten financiar programas sociales bajo un esquema de pago por éxito. Este tipo de financiación busca incrementar la efectividad de la inversión social, la innovación del sector público, promover la flexibilidad para resolver problemáticas sociales y lograr una mejor asignación de los recursos públicos.”

Por último se incluye el comentario producto de la reunión realizada en 2015 por la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) realizada en Paris el año pasado, en la que se analizaron diversos casos específicos de Bonos de Impacto Social. La publicación producto de dicha reunión retoma una definición que soporta esta posición de ubicar a los bonos como parte del concepto definido como pago por resultados; mencionando que es un tipo de pago-según-éxito como se les conoce en Estados Unidos o pago-por beneficios como se les conoce en Australia (OCDE, 2016).

Los bonos tradicionales son instrumentos de deuda utilizados por gobiernos o empresas para incrementar su capital. El inversionista mete su dinero a manera de préstamo por un tiempo determinado y al final del periodo el inversor obtiene su dinero de regreso con un “bono” que es el dinero extra que se está pagando por la operación.

Como se puede observar los Bonos de Impacto Social no funcionan como un bono tradicional o bien como un bono financiero al que están acostumbrados los inversores. La diferencia es justamente el factor riesgo, el cual está cargado en su totalidad al inversor. En un bono tradicional existe una garantía de pago que es bono por si mismo, en este como lo describen sus definiciones el pago depende del logro obtenido o lo que aquí se ha definido como pago por resultados. Cabe destacar que la cantidad o el porcentaje que de decida pagar por el bono está a reserva de la dependencia o el sistema en el cual se está implementando (Rivera Acevedo, 2015).

Los bonos no solo se remiten al Pago por Resultados y a las Asociaciones Público Privadas, sino que se gestaron con participación de diferentes organizaciones. No es coincidencia como puede observarse, que el primer bono se haya realizado en Gran Bretaña. Se puede hacer voltear hacia atrás a la gestación de la NGP a finales de los 80´s con la caída del partido laborista, posteriormente en el reporte al primer ministro de la recién creada “Unidad de Eficiencia”, reportaba la coincidencia de los miembros del servicios civil de carrera de prestar servicios de una forma distinta a la tradicional (Jenkins, Caines, & Jackson, 1988) donde inicia el crecimiento del tercer sector y su involucramiento en acciones que anteriormente le correspondían al Estado, los primeros casos registrados posteriores a las grandes reformas políticas y administrativas en los que se utilizó financiamiento social nos remiten al año de 1997 con la presentación de los CFDI´s “Community Development Finance Institutions¨ (Bennet & E. Cuevas, 1996).

Posteriormente en esta línea de tiempo, en el año 2000 se extendió la ideología de estas instituciones financieras CFDI´s por sus siglas en inglés con la fundación de la Fuerza de Inversion Social (STIF) “Social Investment Task Force”, en la que solo se incluían los países miembros del G8. STIF evolucionó en el “Global Social Impact Investment Steering Group” que incluyó a muchos más países incluida la Unión Europea (Social Impact Investment) y tiene de a la cabeza al miso Sir Ronald Cohen, impulsor de STIF y en palabras de Rivera Acevedo, un aventurado capitalista tradicional.

La línea continuó cuando el gobierno Británico juntó a las cabezas de varias organizaciones para fungir como consejo, justo bajo el nombre de CoSA “Council of Social Action” como indican los reportes de la Oficina del Gabinete de 2009.

Los quince miembros del consejo pertenecían a diferentes organizaciones de financiamiento social, tecnología social, liderazgo social y compromisos colaborativos enmarcados en las siguientes organizaciones:

- Community Links

- Royal Mail

- Connected Capital

- Allen & Overy

- Hibiscus

- Young Foundation

- Proyect Scotland

- St. Giles Trust

- Eden Project

- Inspired Campaigns

- Accenture

- Divine Chocolates Ltd.

- Communications Consultant

- Joshep Roundtree Foundation

- Investment and Philantrophy Specialist

El consejo operó durante dos años realizando publicaciones y haciendo las veces de consejeros, su página oficial señala que juntaron innovadores de las diferentes sectores para generar ideas e iniciativas con la que gobiernos y otros grupos pudieran catalizar, celebrar y desarrollar