El hombre con más riqueza de babilonia.

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Puede que por todo lo anteriormente dicho parezca poco sorprendido, sin embargo me ha causado seria impresión lo simple, lo flexible y lo cómodo que podemos tener un control sobre nuestro dinero. Es en la parte de la inversión donde tal vez me surgen dudas inherentes a mi inexperiencia, dudas que yacen en la forma y el lugar donde invertir, pero algo comprendí claramente, y es que la experiencia precisamente marcara las pautas para emprender proyectos que vayan más allá del ahorro. Añadiendo a esto el conocimiento es ese plus valioso que hay que llevar de la mano con la experiencia para hallar día a día nuevas fuentes de ingreso, y hacer que el ahorro se convierta en un ingreso más.

Ahora bien, es de gran importancia hablar de algo que nos concierne a todos, y que de hecho el libro vuelve hacer de las suyas y nos demuestra que algo que ciertamente parece incontrolable como la suerte, se puede direccionar a nuestro favor. De nuevo apelare al sentido común para argumentar el direccionamiento de la suerte. Si yo hipotéticamente me hiciera amigo de una persona con muchos enemigos, lo inmediatamente probable es que esos enemigos, sin yo quererlo, se conviertan en mis enemigos, y como lo dice la principal ley de Murphy, si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal, esto en simples palabras es atraer a la mala suerte. Sin embargo si me hago amigo de personas tranquilas, sin enemigos, la mala suerte probablemente no acudirá a mí de manera fortuita. La suerte muchas ocasiones se viste como oportunidades, y estas no se suelen presentar muy a menudo a menos que nosotros forcemos su aparición a través de acciones prudentes y asertivas. Está en cada uno evaluar cada oportunidad y juzgarla prudentemente, con el fin de que la suerte no se nos escape de las manos.

Una de las mejores maneras de lograr un aprendizaje sustancial sobre algo es a través de las experiencias de otros, puede que no sean precisas ya que el contexto y la forma en que trascienden las distintas experiencias tienden a ser normalmente muy diferentes a las del resto de las personas, sin embargo traen mensajes para nada complejos y aplicables a cualquier persona. La historia de Dabasir más que hablar de dinero, habla de lo que como personas queremos ser, todas nuestras acciones y actividades son parte inherente y natural nuestra, somos quienes decidimos la dirección de nuestra vida, todo es cuestión de despertar y dejar de ver la vida a través de un vitral de colores, que impide que veamos la vida como de verdad es, y que asumamos el rumbo de nuestra vida, además la determinación que tengamos para realizar cada acción será fundamental para no estancarnos y por el contrario emprender camino hacia nuevos horizontes. Desde luego que la mayoría de las veces para darnos cuenta de las cosas, debemos estar motivados por la necesidad, sin embargo no es la necesidad de tener dinero, sino la de ser como realmente queremos ser. Ser esclavo o libre no es un paradigma del pasado, hoy en día nuestras decisiones y la determinación con la que las tomemos, tienen el poder de hacernos esclavos u hombres libres.