Embarazo precoz.

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Entre las consecuencias psicológicas existe el rechazo de los padres y familiares, de sus amigos y conocidos, y para ellas se sientes solas, deprimidas, y excluidas.

Para el bebé hay riesgos de que nazcan con malformaciones, retraso mental, desnutrición, problemas neurológicos, bajo peso al nacer, mortalidad perinatal alteraciones en el psicológico y emocional.

En conclusión podemos decir que las jóvenes que inician más temprano sus relaciones sexuales lo hacen sin un conocimiento básico de la sexualidad, sin tener claro un marco de normas y valores sexuales, ni una capacidad en la toma de decisiones inteligentes que no los perjudiquen a ellas ni a quienes los rodean, lo cual las expone a embarazos a temprana edad que a corto y largo plazo les va a traer consecuencias poco favorables para su desarrollo y el de sus hijos.

Estamos en contra del embarazo precoz porque a esta corta edad no tenemos la madurez física, psicológica ni emocional para cumplir con la gran responsabilidad que es traer un niño al mundo que va a depender total y completamente de la madre y del padre. Al no haber culminados nuestros estudios no podemos ofrecerles a el bebé ningún futuro ni siquiera podemos satisfacer sus necesidades fundamentales como es la comida, ropa, un techo etcétera porque aún no trabajamos y no solo sus necesidades físicas si no emocionales, al no tener la madurez suficiente no podemos darle a un niño la suficiente estabilidad emocional para que el pueda desenvolverse en un ambiente adecuado para su sano desarrollo.

Al tener un embarazo adolescente no quemamos las etapas necesarias en nuestra vida, tenemos un tiempo para todo, para crecer, para jugar, para estudiar y para disfrutar, al ser madres se tiene que renunciar a ciertas cosas que siendo jóvenes queremos hacer. Tenemos muchísimo tiempo para tener un hijo y brindarle un buen futuro, en la vida todo tiene su momento y la adolescencia no es el tiempo adecuado para ello.

Hay que pensar primero en las consecuencias que trae para uno mismo y para el bebé que es un ser inocente y no tiene porque pagar por los errores de los más grandes, pues no nos vemos afectados solo nosotros sino también terceros. Tenemos que estudiar, formarnos, madurar, disfrutar de nuestra juventud para poder pensar en ser padres y así poder darle a la criatura todo lo necesario para su satisfactorio desarrollo.

Tenemos que educarnos sexualmente conocer los riegos y consecuencias que trae para nosotros todo esto. El mejor método anticonceptivo es la abstención.